En mi piel

Capítulo 42: Belong to my Angel.

Advertencia: Si te ofende el contenido erótico, puedes adelantarte y perder la mayor parte del capítulo. Muchas gracias por tu atención.

Saber si Billie me perdonará al enterarse de lo que había hecho era una respuesta muy difícil.

Está incómoda y luego de las palabras de William no ha dicho nada, de hecho nadie ha preguntado nada y estamos a la espera de la culminación de la cirugía. Mi familia está aquí, Brian y Brina están junto a mí, mi hermana me abraza por la cintura mientras deja su cabeza en mi hombro.

En este momento no le estoy dando mucha importancia a mis recuerdos, pero terminado todo esto haré una cita con un especialista para saber como tratar con ello.

Han pasado cinco horas desde que entraron a Arya al quirófano. William había salido bien de la cirugía y ahora se encuentra en reposo, Kayla se encargó de comunicarse con Zeth y explicarle lo sucedido.

Cuando uno de los doctores sale de la sala no pienso mucho levantarme rápidamente y acercarme a él.

—El transplante ha sido un éxito. —informa.

No puedo evitar gritar de la emoción y aferrarme a Billie mientras las lágrimas de alivio inundan mi rostro. Ella está bien, mi pequeño pedacito de cielo está bien.

—Muchas gracias, doctor. —le digo soltando a Billie y por impulso lo abrazo, pero al notarlo me separo al instante. —Lo siento, estoy muy feliz.

—No hay problema. —sonríe con amabilidad. —También debería darle las gracias al padre de la niña, él ha sido el ángel aquí.

¿Ángel? Pero si es una versión del diablo en persona.

—La niña está siendo trasladada a una sala común. Más adelante hablaremos sobre el transplante y el tratamiento. Por ahora debo retirarme.

Asiento y cubro mi boca con mis manos mientras sonrío, estoy feliz, igual de feliz que cuando la tuve entre mis brazos y sobre mi pecho la primera vez. Todo estará bien, al menos para Arya.

Una hora después le he pedido a Brian llevarse a Papá a descansar, este último se negaba pero le rogué y finalmente lo hizo junto con Brina y Stella. Oh Stella, no ha dicho nada, no se me ha acercado rn ningún momento.

—Tú también deberías irte a descansar. —Le propongo a Billie quien niega con la cabeza. —Ve, mira tus ojos como están.

—Solo si tú vienes conmigo.

—Vayan, me quedaré al tanto de Arya, tienen que darse un baño y dormir unaz horas. —Interviene Kayla acariciando mi espalda. —Confía en mí.

La miro y finalmente acepto.

Freya se ha ido a un hotel aquí cerca del hospital, la conozco y sé que no será fácil hablar con ella en estos momentos. Antes de irse me comunicó que luego de ver a Arya se iría de regreso a Noruega, no me dijo más nada, pero sé que tiene la esperanza de que vuelva.

Está anocheciendo y el cielo se ha tornado algo naranja por la puesta del sol. Billie no evita mirarme cada vez que puede.

Yo solo espero que logre perdonarme después de todo.

Estaciona el auto y salimos a la par, subimos al ascensor en silencio y bajamos de él de igual forma. Cuando abre la puerta del derpartamento dejo salir un suspiro, huele a estar en casa, aunque ahora sea propiedad de Billie.

—¿Cómo te sientes? —Me pregunta cerrando la puerta tras suyo.

—Más que bien. —le respondo al detenerme en el pasillo. —Muchas gracias Billie.