Capítulo 6: Una niña mala.

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El segundo día en Orlando transcurrió de la siguiente manera: Billie y Finneas tenían entrevistas para varias cadenas de televisión, lo cual le tomaría la mitad del día, seguido tenían firmas de autógrafos, este último resultó ser muy agotador, puesto habían muchas personas esperando por ambos.

Fue una bonita experiencia, ya que las caras de sus fans al conocerla me hacía sonreír y en parte emocionarme por ellas, en algunas ocasiones se me escapaban algunas lágrimas al ver como las chicas lo hacían, Billie resultó ser mejor ídolo de lo que pensaba, la ojiazul sonreía sinceramente mientras las abrazaba u besaba, por momentos la escuchaba aconsejarles de amarse tal cual eran, y por último charlaba con ellas como si las conociera de años. Por un momento recordé algunos de mis cantantes favoritos, la mayoría ya superados, pero de igual forma me sentía bien al recordar lo que habría dado por siquiera tocarle un mechón de cabello.

Estaba saliendo de uno de los cubículos del baño cuando vi a tres chicas charlar bastante emocionadas frente a los lavamanos. Mientras lavaba mis manos le eché el ojo, una de ellas me miraba curiosa, por lo que le sonreí con torpeza.

—¿La conociste? —Volteé al darme cuenta que era a mí a quien habían preguntado.

Notaron mi confusión y señalaron mi muñeca donde llevaba una cinta con el nombre Billie Eilish escrito.

—Em, este, sí, sí. —Contesté algo nerviosa mientras rascaba mi nuca.— ¿Y ustedes?

—¡Sí! —Chilló una de ellas mientras pegaba a su pecho lo que parecía ser un álbum.— ¡Es muy hermosa!

—Perfecta querrás decir. —Le corrigió la morena que estaba a su lado también con un álbum en sus manos.— Billie es como un ángel, y resultó ser mejor de lo que pensaba, es tan tierna y divertida.

Contuve una carcajada y tomé papel para secar mis manos.

—¿Cuál es tu nombre? —Me miraron en espera de una respuesta.

—Alison. —Asintieron pero continuaron mirándome en espera de algo, ¿qué más querían? Porque ya bastante incómodo es escucharlas hablar del amor que le tienen a la chica de la cual me estaba enamorando.

—¿Y? —Susurró la morena con los ojos entrecerrados.

—¿Y? —Repetí.

—¿Qué te pareció? ¿Qué sentiste? —Miré fijamente a la que hacía las preguntas, esta se había mantenido en silencio durante todo el rato, sus ojos brillaban por la emoción y me imaginé que estaba recordando lo que había sentido.

Me sentía nerviosa, prácticamente me sentía acorralada.

—Yo... —Me reí.— Lo siento pero tengo que irme.

Tiré el papel a la basura y cuando me disponía a salir las miré, estaban confundidas sin decir nada solo mirándome perplejas.

—Bien. —Murmuré y cerré los ojos.— Sí, es hermosa, la mujer más hermosa que he conocido en mi vida. —Sonreí al detallar su rostro en mi mente.— Sus ojos, Dios, esos ojos son capaz de arrastrar a cualquiera, cuando los vi, sabía que no podría sacarlos de mí cabeza jamás, y ni hablar de su sonrisa, Billie es capaz de iluminar los días más oscuros con esa hermosa y genuina sonrisa. —Su fragancia llegó a mi nariz, y me reí por lo increíble que puede ser el cerebro que de solo imaginarla sentía su olor. —Debería ser ilegal tanta belleza, ¿verdad?

No recibí respuesta así que abrí los ojos. Cuando miré a las chicas estas sonreían, pero no en mi dirección más bien detrás de mí, y tras respirar profundamente volví a sentir su olor en todo el lugar, apestaba a Billie Eilish, fue entonces cuando su ruidosa carcajada me hizo estremecer. Al dar media vuelta me encontré con sus brillantes ojos que al notar mis nervios una sonrisa coqueta se formó en sus carnosos labios.

En mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora