La agarré de la muñeca cuando iba a cerrar.Sabía que no había reaccionado de la mejor forma, me dolía saber que la había hecho llorar aún cuando no tenía la culpa del todo.
—Alison entra por favor. —Le pedí. Me miró haciéndome sentir peor. —Por favor, debemos irnos.
Asintió volviendo a entrar, se puso el cinturón de seguridad y desvió la vista a la ventana de su derecha. Solté un pequeño suspiro, encendí el auto para comenzar a conducir hacia mi casa.
El viaje había sido demasiado incómodo. La escuché sollozar pocas veces e intentaba agarrar su mano pero reprimía las ganas.
Pedimos algo para desayunar en un Starbucks, comimos en el auto y retomamos el camino moentras terminaba de tomarme el batido.
—Llegamos. —murmuré deteniendo el auto. Ella iba a salir pero antes la agarré de la mano. —No podemos entrar así.
—Descuida.
Me adelanté a abrir la puerta. El primero en recibirme fue Shark lanzándose a mi pecho haciéndome tambalear. Alison pasó a mi lado y entró.
Mamá salió a recibirnos, saludó a Alison con un abrazo a la vez que nos cuestionaba por el retraso, le mentimos un poco en respuesta y volví al auto por las pequeñas bolsas que había dejado allí.
Al volver ambas hablaban emocionadas mientras miraban unas flores que mamá le había pedido a Alison.
La relación entre ellas había mejorado los últimos días, exactamente desde que mi madre la visitó brevemente a su departamento, creo que le gustó el hecho de Alison sea tan independiente.
Con el regalo en manos corrí hasta Finneas tomándolo por sorpresa al lanzarme sobre él intentando darle el abrazo del oso pero terminé colgada a su cuello.
—Me estás ahorcando Bill. —se quejó Finneas entre risas.
—Te traje un regalo. —Le di una de las bolsas y saludé a Claudia. —Ábrelo.
Papá llegó y besó tiernamente mi cabeza antes de sentarse. Mamá y Alison entraron después justo cuando Finneas sacaba el anillo de la pequeña caja.
—¿Te gusta? —Le pregunté a mi hermano.
Él puso el anillo en su dedo índice y lo observó por unos segundos. La mirada de todos estaba sobre su rostro esperando una reacción.
—Pues es lo menos que puedes darme, hermanita. —Dijo con arrogancia.
Pestañeé varias veces intentando asimilar sus palabras. Miro a los demás, Alison estaba confundida su rostro lo decía todo, mamá y papá miraban a Finneas apretando los labios y Claudia por igual. No pude contener las risas por lo que al estallar en una ruidosa carcajada casi me ahogo.
Finneas me abrazó depositando un beso en mi cabeza.
—Te amo Bill. —Dijo para luego soltarme. Abrazó a Alison y recibió sus felicitaciones junto con su regalo.
Mamá tras unos minutos se disculpó para ir a la cocina pidiéndome ir con ella.
Desde la cocina podía ver a Alison quien estaba sentada al lado de Claudia, ambas reían y supuse que de alguna historia de Finneas contada por papá, éste último le tomó una foto mientras ambas se abrazaban, tras la fotografía mi cuñada se levantó del suelo para sentarse en las piernas de Finneas.
Alison volteó la mirada en mi dirección encontrándose con la mía, suspiré recordando que antes no estaba muy segura de poderme perder en los ojos de alguien hasta una noche me perdí en los de ella.
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En mi piel
FanfictionElla se convirtió en todo para mí, pero fue solo cuestión de tiempo para quedarme en la nada. Creo que he sido bastante clara para decir que la perdí.