Capítulo 15: Ángel.

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Ángel; Parte 2.

Frente a nosotras había una hermosa cabaña de cristal, todas las luces estaban encendidas y se podía apreciar el rústico diseño de su interior, detrás corría un pequeño río acompañado de su agradable sonido.

Billie bajó primero del caballo pasando inmediatamente a ayudarme para hacer lo mismo, amarró al animal de uno de los arbustos y entrelazamos las manos. Subimos unas pequeñas escaleras de madera y atravesamos el piso del mismo material hasta la puerta e ayudé a Billie para deslizarlas a un lado.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Le pregunté poniéndome frente a ella. —Me habría preparado para esto.

Ella solo sonrió y negó con la cabeza, la agarré del cuello para unir nuestros labios en un beso.

—Si te le decía perdería la gracia. —Dijo al separarnos un poco, me besó fugazmente en los labios y me dió media vuelta haciéndome quedar de frente a la pequeña sala de estar.

—¿Ahora que haremos? —Mi pregunta la hizo pensar un poco.

—Cocinar, porque tengo mucha hambre. —Me rodeó la cintura con sus manos al hablar. —¿Vamos?

La cocina era pequeña pero era suficiente para nosotras, en el refrigerador estaban todos los ingredientes para hacer burritos, no estaban preparados pero sabía que Billie lo había pedido así. Saqué las tortillas y las dejé sobre la isla de la cocina, le di una rápida mirada a la ojiazul y esta solo se encogió de hombros sonriendo.

Unos minutos después estábamos picando los vegetales, bueno, al menos yo sí continuaba haciéndolo, porque Billie estaba agachada buscando entre las alacenas.

—Oye amor. —Me llamó. Dejé lo que hacía para prestarle atención, en su mano tenía dos botellas de vino. —¿Qué dice aquí?

Limpié mis manos con una toalla y agarré una de las botellas para leer lo que llevaba escrito en Alemán.

“Die Freuden des Lebens sind kurz, aber Liebe kann ewig dauern”—1892.

—Los placeres de la vida son cortos, pero el amor puede durar una eternidad.

—Así que piénsalo dos veces antes de serme infiel. —Dijo mientras me lanzaba una mirada severa.

—Por Dios Billie. —reí y le quité la otra botella para leerla: «Erinnern heißt leben —1895.» —Recordar es vivir.

...

Estábamos frente a la chimenea sentadas sobre cojines y mantas, de fondo sonaba una suave canción la cual no conocía, Billie había encontrado unos discos de Vinilo y según me dijo al parecer lo habían adaptado con canciones de los 90's y pocas de a partir del 2000.

—No quiero más. —Dejó el plato vacío aun lado. Reí y bebí de mi copa.

Tenía su cabello recogido en una coleta y se había quitado el t-shirt quedando en una corta blusa de tirantes. Billie es esa chica que llama la atención de cualquiera, una vez la miras no podrás dejar de hacerlo. Sentada a su lado siento que soy muy afortunada, es que ella es literalmente como una estrella, inalcanzable.

Y sé que me haré la misma pregunta siempre, ¿estaré yo al menos cerca de su nivel?

Imposible Alison, solo mírala y mírate, ¿aún te lo preguntas.

—¿No sabes como volver a la tierra?

—¿Qué? —Tuve que pestañear varias veces antes de hablar. —¿Qué decías?

En mi pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora