Vecinos | Frerard |

Twins Birthday.

En la noche, Frank acostó a su pequeño Miles en el cuarto de invitados, el cual lo arreglarían para que fuera su habitación.

Al despertar al día siguiente, encontró a su hijo durmiendo a su lado con la boca abierta. Le causo mucha gracia y ternura, ya que él dormía de la misma manera.

-Miles... Hijo. Despierta. -Susurró Frank en el oído del niño.- Hoy están de cumpleaños tus hermanitas y les haremos un desayuno especial. ¿Qué dices?

-Hola, papá. -El pequeño esbozó una sonrisa y abrazó con fuerzas a su papá. Frank lo abrazó de la misma manera y con él entre sus brazos, se levantaron en pijamas para cocinar.

Miles le ayudaba en todo lo que Frank decía. Realmente era un niño muy capaz a su corta edad. El tatuado se sorprendía cada vez más por todas las habilidades que poseía.

-Esto huele delicioso. -Sonrió al ver la cantidad de comida que había sobre la mesa. Hace mucho tiempo que no comía asi, ya que la pareja de Jamia solo le daba sus sobras y de vez en cuando, no le daba en absoluto algo de comer.

-Ve a despertar a tus hermanitas y entregarles esto, ¿si? -Dijo Frank mientras le entregaba dos bolsas de regalos.

Frank se sentía especial por tener una familia tan maravillosa. Ambas gemelas aceptaron al pequeño como si hubiera estado presente en todas sus vidas, aunque eso no les quitaba la pizca de celos que le daba ver a su padre con otro niño.

-¡Vamos Lois, vamos sopita! -Gritó y corrió junto a los perros.

Bandit y Aidan tocaron el timbre, así que Frank fue a abrirles a los chicos.

-¿¡Donde están mis gemelas y mi pequeño enano favoritos!? -Gritó B desde el primer piso.

El primero en llegar fue Miles que le dio un fuerte abrazo y luego bajaron las cumpleañeras.

Bandit corrió en abrazar a ambas para luego entregarles los regalos que compro.

-Felices cumpleaños, hermanitas del alma. -Dijo con una risa mientras las gemelas seguían abrazándola. Seguido a ella, Frank fue a abrazar a su dos primeras hijas y finalmente, fue Aidan que también las saludo con todo el cariño del mundo.

-¿¡Cómo supiste que quería esto!? -Gritó Lily al ver unas zapatillas de plataforma.

-La pregunta es ¿como no saberlo, Lily? -Bromeó Aidan ya que todos los días la escuchaban hablar sobre eso.

-Oh, Bandit... es realmente precioso. -Dijo Cherry al sacar la pintura que había hecho B. Era un retrato de ellas dos, así podría conservarlo toda la vida-. ¡Me encanta! Eres la mejor del universo.

Se formó una gran sonrisa en el rostro de la Way mientras veía como Cherry contemplaba su regalo.

-Tengo que admitirlo... papá me ayudó en hacerlo. -Soltó una pequeña risa.

El timbre sonó nuevamente y era Scot, el novio de Lily.

Frank estaba impaciente por ver a Gerard hoy, además de que deberían salir con Miles a hacer un millón de cosas.

-Ire a buscar a tu padre. -Dijo Frank con una sonrisa. Todos notaron la intención del Iero e interiormente, morían de felicidad al ver que todos sus intentos fallidos al fin daban frutos.- Ustedes desayunen...

-Esta durmiendo, pero toma. -B le lanzó las llaves de su casa.- Puedes quedártelas, tengo más copias.

Frank corrió, literalmente, hasta la casa de Gerard donde entró con cautela. El pequeño gato fue hasta él para que lo acariciaran y aunque Frank los detestaba, sentía un gran afecto hacía Lolo.