Pelea.

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Para nuestro primer mes de novios decidimos viajar y despejarnos de la rutina junto a las niñas. Fuimos hasta un lago cercano a la ciudad para quedarnos durante el fin de semana. El pequeño viaje nos sirvió para unirnos más como una familia verdadera, incluso Bandit llamó a Frankie "papá", lo cual nos hizo llorar de alegría.

Días después, fue el cumpleaños del amor de mi vida. Hice una pequeña fiesta sorpresa de disfraces en el departamento e invité a amigos cercanos de mi novio. Obviamente vino Mikey junto a Kristin disfrazados de personajes de Disney, además de venir algunos ex compañeros del bar en el cual trabajaba. Lo más difícil fue poder contactarme con Hayley, pero lo logré. Ella llegó disfrazada de Sally, del extraño mundo de Jack. Frank no podía creer la escena que vivió, se veía feliz y radiante vestido de abeja, el cual fue elegido exclusivamente por Lily.

Los días se transformaron en semanas y estos en meses. Las clases seguían con normalidad y ya faltaba muy poco para ellas vacaciones de verano.

Chloe no hablaba con Frank ni con las niñas, de vez en cuando me llamaba a mi teléfono o me agobiaba pero no le daba importancia. Solo la trataba como una alumna más y luego de un tiempo, me di cuenta en las estupideces que hice. Chloe no tenía pruebas de absolutamente nada, ni de que Frank y yo éramos novios o de que había salido con ella.

-Hola, lindo... -Susurré en el oído de Frank mientras entraba al salón de música. Ambos estábamos solos en el mientras el afinaba algunas guitarras del lugar.

-Hola bebé, ¿como va tu día? -Respondió con una sonrisa. Últimamente, me he dado cuenta que Frank superaba poco a poco su inseguridad y obviamente yo estaba ahí para él, aunque no niego que el desgaste que he sufrido ha sido mucho. En parte me dolía, que a pesar de todos los meses que llevamos juntos, aun siguiera desconfiando de mi y de todo el amor que le entregaba.

-Muy bien... ¿y el tuyo? -Comencé a besar su cuello tatuado mientras lo abrazaba por la espalda. Generalmente venía a este lugar en los recesos y pasábamos el rato juntos. Parecíamos típicos adolescentes enamorados escondiéndonos de las autoridades y eso me encantaba, me hacía sentir joven y vivo.

-Super... -Respondió con una sonrisa y un beso en mis labios.- ¿Me ayudas?

Empecé a afinar los otros instrumentos. En unos días más, debía tocar junto a sus alumnos más prodigiosos en su ámbito y claramente tocarían algo de rock frente a todos. Frankie estaba emocionado, pues podría demostrar todo su talento fluir a través de su guitarra. Amaba verlo como un niño, inventando música e ir cumpliendo sus sueños poco a poco.

Frank se sentó en uno de las mesas del salón y me atrajo hacia él.

En mi mente brotaba la idea de proponerle matrimonio una vez que encontráramos un trabajo más estable y quizás menos prejuicioso que este. En secreto buscaba mejores viviendas y quizás poder adoptar cachorritos de las calles para hacer feliz al hombre de mi vida.

-Frank... nos verán. -Susurré en sus labios, los cuales me besaban con mucha pasión.- No debemos hacer estas cosas acá...

-Nadie pasa por este pasillo en los recreos, bebé. -Rió alejándose unos pocos centímetros de mi- Solo disfruta el momento, ¿si?

No me resistí y acaté sus órdenes. Me dejé querer por el momento, Frank me besaba y abrazaba con ternura hasta que nuevamente toco el timbre para regresar a los salones.

-Nos vemos en la tarde, guapo. -Me alejé guiñando un ojo.

-Prepárate, hoy te tengo una sorpresa. -Me lanzó un beso a lo lejos y salí del salón, procurando que nadie me viera y pudiera sospechar algo.

Camine hasta el salón del curso correspondiente y comencé a hacer clases un poco fuera de lo común. Debía pasar un poco de teoría sobre arquitectura para luego comenzar a hacer los trabajos correspondientes.

-Apaguen sus celulares. -Dije a la clase ya que todos los celulares no paraba de vibrar. El resto de la clase comenzó a murmurar y me quede callado, para ver que estaba ocurriendo.

Todo usaban sus pequeños aparatos electrónicos mientras veían una especie de video.

Algunas personas pasaban corriendo afuera del salón, grabando y gritando cosas poco entendibles.

-¿Qué ocurre? -Pregunté algo confundido-. Estamos en clases...

-Chloe, la chica del último grado... -Respondió una chica de la primera fila mientras no despegaba su vida desde el celular-. Está peleando con el maestro Iero.

¿¡Qué mierda!?

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