Los días siguientes parecieron ser parte de un sueño. Me reí a más no poder con mi hermana, añoré viejos tiempos, y mi corazón se enterneció cada vez más con cada gesto de Ethan. Alan me concedió el poder revelarle a Hannah la identidad de su sobrino y el tiempo transcurrió viendo películas, comiendo dulce y jugando cualquier juego posible. Incluso llegué a tener períodos en los que me desconectada por completo de mis preocupaciones. Ni ser sospechosa de conspiración, ni poder ser juzgada en cualquier momento, ni Drake, perturbó mi respiro de la realidad.
En ocasiones Alan se nos unía, pero, sin ser capaz de deducir el porqué, no parecía estar a gusto con la presencia de Hannah. Él intentaba ocultarlo, sin embargo, yo podía leer a través de su acto. Teníamos poco tiempo a solas, y llegué a suponer que debía tratarse de eso. Intercambiábamos sutiles muestras de afecto, mas no era igual que cuando contábamos en privado.
Sentí que era complicado mantener el balance entre los tres. Quise dedicarle más al rubio, no obstante, mis prioridades eran otras. Creí durante demasiado tiempo que dos personas que amaba estaban muertas y deseaba recompensar lo perdido, a pesar de saber que no borraría el pasado. Confiaba en que Alan entendería, pero no estuvo de más hacer un comentario al respecto.
—Puedes quedarte otro rato si quieres. No estoy tan cansada y últimamente no hemos podido hablar mucho los dos solos —dije.
Hannah se había ido hacía poco con Ethan. Hizo el favor de llevarlo a la recamara de Paula, porque era tarde y mañana tendría práctica de transformación temprano con los demás pequeños de la manada. Alan se había quedado para informarme que pronto tendría que presentarme ante Los Tres, quienes me explicó habían reencarnado y crecido de forma acelerada. Ellos decidirían si me otorgaban la inmunidad, o no.
—No creo que sea buena idea. Estoy algo cansado.
Alan se puso de pie, con toda la intención de marcharse. Yo terminé de acomodar sobre la mesa unos juguetes que Ethan olvidó y me interpuse en su camino. No entendía por qué desaprovechaba ese momento juntos. Al parecer no era Hannah quien lo hacía comportarse distante.
—¿Qué pasa, Alan? —pregunté directamente, estudiando sus facciones.
Había una tormenta en sus ojos. Me miró con indecisión, la mandíbula tensa y el corazón agitado. Había algo que temía decirme, mas no dejaría que lo guardara. Todo lo referente a Hannah, a Drake, a mi hijo, a él y a mí, me interesaba. Eran varias personas dentro de mi radar de preocupación, así que las probabilidades de que tuviera que ver con ellos era alta.
—Dime —insistí—. Si no lo haces, creeré que simplemente estás dejando de quererme.
Estaba jugando sucio. Lo sabía. No obstante, ya había tenido suficiente con Drake ocultándome cosas y, en una situación más delicada todavía, con mucho más que perder, me exasperaba pensar que podía estar ocultándome información importante. Éramos un equipo, así que él no tenía por qué callarse cosas por protegerme, o por tratar de resolverlas por su cuenta.
ESTÁS LEYENDO
La Traidora | Trilogía Inmortal II [COMPLETA]
WerewolfCuando Vanessa aceptó irse con él no fue para permanecer a su lado. Estuvo lista para dejarlo ir, pero él supo mover los hilos, manipulándola de la única forma en la que se le ocurrió: con su amor de madre. Drake sabe que lo odia. Lo sabe y la empuj...