La rubia dando zancadas hacia mí, no había terminado de llegar a la cabina, cuando disparó dos veces.
La acción me hizo retroceder de golpe, chocando contra el cristal. Las personas a su alrededor gritaron y corrieron despavoridas, mas a aquella conmoción no se le sumó un terrible dolor en mí.
Desvié la vista de mi abdomen al cristal, notando que no se había roto, sino que las balas habían quedado incrustadas en su superficie. Era un teléfono público en la calle contraria de la Sede Regional de Cazadores, así que estaba reforzado con vidrio blindado. Respiré aliviada.
Corinne miraba, todavía con el arma levantada, el lugar de impacto de los proyectiles. Primero sorprendida, y luego con una rabia esparciéndose por su ser, provocada seguramente por la suerte que yo había tenido.
Aunque, sus planes solo habían sido frustrados momentáneamente. En esa caja transparente solo existía una salida y la fiera que avanzaba hacia mí estaba a escasos metros, por lo que no tenía escapatoria.
—Ahora sí que ni la diosa podrá salvarte —escupió.
Comprendía su rencor. Yo hui con su casi esposo y había arruinado su aparente cuento de hadas. Creyó por fin haberse ganado a Drake, solo para descubrir que lo mejor para ella hubiera sido dejarlo ir hacía mucho tiempo atrás. Perdió a su hijo gracias a él.
Su enojo tuvo que escalar un nuevo nivel cuando el universo le demostró haberse equivocado con sus palabras. Estaba en mitad de la calle con un arma, casi en la entrada del edificio más seguro de la región. Me sorprendía que incluso hubiese tenido la oportunidad de sacar el arma a la luz.
No pudo concretar sus intenciones de llegar a mí, porque un hombre uniformado la derribó. Otro sujeto se acercó para darle apoyo. Yo no me demoré en distinguir si se trataba de cazadores o no, ni en si se interesaban por mí, sino que aproveché la distracción para abandonar la cabina y correr.
Deseé estar en un lugar menos concurrido y no en plena tarde, para poder cambiar de forma. Corinne había venido en busca de venganza, no a charlar. Tenía que alejarme lo más rápido posible, porque no quería confrontarla y obviamente tampoco quería morir. También estaba el hecho de que no quería toparme con Bryan ni con ninguno de los seguidores de Drake, porque no serían amables con ninguna de nosotras.
Hice un par de cruces y acabé en un callejón. Decidida a deshacerme de mi olor, me metí dentro de un contenedor de basura. Fue asqueroso, pero el hedor disfrazaría mi esencia y esa era mi prioridad para no ser localizada con facilidad. No tardé demasiado, porque lo siguiente era salir de ese espacio impregnado con mi aroma.
No podía ir al apartamento de inmediato, ya que no podía arriesgarme a revelarle la ubicación de la guarida a Corinne. Sería un descuido que podía ser visto como traición hacia Drake y no deseaba eso. No estaba totalmente de su lado, pero no lo entregaría.
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La Traidora | Trilogía Inmortal II [COMPLETA]
Hombres LoboCuando Vanessa aceptó irse con él no fue para permanecer a su lado. Estuvo lista para dejarlo ir, pero él supo mover los hilos, manipulándola de la única forma en la que se le ocurrió: con su amor de madre. Drake sabe que lo odia. Lo sabe y la empuj...