—No daré un paso más hasta que me expliques por qué no podemos hablar en la cabaña —dije acabando de volver a mi forma humana.
Por alguna extraña razón, la noche antes de la fiesta, Drake me había despertado y pedido salir urgente con él. Al principio creí que nos encontrábamos en peligro, pero luego noté la calma en la cabaña y en los alrededores. No dije nada, pero ya a casi un kilómetro de la cabaña, del lado puesto al pueblo, exigí una explicación.
—Quiero mostrarte algo.
Sin ser ya una sorpresa, él no había adquirido su forma cuadrúpeda. Una vez más, su silueta adoptó rasgos similares a los Malditos de Aithan. Similares, porque había detalles que no terminaban de coincidir. Todavía no se movía como ellos, ni se le alargaba la boca, o compartían el olor.
—¿Tiene que ver con la misión que tendré durante la fiesta?
—Sí.
Caminamos un poco más hasta adentrarnos en el bosque. Parecía un hábitat deshabitado. Ni un solo animal nocturno anunciaba su presencia. Además, rondaba la sensación de que algo estaba mal. Un aura sombría que te hacía querer salir de allí. No se sentía como un dominio de Diana.
—No te asustes. Lo que percibes son residuos de magia oscura que se concentró aquí.
—¿Obra de Zigor?
—De una de sus ancestros: Priska.
—¿La bruja que maldijo a esos hermanos y así nacieron los Malditos de Aithan y los Descendientes de Imm?
—Veo que recuerdas tus clases de historia —remarcó y en ese breve instante volvió a ser mi tutor Drake—. Sí, ella. Este es el único lugar que inhibe los poderes de Zigor.
La revelación sobre la pariente de Zigor aumentó mi inquietud. De por sí necesitaba grandes poderes para realizar todo lo que ya había orquestado, mas siendo descendiente de Priska, el grado de peligro que representaba incrementaba. Priska podía considerarse como una de las brujas más malignas que existió. Después de la maldición lanzaba a esos hermanos, que resultó en la creación de dos nuevas razas, su sed de destrucción siguió en ascenso, y provocó incluso plagas y enfermedades que resultaron en innumerables muertes.
Drake se detuvo.
—Aquí podremos conversar en paz.
—¿Te refieres a que Zigor no podrá oírnos? —supuse.
—Sí.
No entendía por qué el brujo decidiría instalarse en un poblado tan cerca de ese lugar. Tan fuera de su control. A menos que tuviera un motivo que le diera beneficios. Tampoco por qué Drake estaría tan interesado en conversar conmigo sin intervención de su aliado. Mi hipótesis iba agarrando fuerza cada vez más.
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La Traidora | Trilogía Inmortal II [COMPLETA]
WerewolfCuando Vanessa aceptó irse con él no fue para permanecer a su lado. Estuvo lista para dejarlo ir, pero él supo mover los hilos, manipulándola de la única forma en la que se le ocurrió: con su amor de madre. Drake sabe que lo odia. Lo sabe y la empuj...