Capitulo 5

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Llego la mañana lo que significaba que hoy tendría que salir con Barbara, no me agradaba la más min8ma idea de estar con ella, pero no tenía ni la más minima opción.
Tome una ducha, fue a mi closet por una prenda de ropa.
Baje a la cocina por un vado de agua, y para mi sorpresa Cole ya estaba despierto lo cual nunca sucede.

—¿Cual es ese milagro de que tu estes despierto a las 8 de la mañana?— arquee una ceja

—Hoy quede en salir con Lili, iremos a tomar unas fotografías al bosque, tal vez no  regresemos hasta mañana, quizas acampemos

—Buena suerte la tuya, yo tengo que aguantar a una total desconocida, que por lo visto no es nada mi tipo

—Hay hermanito, tal vez ella no sea tu tipo, y tambien tu tampoco lo seas para ella, tienes que tener tantito de consideración

—Creo que tienes razon...

—Siempre tengo razón— dijo en tono presumido y luego salió de la cocina

Por un momento pense en lo que me dijo nuevamente, tal vez tenga que tratar de llevarme algo bien con ella, de todas forma nos casaremos... ¿No?

Tome mi auto y conduje hasta su casa, al llegar camine hasta la puerta, pero de repente escuche un ruido que llamo demasiado mi curiosidad.

Pude haber ido a la sala a esperarla, pero no, camine hacia donde venía ese sonido, y me enfurecí al ver a Barbara tratando de bajar por una escalera desde su ventana. ¡Planeaba escaparse! Eso si que no, con suidado de que no notara mi presencía me aserque a ella, y justo cuando iba a caer, la tome en mi brazos.

—¿Nesecitabas ayuda?— dije con sarcasmo

—¡Es esnserio!— se quejo— ¡Sueltame! Trato de soltarse de mi agarre

—Claro que no preciosa, pensaba que estaba siendo demasiado frio contigo, pero veo que no vas a entender por las buenas.

—Eres un imbecil, sueltame de una vez— me miro fijamente

—No lo pienso hacer

La tome fuertemente, la subi en un mi hombro, mientras que ella golpeaba mis ezpalda y me insultaba para que la soltara, pero no me detuve la lleve al auto y coloque seguro a su puerta.

—No te soporto

—¿Y crees que yo a tí?— le recalque

El camino fue bastante callado, ella estaba arrinconada en la ventana derramando lagrima tras lagrima, pero no me importaba en lo más minimo.

Barbara:

No podía explicar el resentimiento y odio que sentía en ese preciso instante por el, toda mi vida se había ido a la borda por ese imbecil, pero si cree que con sus pequeñas amenazas caere a sus pies o le tendre miedo o mucho menos, está muy equivocado, no pienso hacerle el camino facil.

—Ten todo listo, voy para alla— dijo con una voz fría y cortante para luego colgar su telefono sin quitar la vista de la calle

—¿A donde iremos?— pregunté sin optener respuesta alguna

Pasaron otros minutos y luego vi como llegabamos a un muelle.

—Bajate— ordeno y el bajo priemro del auto, baje y azote la puerta por mi enojo, el solo me fulmino con su mirada.

—¿Ya tienes todo listo?— pregunto a un hombre

—Porsupuesto Señor Sprouse—

—¿Ella es su esposa?— pregunto el hombre

—Es mi prometida— dijo y me tomo por la cintura, lo cual deteste.

—Barbara sube al yate, el te guíara— ahora voy yo, tengo que hacer algunas cosas

—¡Espera que!— ¿A donde iremos?— pregunte algo asombrada

—Acaso crees que soy un estupido— dibujo una sonrisa sarcastica en sus rostro— Era más que logíco que luego del el desayuno, intentarías escapar, pero no lo pienso permitir, yo mismo me encargare de vigilarte

—Quieres decir, que viajaremos en este yate, así como si nada— lo mire con desagrado— No traigo nada de ropa,— le recalque con la ezperanza de que cambiara de opinión ya que me aterraba la solo idea de estar con el.

—No te preocupes por eso, ya tienes todo lo necesarío em nuestra habitación, y tus padres no tendran problema alguno

—¿Nuestra?— Yo no pienso dormir contigo

—Escucha bien Barbara— me tomo fuertemente del brazo y me atrajo hacia el— Se supone que tu y yo estamos comprometidos porque nos amamos y no por un arreglo, así que más te vale aparentar, si no quieres sufrir las consecuencias

—¿Y que es lo peor que pudiera suceder?—¿me matarías?— Sería mucho mejor que soportarte— lo mire y luego me di la vuelta en camino al yate.

Camine hacia su interior y era bastante espacioso, y dentro dr la habítación había un monton de fundas con ropa. Pero para mi mala suerte solo había una maldita cama. No quería verlo almenos pir unos minutos, así que subí hasta la parte de arriba y me puse a comtemplar como nos alejabamos y cada vez había menos tierra y más mar a nuestro al rededor...

𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙾𝚛𝚐𝚊𝚗𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora