Capitulo 10

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Llego la mañana y estaba entre los brazos de Dylan me sentía como una estúpida en ese momento porque perfectamente sabia que al despertar todo volvería a normalidad.

—Buenos días— dijo sin quitarme la vista de encima

—Buen día—dije tratando de no hacer contacto visual con el

—¿Estas bien?— pregunto

—Perfectamente

—Me alegro— sonrío— ¿Qué quieres hacer hoy?— pregunto poniéndose de pie

—¿Quién rayos eres tu y que le hiciste a Dylan?— pregunte haciendo que el soltara una carcajada 

—O vamos ni siquiera yo lose pero me levante buen humor, así que aprovecha esto no ocurre todos los días.

—Buen punto— dije con sarcasmo— No lose, quiero comer algo muero de hambre— me queje

—Yo igual, pero en esta isla no hay mas que cocos y mangos— alzo los brazos

—Ok, siento que moriré aquí— me queje nuevamente

—Y yo siento que moriremos de neumonía, parece que va a llover el cielo esta oscuro.

—¿Bromeas?— Era lo único que faltaba 

—Para de quejarte, mejor acompáñame al bosque tal vez halla algún lugar para refugiarnos—dijo comenzando a caminar hacia el bosque

—Esta bien— lo seguí

En la mansión Sprouse: 

—¿Cómo es eso de que están desaparecidos?— pregunto la rubia entrando en compañía del pelinegro 

—No lo sabemos, solo que Dylan y Bárbara decidieron ir a dar un paseo en yate y luego nos llamaron para avisarnos que no estaban en el yate y al parecer están en el mar o algo así pues una de las balsas no esta hay— dijo la madre de los gemelos con un tono de angustia

—esto no puede estar pasando— dijo la hermana de la rubia bastante asustada

—Tranquilízate Lili— la abrazo el pelinegro— Los encontraremos — dijo acariciando su cabello

—Yo llamare a la empresa para para que contacten a un buen servicio de búsqueda, estoy seguro de que están bien

El pelinegro trataba de mostrarse seguro para su novia y madre que estaban asustadas pero en el fondo estaba demasiado asustada de que ha su único hermano y compañero de aventuras le hubiera sucedido algo.

Narra Dylan:

No se que me sucedio ayer fue como un impulso pero no quería que ese impulso terminara no tengo ni la menor idea de que es lo que estoy sintiendo en este instante, pero amor no puede ser nunca senti algo parecido pero amor simplemente no puede ser ademas estoy seguro que ella se siente igual. 

—¡Hey donde vas!— llame su atención

—Creo hay una cueva por aqui— grito

—¡Esperame!— trate de alcanzarla y note que ella entro en una cueva y segundos despues escuche un grito asi que apresure para alcanzarla y al entrar la vi en el suelo

—¡O por dios!— me apresure hacia donde estaba—¿Que paso?— pregunte

—Me tropece con una piedra — dijo adolorida

—No debías venir— dije revisando su herida.

—¡Me duele!— grito quitando mi mano de un jalon

—Eso de pasa por no obdecerme— Ven aqui— trate de ayudarla a ponerse de pie

La tome en mis brazos con cuidado y la lleve a la orilla de la laguna que habiamos visto.
Limpie su herida con algo de agua y rasgue un pedazo de la tela de mi camisa y se la coloque en la pierna.

—¿Crees que llueva?— me pregunto

—Parece que sí— Y no hay ningun lugar para quedarnos, no quiero que te enfermes.

—Tengo una idea— dije poniendome de pie

—A tras de la cascada de la laguna hay algo así como una cueva, podemos quedarnos allí— sugerí

—Me encantaría— me sonrío y senti como mis mejillas se enrrojecían.

—Bueno ire por algunas hoja para ponerlas haí para recostarnos.

Busque por el bosque algunas cosas que pudieran servir para poner en el suelo y encontre unas hoja, las coloqye en el suelo de la cueva, estába bastante acojedora se veía claramente la cascada h no habia piedras así que pidríamos dormir bien, o bueno almenos lo intentaría, derepente sentí un ruido detras de mi y al voltear era Barbara tratando de caminar hasta mí con dificultat, note que no podía así que me  apresure a tomarla en mis brazos y sin darnos cuenta quedamos a tan solo centimetros de nuestros labíos...

𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙾𝚛𝚐𝚊𝚗𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora