Capitulo 17.

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Dylan:

Me hervía la sangre de tan solo pensar que estuvo con ella, y lo peor era que no sabía porque, no me gustaba, o al menos eso trataba de aparentar pero mis celos repentinos no ayudaban nada, pero una cosa si sabía, no iba a permitir que Tyler se le acercara, que en poco tiempo se convierta en socio de la empresa no cambiaba absolutamente nada.

Vi la hora y si ya eran las 2 de la mañana y si más no tenía entendido nuestro vuelo salía a las 4, ya estaba todo listo, a excepción de que Bárbara pensaba que nos iríamos mañana.

—Hey— llame su atención, pues estaba perdida viendo a la nada

—¿Qué?—

—En poco tiempo sale nuestro avión, así que ya puedes irte a cambiar— informe

—¿Avión?

—Obvio, a caso que quieras ir caminando hasta París— solté

—En primer lugar, no se supone que iríamos mañana, y en segundo— ¿Iremos a París?— sus ojos se iluminaron

—Exacto, y créeme que no será cómodo viajar con ese vestido así que anda cámbiate— exigí

—Pero aquí no tengo ropa— se excuso

—No te preocupes de eso, tu hermana ya empaco tus maletas y trajo lo que te pondrás— respondí seco

Ella no dijo nada al respecto, solo se puse de pie y se fue.

Bárbara:

Estaba aun impactada, siempre había querido ir a París, sobre todo por que ahí hubiera sido una de las pasarelas en las que hubiese esta dado, si no me hubiera tenido que casar con Dylan.

Pero estoy segura de que no será un viaje bonito, con su compañía.

Al entrar a la enorme mansión, me encontré con la madre de Dylan sentada en el sillón y al parecer se veía cansada.

—Te vez hermosa, linda— dijo al notar mi presencia

—Muchas gracias Sra. Srprouse—

—Tu hermana me dijo que tu ropa estaba en la habitación de Dylan, puedes subir y vestirte.

—Claro— asentí y subí las escaleras hasta llegar de nuevo a su habitación.

Divise una pequeña caja en la cama, la tome y al abrirla vi unos pants, una chaqueta color beis, una blusa blanca y unas botas beis que hacían juego con la chaqueta.

Presentí que era lo que Lili había dejado para mi, así que me lo puse y me quedo bastante bien, al bajar las escaleras para mi sorpresa Dylan ya estaba esperándome.

Sin decir nada tomo mi brazo y guío hasta el coche en el que estaba el chofer esperando.

—Iré a despedirme de mis padres— agregué

—No, ya debemos irnos— respondía de una forma bastante fría— Súbete al coche.

Yo no me moví de hay, creo que aun no le había quedado claro que odiaba que me dieran ordenes.

—Es una orden, sube al coche— frunció su mandíbula

—Con más razón no pienso hacerte caso— rodee los ojos

—¡Qué parte de que subas al coche no entiendes!— grito, me tomo furentemente  del brazo haciéndome entrar bruscamente al interior del coche.

—Eres un Idiota— me queje

—Y tu una infantil— dijo sin siquiera mirarme.

En todo el camino ninguno de los dos menciono una palabra, era insoportable estar en el mismo lugar con una persona que no te soporta, ni tu al el.

Al llegar al Aeropuerto me sorprendí, pues no era un Aeropuerto normal, si no uno privado, con un avión privado, pero claro debía imaginármelo, son los Sprouse era obvio que no viajaría en una avión normal, pero me enoja que aun así me halla apurado.

Bajamos del auto, y luego de que les hicieran otras revisiones más al avión, nos dijeron que abordáramos, el se apresuro a subir, dejándome a mi a tras, al subir creo que era más que lógico que debía sentarme a su lado aunque lo odiara, pero lo tuve que hacer.

—Puedes dormir, será un viaje bastante largo— dijo sin verme

Yo no respondí simplemente me di la vuelta y me arrincone en la ventana para poder ver como el avión despegaba, al despegar moría del sueño así que deje recaer mi cabeza en el espaldar del asiento.

Estaba a punto de quedarme dormida totalmente hasta que siento un peso en mi hombro, abrí mis ojos levemente para ver, y rayos, era Dylan, estaba profundamente dormido que quizás no lo había notado, se veía tan lindo dormido, su cabello rubio en su rostro lo hacía ver tan dulce y tierno, cosa que no era para nada, pero se veía bastante lindo, solté una sonrisa, y cerré mis ojos para luego dejar recaer mi cabeza sobre la suya y caer en un profundo sueño.

𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙾𝚛𝚐𝚊𝚗𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora