Capitulo 12.

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Narrador:

—¡Lili!— llamo el pelinegro a la rubia que se encontraba sentada en una silla en la FBI

—¿Qué sucede?

—Han detectado una Isla que esta bastante cerca del lugar de donde estaba el Yate— Tal vez hallan naufragado allí—O...— su expresión cambio de felicidad a tristeza y preocupación 

—¿O que Cole?— pregunto desesperada

—O tal vez hallan muerto— dijo con un nudo en su garganta 

—Por favor no digas eso— una lagrima callo por su mejilla

Cole la tomo en sus brazos cobijándola en ellos, el no demostraba la tristeza que sentía, pues debía ser fuerte para su novia y su familia, pero aun las esperanzas de encontrar vivo a su hermano no se habían ido del todo. 

Al siguiente día Lili, Cole y el servicio de rescate que habían contratado partieron en un helicóptero, y comenzaron a volar por encima del azul mar, los minutos y horas parecían no pasar, querían llegar ya a esa Isla y comprobar de una vez si ellos estaban vivos aun, y la  respuesta era mas que afirmativa pero en ese caso ellos no lo sabían, y mucho menos Bárbara y Dylan que parecía que se habían olvidado de todo el mundo estando juntos.

La rubia se estaba durmiendo por el cansancio pues en estos últimos meses no había dormido para nada bien, cuando de repente el pelinegro diviso un pequeño montículo de tierra y rápidamente no dudo en avisarle al piloto haciendo que la rubia se despertara rápidamente.

El fuerte sonido del helicóptero descendiendo llego a oídos de ambos chicos que estaban plácidamente en la laguna, sus corazones se aceleraron y comenzaron a correr como si no hubiera final alguno en sus vidas.

—¡hey!— gritaban ambos para que los escucharan mientras que hacían señas con sus manos. 

Los corazones de la rubia y el pelinegro se paralizarón al verlos, al igual que el de los dos castaños que por fín saldrían de aquella Isla.

El helicoptero desendío, corrieron a abrazrarse y no pretendían soltarse.

Un sentimientonde nostalgía inundo a Dylan y a Barbara, por dejar aquel lugar donde el amor había surgído entre ellos, y no sabían si al irse tambiem terminaría.

Ambos se subieron en uno de los helicopteros que venía de más, los ojos de la castaña se cerrarón al invadirla el cansancío dejando caer su cabeza sobre el hombro de Dylan.

Sus sentimientos estaban hechos una mezcla de emociones que no podían controlar, sobre todo Dylan el cual estaba nervioso al volver, ya se había acostumbrado a despertar a lado de Barbara y acaricíar su suave cabello antes de bañarse juntos en la laguna, pero lo que más lo aturdía era que los sentimientos tan lindos que habían surgido por castaña desaparecieran.

Barbára:

Los días han pasado volando, llegue a mi casa y aunque parezca loco me fue dificil adaptarme de nuevo a dormir en una cama y no en una cueva, pero no puedo negar que es más comodo, ademas de que ultimamente los periodistan han estado asechandome, nuestro caso literalmente es famoso en todo New York, y eso me fustra.

Pero si hay algo que me tiene deverdad pensativa es Dylan, estos días a estado demasiado raro, ya no se comporta de la misma forma que cuando estabamos en la Isla, ahora es más el antiguo Dylan que conocía, y eso me asusta demasiado.

Aunque no lo he dicho nada al respecto, pues seguramente es por el estres que le ha llevado incorparse de nuevo a la empresa de su padre, Cole lo había estado ayudando mucho, pero al parecer no es suficiente.

Hoy quedamos en ir a almorzar, así que me arregle para ir a la empresa un poco más temprano para hablar un poco.

Le pedí al chofer que me llevara, y al llegar todos me saludaban cortesmente y sonrreían, hasta llegar a la recepción en la que estába su secretaría la cual locamente no era la misma y la que me quedo mirando de una manera bastante desagradable al verme, yo estába a punto de entrar a la oficina de Dylan, hastá que escuche su voz a mis espaldas.

—¿Quíen rayos eres, sabes que nesecitas tener una cita o una autorización para molestar al Señor Dylan?— pregunto de una forma demasiada grosera— Retirate de aqui ahora mismo, antes de qud llame a seguridad.

—¿Disculpa?— dije bastante ofendida— En primer lugar, ten más cuidado en como me hablas, por que con solo pedirlo puedo hacer que te corran de aquí, en segundo yo entro a esa ofícina cuando yo quiera— Y en tercero— dibuje una sonrísa victoríosa en mi rostro— Yo soy la prometida, y futura esposa de tu Jefe, así que más te vale no llevarme la contraría, si no quieres que te valla muy mal.

Su cara cambio de enojada a una de panico y avergonzada pero a ls vez de odio, y envidia se podría decir, y luego sin decir nada mas entre a la oficina de Dylan, el cual parecia demasiado abrumado, y al parecer mi presencia no ayudo en lo absoluto.

—¿Qué haces aquí Barbára?— cerro la carpeta que estába leyendo.

—Nada, solo quería venir acopañarte antes de ir a almorzar.

—Si más no recuerdo quedamos en que yo iría a recojerte a tu casa, no que tu vendrías—

—Lose, pero quería venir— me sente en la silla al frente de el.

El ambiente se puso incomodo, Dylan simplemente me ignoro como lo hacía todas las veces que nos veíamos y comenzo de nuevo a revisar sus papeles sin quitarles la vista de encima.

—Dylan nesecitamos hablar— rompí el silencío.

—¿De que?— fruncío el sello algo confundído y me miro detenidamente haciendome estremecer.

—De nosotros— tartamudee, a el parecio no importarle ninguna palabra que dije.

—¿Nosotros?— ¿Y que se supone que tenemos de hablar de nosotros?— pregunto haciendose el desentendido— Creo que ya conoces muy bien las reglas del contrato— arqueo una ceja

—No te estoy entendiendo— movi mi cabeza con confusión— Tu y yo, todo lo que paso en la Isla.

—Creo que no estas entendiendo Barbára— Nunca hubo un nosotros y nunca lo habra, solo fue un amor de verano nada más— dijo de una manera tan fría que me destrozo por dentro completamente

—¿Le llamás amor de verano a todo lo que pasamos?—

—Es como debe de ser, fue algo pasajero y lo sabes.

—Quieres decir que todo lo que pasamos, cada momento y caricía para ti, todo fue un simple amorío— dije algo enojada.

—Barbara— alzo su voz haciendome estremeser— Ya volvimos a la verdadera vida, ya no estamos rodeados de arboles y agua, ahora estamos en la realidad, y en está realudad tu y yo, no es más que un siemple contrato— Y espero que eso te quede claro.

Me miro de una forma que me destrozo, me sentí rota como si algo en mi se hubiera ido para nunca volver, lo sabía, sabía y siempre supe que esto iba a suceder, y fui una estupida al pensar que nuestro "amor" superaría cualquier cosa, mis ojos se llenaron de lagrímas, salí de allí tratando de hacer notar mis emociones, pero creo que todos se dieron cuenta, Dylan ni siquiera se molesto en seguirme, simplemente quería soltar en llanto y golpearme a mi misma por haber sido una estupida que creyo en algo que no existía.

Chicass, adivinen quien tiene que exponer su proyecto mañana, y tiene panico escenico y es más que probable que se saque un 6 :D

𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙾𝚛𝚐𝚊𝚗𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora