Llego la mañana del viernes, eran las ocho AM, y Dylan se encontraba preparando para irse como de costumbre a la empresa de su padre, su mañana consistía en organizarse en todas sus juntas, recibir llamadas a cada rato y mantener el control de las finanzas de la gran empresa, sobre todo ahora que estaba pasando por una masiva crisis.
Tomo una ducha, seco su cabello, se coloco uno de sus trajes, y bajo hacia el comedor en el que ya estaban su hermano gemelo y su madre desayunando.
-Buen día hermanito- saludo el pelinegro con una sonrisa, mientras les daba un mordisco a sus panqueques-Buen día Cole- mamá- dijo señalándola con la mirada
-Ah, y antes de que pongas tu trasero en la silla, papá quiere verte- informo tomando un sorbo de jugo
-¿Sabes para qué?- preguntó
-No lo sé, solo dijo eso- respondió alzando los hombros
Dylan se asombro un poco, pues se le hacia raro que pidiera verlo así de la nada, ya que era más que lógico que no era para nada de la empresa, ya que por su edad el ya no se encarga de ella, y por algo personal mucho menos, pero de lo que se percató, y más extraño le pareció, fue ver la expresión de nervio y susto en el rostro de su madre.
-¿Quieres decirme algo mamá?- pregunto mirándola fijamente
-Lo único que puedo comentar es que es un asunto bastante importante- dijo tratando de no parecer asustada
-No me convences, pero esta bien- recalco para luego salir del comedor e ir rumbo hacia el despacho de su padre.
-Buenos días padre- saludo amablemente- ¿Para qué mandaste a llamar? -pregunto sentándose en la silla que estaba al frente de su padre
-Te seré directo Dylan, sabes que la empresa no esta muy bien que digamos financieramente, me alegro mucho por el empeño que le has dado estos últimos días, pero por lo que veo y lo mucho que puedes hacer, es una sola cosa...
-¿Qué cosa?- preguntó apresurado por saber la respuesta
-Hay una familia bastante adinerada con la cual fui socio hace algunos años antes de que tu tomaras el mando
-¿Sugieres que nos asociemos con esa empresa?- pregunto alzando una ceja, de manera confundida
-No, la única forma de salvar nuestro imperio familiar, es que te cases con una de las hijas del matrimonio- soltó de golpe- de lo contrario no habrá nada que nos una con esa familia, y además que es la única familia que esta dispuesta a brindarnos un apoyo financiero, y todo resultaría el doble de fácil sí contrajeras matrimonio con ella
-¿Hablas de un matrimonio arreglado?- pregunto asombrado
-Exactamente, sí, pero antes del matrimonio tendrán que firmar un contrato, donde se especifica las reglas, un de las cuales son que solo durara tres años, y las más importantes deberán tener un heredero, prácticamente un hijo- te daré tiempo para pensarlo, salvar a la empresa está en tus manos- todavía tendrás tiempo para pensarlo
-No, acepto- dijo decidido, tratando de mostrar su nerviosismo
-Mira Dylan no te estoy obligando a nada, la decisión es tuya y de nadie mas- dijo de forma comprensiva
-Tranquilo padre, se perfectamente lo que hago, y se que es mi obligación, mas bien- ¿Cuándo la conoceré? -pregunto
-Esta misma noche si es posible- informo alegre
-¿Y cual es su nombre? -pregunto
-Su nombre es Bárbara, Bárbara Palvin- dijo
-¿Palvin?- ¿A caso no es algo para la novia de Cole?- pregunto
-¿Hablas de Lili?- si ella es su hermana- Bárbara es la mayor por lo que el contrato lo tiene que cumplir ella al igual que tu- dijo- ¿La conoces?- pregunto
-No, solo conozco a Lili- dijo moviendo la cabeza confundido
-Bueno entonces te quiero aquí antes de las ocho, por que a las 9 iremos a casa de los Palvin- informo
-Bueno, será una nueva travesía para mi, pero estoy mas que dispuesto- dijo algo nervioso
Aquella idea había impactado al rubio, como se casara con alguien a quien a duras penas sabe su nombre, no conoce nada sabré ella o su personalidad, nunca se había enamorado antes no tenia idea de como comportarse.
Pero desde su punto de vista para el solo era un negocio, solo un simple negocio, y lo trataría como tal...
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𝙳𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚘 𝙾𝚛𝚐𝚊𝚗𝚒𝚣𝚊𝚍𝚘.
FanfictionDos adolescentes totalmente diferentes, dos polos opuestos obligados al amor, cuando lo único que sentían era odio uno por el otro. Bárbara una chica de 20, con un sumo potencial y amor por el prójimo, y con el inmenso sueño de convertirse en modelo...