—¿Qué tal tu semana, bebé? — preguntó el mayor mientras se acurrucaba entre los brazos de Jimin y apoyaba su cabeza en el duro pecho.
—Interminable.— suspiró con sigilo.— Ya me hacía falta relajarme así. ¿Y tú qué tal has estado?
—Normal, ya no tengo nada más que presentar así que estoy libre de la universidad.
—Eso es genial, yo creería que estoy igual que tú.
Jimin escuchaba y respondía a todo lo que el mayor le decía, sus ojos estaban cerrados por completo, estaba cansado pero no lo suficiente como para dormir. Sólo quería mantenerse al lado del cuerpo caliente que lo sujetaba con fuerza.
A penas Yoongi había cruzado la puerta de su casa no habían podido evitar besarse con vehemencia para luego terminar hechos un desastre de extremidades sobre la enorme cama de su habitación. Sucedió rápido y más intenso que veces anteriores, en cada toque y respiración se podía sentir cuánto se habían extrañado el uno al otro.
—¿Tienes planes para este verano?— preguntó Jimin de repente, tanteando la zona antes de proponer su idea.
—Ninguno. Mi padre planea aprovechar la temporada alta para trabajar lo más que pueda, él y su prometida planean casarse el próximo invierno.
—¡Eso es tan lindo! ¿Yo estaré invitado?
—Por supuesto, no me perdería por la nada la oportunidad de verte luciendo un traje.— la broma había sonado un poco más sugerente de lo esperado pero de igual manera hizo reír al menor.—¿Y tú piensas hacer algo estas vacaciones?
—No lo sé. Tal vez hacer el amor sin parar con mi chico en mi nuevo lugar especial hasta que comiencen de nuevo las clases.— dijo como si nada. Yoongi le miró estupefacto, estaba fascinado por la idea y al mismo tiempo sentía la timidez acariciarle el rostro.— ¿Qué opinas? ¿Te gusta mi plan?
— Depende.— respondió recobrando la compostura de nuevo.— ¿Qué gano yo?
— Que salte sobre ti tan rápido como me lo pidas.
— Suena interesante... ¿Qué tal rápido lo puedes hacer?
Jimin le miró con sus ojitos bañados en excitación. Su piel comenzaba a sentirse ajustada sobre su cuerpo y cada parte de él pedía por Yoongi.
— Déjame mostrarte.— le dijo mientras se subía sobre el mayor y comenzaba a besarlo con lentitud y mucha pasión.
Yoongi lo sujetaba de la nuca atrayéndolo más hacía él mismo, no quería que parara de besarlo, no podía dejar de besarlo. El cuerpo de Jimin pegado al suyo se sentía increíble, a cada segundo que pasaba sentía que se volvía más adicto.
Cuando el mayor había comenzado a acariciar su entrada, su celular sonó interrumpiendo todo lo que estaba haciendo. Hubiera ignorado a quien fuera que estuviera del otro lado de la pantalla de no ser porque reconocía la horrible canción que sonaba especialmente para ese hombre.
Rendido, se puso de pie dejando a su chico frustrado solo en la cama y esperando por él. Tomó el celular que estaba sobre su escritorio y suspiró cansino antes de hacerle una seña a Yoongi de que haga silencio y atender la llamada.
—Padre.— saludó.
— Jimin. Quería informarte que ya están confirmadas tus peleas de la próxima semana. No te la pondré fácil así que te conviene hacerlo bien porque hay mucho dinero en juego. ¿Entendido?
—Sí, señor.
—Por lo que tengo entendido, es tu última semana. ¿Qué piensas hacer luego de que te retires?
—Seguir estudiando, nada más.
—Bastardo mentiroso.— Jimin lo oyó gruñir a través de la línea y por un momento tembló.— Le diré al idiota de Siwon que te diga los detalles. Y la próxima vez atiende rápido el celular que no tengo tiempo para perder contigo.
—Lo siento.— se disculpó y casi de inmediato sintió la dura mirada de Yoongi clavada en su nuca, sabía que se debía estar preguntando mil cosas y que probablemente sentía enojo por esta situación que no entendía. Jimin se sentía tan avergonzado.— ¿Me dejará verlo?
— No.— dijo y cortó la llamada dejándolo destruido.
Bloqueó la pantalla del celular y volvió a dejarlo sobre la mesa. Le tomó una milésima de segundo reprimir todo eso que había en su pecho y mente, no era el momento para dejarlo salir. En cambio, se volteó para mirar a Yoongi.
El chico lo miraba sin expresión alguna en su cara, su gesto inmaculado no decía nada pero al mismo tiempo le gritaba que quería ayudarlo.
Ignoró todo e intentó olvidar la llamada. Volvió a subirse a la cama, no dijo nada, Yoongi no preguntó nada tampoco, lo cual agradecía demasiado. El, ahora, pelinegro se sentó sobre su regazo y empujó los hombros del mayor dejándolo completamente acostado sobre las mullidas almohadas.
Se besaron lento y húmedo. Las sábanas que cubría su desnudez se sentían heladas en comparación de lo mucho que sus cuerpos estaban ardiendo.
Yoongi le miraba con todo el amor que le cabía en el alma, estaba terriblemente enamorado del chico que se movía sobre él, de ese chico que le llamaba entre gemidos y le decía que lo quería. Irguió su cuerpo quedando él también sentado y lo atrajo en un ferviente beso en donde le repetía una y mil veces que lo amaba.
Moviéndose a la par culminaron su acto y volvieron a acostarse. El cansancio los consumía pero no podían dejar de mirarse, de acariciarse, de regalarse besos y palabras lindas.
Para Jimin, el estar con Yoongi era un regalo que el universo le había regalado a cambio de todo lo malo que le hizo pasar. Y para Yoongi, estar con Jimin se sentía como el propósito para el cual nació. Ninguno podía pedir nada más.
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Fight for blood | yoonmin
FanfictionYoongi está perdidamente enamorado de Jimin, un compañero de universidad con quien comparte algunas de sus clases en la universidad. Jimin esconde un secreto que trae consigo un enorme peligro, nadie en su entorno, salvo su mejor amigo Hoseok, sabe...