Fight for blood | yoonmin

Capítulo 24.

Eran a penas las seis de la mañana cuando Jimin ya había tomado un batido rico en proteínas y nutrientes para tener energía y había decidido salir a correr un poco al parque antes de empezar su día. Solía hacer aquello cuando necesitaba preparar su mente para un trabajo tedioso de realizar.

Desde que Yoongi apareció un su vida tenía mucho más miedo al futuro incierto. Gracias a él había decidido terminar con todo aquello de una vez y ahora había encontrado una increíble ventaja que le prometía el comienzo de un final feliz.

No estaba seguro de cuán cierta era aquella promesa pero quería aferrarse a ella cuanto pudiera. Necesitaba creer y mantenerse firme.

Siwon había conseguido que un contacto de hace muchos años le prestara un poco de su tiempo. Habían mantenido una breve conversación vía llamada en donde él le explicó a qué se debía su solicitud para una reunión urgente, el hombre tomó la increíble oportunidad que se le presentó y aceptó gustoso a organizar el encuentro.

Finalmente el día de la reunión había llegado luego de un par de días inexplicablemente largos. Sentía que no tenía tiempo para absolutamente nada. A diario se levantaba muy temprano por la mañana y organizaba las cosas de la universidad y estudiaba, iba a clases y cuando volvía hacía ejercicio y entrenaba.

Si bien, el trato que había hecho con su padre consistía en ir a las peleas que habían arreglado para él (aunque su padre no haya dicho nada al respecto, sabía que debía ganarlas a todas, era una especie de contrato silencioso que siempre debía mantenerse, de lo contrario podría tomar la pérdida a su favor) y Siwon debía entregarle una suma importante de dinero que se había fijado desde el comienzo. Cuando eso se cumpliera, Jimin se ganaba su título de libertad. La parte difícil sería meterlo en el agujero que comenzaría a cavar para él a partir de ese día.

El agente le había mencionado que su participación en la investigación sería de vital importancia, sumaría mucha información útil que posteriormente sería utilizada como fundamentos para presentar cargos en su contra. También le mencionó que podría tardar mucho en concluir finalmente debido a que se trataba de una causa internacional ya que los negocios de su padre se extendían más allá de Corea, incluso más allá de China y Japón.

El hombre se mostraba confiado, lo que había ayudado a Jimin a sentirse menos errado con las decisiones que estaba tomando últimamente. Ahora también sabía que Siwon estaba metido en la causa, por lo que había podido entender, llevaba bastante tiempo involucrado en este asunto, lo que también le daba a conocer lo difícil y extensa que era la situación. Pero Jimin, al ser su hijo directo, podía conseguir mucho más que cualquiera de ellos, tenía en su mente registro de millones de cosas que probablemente no hubieran sabido nunca sin su ayuda, tenía bajo su poder pruebas de transacciones, llamadas telefónicas, registros de hospitales, fotografías, contratos, etc.

Tenía una angustia que era inmediatamente suavizada al pensar en volver a ver a su madre, en volver a verlo a él. Sólo podía imaginarse su vida después de la dura batalla que tendría que dar. Jimin necesitaba ser feliz, necesitaba sentir por primera vez que era algo más que un simple objeto que le generaba dinero a alguien más.

Hablando claro, no sería tan hipócrita de llenarse la boca hablando de la forma tan sucia de jugar que su padre tenía, la forma horrible de hacer dinero, ya que un poco gracias a él hoy vivía con todas las comodidades y no tenía problemas económicos en absoluto. Pero ¿a qué costo? El dinero no valía todo lo que había perdido en el camino.

Eso lo desalentaba pero intentaba mantenerse en pie. En ese momento sólo podía pensar en respirar correctamente para no quedarse sin aire mientras corría.

El clima estaba frío pero no se quejaba, él sólo corría. Necesitaba ponerse en marcha de una vez, dejar de temblar y volverse firme. La reunión sería por la tarde, luego de que saliera de clases. Él iría donde se ubicaba la oficina de Siwon y en alguna habitación desocupada escupiría toda la información que tuviese. Tenía que ser allí para que nadie sospechara absolutamente nada, nadie podía verlos juntos porque fácilmente podría deducirse.