Capítulo 12.

13 3 0
                                    

Jimin...

— Buenas tardes, señor. — respondió el pelirubio casi mecánicamente, estaba acostumbrado a hablarle de aquel modo, cuidando su tono y su vocabulario.

Tienes otra pelea esta noche.

— Pero es día de semana, señor.— su entrecejo de frunció y cerró los ojos unos segundos para lograr calmarse sino cometería algún error.

Gracias por la obvia información, estúpido. Tienes una pelea esta noche, a las 9p.m. tienes que estar ahí. ¿Entendido?

Entendido, señor.

La llamada finalizó y se agarró los cabellos en un puño debido a la frustración. Aquel hombre no sólo le jodía los fines de semana sino que ahora los día de semana también.

Se miró al espejo y su mirada se perdió en su rostro. El frío del lavabo de ese baño le daba escalofríos de vez en cuando y lo traía de nuevo a la realidad.

Lo que le preocupaba era que no había entrenado las horas suficientes como lo haría cualquier otro día donde se preparaba para alguna pelea. Además estaba con sus compañeros de la universidad y no tenía ganas de inventar excusas para irse.

— ¿Está todo bien? — Jimin se dió vuelta y sus ojos se encontraron con los de Yoongi, sonrió inconcientemente y se acercó a él para darle un pequeño beso.

— Todo bien, sólo que surgieron algunas cosas que tengo que arreglar. — suspiró molesto, quería llorar. Estaba cansado.

— ¿Te tienes que ir? — preguntó en un tono donde casi pasaba desapercibida su descepción. Jimin asintió. — Si quieres puedo acompañarte a tu casa.

Se sujetaron de las manos y salieron del baño para ir donde el resto los esperaba. Prometiendo que saldrían otra vez, se despidieron de Jackson y Chanyeol y salieron del bar café.

El camino a la casa de Jimin fue silencioso, el mayor de los dos notó la mirada desenfocada del pelirubio pero decidió no molestarlo al percatarse de la tensión de sus músculos.

Yoongi apagó el motor del auto y se bajó para seguir al menor quien se había bajdo en completo silencio. La casa se encontraba oscura y silenciosa, el pelinegro creía que era muy grande para una sola persona y aunque Jimin también lo sentía así se conformaba porque por lo menos tenía su propio espacio.

— Tengo que salir en veinte minutos y quizas vuelva en dos horas, tal vez más o menos, no sé. — murmuró a penas audible.

— Está bien. — le sonrió. — Yo me voy ahora.

— ¿Ahora?

— Eh si, tú tienes que irte dentro de un rato así que no sé por qué me quedaría. — rió.

— Claro. Si quieres puedes quedarte.

— ¿Quedarme? — Jimin asintió enérgicamente.

— Quédate, come algo, puedes ver la TV o hacer lo que quieras hasta que llegue.

— Pero entonces se me hará algo tarde para irme a mi casa.

Jimin se quedó en silencio mirando al mayor pensando en si era correcto lo que tenía ganas de pedirle a su mayor, no lo pensó demasiado, tenía poco tiempo antes de irse y debía preparar las cosas que debía llevar consigo.

— Quedate y duerme conmigo.

— ¿Q-Qué? — el pelirubio rió por la ternura que le causó ver la reacción del mayor.— ¿Dormir contigo?

Fight for blood | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora