Capítulo 15.

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— ¡Jb! — saludó Jimin a su amigo.

Jaebeom era un chico sumamente agradable, no tenía maldad en su persona. Jimin lo conoció en su adolescencia en uno de los galpones donde su padre lo llevaba a entrenar. Hicieron conexión casi instantáneamente, fue agradable para ambos encontrar un amigo en un lugar como ese, donde vivían rodeados de personas que si quisieran podrían pegarles un tiro allí mismo.

— Hola, Jiminie. — saludó de vuelta mientras le envolvía en un abrazo. — ¿Cómo has estado?

— Ocupado. — respondió rompiendo el abrazo y permitiéndole el ingreso a la casa. — ¿Y tú?

— Igual, ya sabes. Jaehyung está como loco, entramos en la peor etapa del año.

— Me imagino. — suspiró agotado sabiendo claramente a lo que su amigo se refería. — Oye, te quiero presentar a Yoongi.

El mencionado levantó la cabeza al oir su nombre y se acercó despacio a los otros dos chicos. Jaebum le sonrió amable y le tendió la mano en espera de ser estrechada.

— Un gusto, Yoongi. Soy Jaebeom pero puedes llamarme Jb.

— El gusto es mío, Jb. — le devolvió la sonrisa.

Jimin estaba encantado con la escena. Jaebeom sabía algo sobre Yoongi y lo mucho que le gustaba a Jimin pero no esperaba conocerlo tan pronto ni mucho menos en la casa del pequeño pelirubio a quien le regaló una sonrisa sugerente hacéndolo sonrojar de inmediato.

— ¡Yah! No molestes, Jb. — le pidió cubriendo su rostro sorojado con sus manos. — ¿Trajiste todo?

— Lo hice. — asintió. — Es mucho esta vez.

— Eso me dijo hyung. — frunció un poco el ceño pero luego lo relajó. — Dame las llaves, yo iré por él.

— Ten. — respondió y le entró las llaves de su camioneta.

Jimin salió de la casa dejando a ambos chicos solos en la sala de estar.

— Así que, Jimin ¿eh? — intentó Jaebeom. — ¿Están saliendo?

— No... aún.— respondió con aires de duda. — Sólo lo estamos intentando.

— Entiendo. Supongo que Jimin quiere esperar a salirse. — comentó más para sí mismo pero de igual manera contestándole a Yoongi.

— Algo así dijo.

— Tienes que respetar sus tiempos, sé cómo es él y sé que lo hace todo cuidadosamente para no errar en ningún paso. Es alguien que ha vivido mucho y si te pidió tiempo es porque realmente lo necesita.

— Lo sé y lo entiendo. — le sonrió seguro. — Llevo mucho tiempo esperando y ahora no pienso arruinarlo.

— Eso es genial. — Jaebeom se alegró. — Espero que todo les salga bien.

Yoongi iba a responder pero vió a Jimin entrar a la casa cargando dos enormes bolsos negros que lucían pesados. Se acercó para ofrecerle su ayuda pero este se negó asegurándole que podía solo.

Jaebeom los miraba divertido. Notaba la mirada de Yoongi y le gustaba que su amigo tuviera a alguien que le quisiera de esa manera.

— Esto tengo que contárselo a Youngjae. — se dijo a sí mismo en un murmuro que pasó desapercibido por los otros dos chicos.

Jimin dejó los bolsos en su habitación y regresó a la sala de estar donde habían quedado los otros dos chicos. Ellos se encontraban hablando amenamente sobre la universidad y la carrera que Yoongi estudiaba.

— ¿Así que tú y Jiminie estudian lo mismo? — preguntó aún sabiendo la respuesta ya que Jimin se lo había contado con anterioridad.

— Sí. — respondió con simpleza. — Él es uno de los mejores de la clase.

— Ya me lo creo. — rió. — Siempre fue un cerebrito.

— ¡Yah! ¿Qué le estás diciendo a Yoongi? — se quejó el pelirubio.

— Que eres un nerd de toda la vida.

— Callate, no es así.

Yoongi le miraba divertido. Le gustaba ver a Jimin, le gustaba saber de él, y le alegraba que le hiciera parte de su vida de a poco. El que le haya presentado a uno de sus amigos hablaba de lo mucho que Jimin lo intentaba y mostraba su esfuerzo por intentar que las cosas entre ellos funcionen.

Yoongi notaba que habían cosas en él que lo mantenían preocupado y agotado. Tenía miedo de que eso terminara haciéndole un verdadero daño, no se sentía preparado para ello. No sabría qué hacer. Nunca se consideró una persona fuerte.

¿Qué pasaría si el secreto de Jimin era tan malo que no podían mantenerse juntos? ¿Y si Jimin decidía no soltarse de eso que lo mantenía sujeto y le dejaba?

No le importaba lo que sucediera luego siempre y cuando Jimin pudiera vivir tranquilo y en paz. Su salud física y mental le importaba mucho más que cualquier otra cosa que pudiera perjudicarle a él mismo.

Quería que la mirada de cansancio y miedo que el pelirubio solía tener se fuera. Quería verlo vivir su vida sin esas ataduras que tanto le lastimaban.

No sabía que tan malo era lo que le sucedía pero sabía que lo era lo suficiente como para que le resultara tan difícil alejarse de ello.

Tiempo. Sólo era cuestión de tiempo y todo se solucionaría. Confiaba en Jimin, confiaba en lo que tenían juntos, confiaba en que todo iba a salir bien y se aferraba a ello.

Fight for blood | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora