Ambos cuerpos se encontraban tendidos en el calor de esa cama, profesando su amor a través de suaves caricias y besos profundos. Buscaban conocerse aún más pero no sentían que el tiempo se les estaba agotando, iban con una lentitud estremecedora pero de esa manera de aseguraban de no saltearse ningún recoveco por descubrir.
Sentir a Yoongi sobre su cuerpo era cautivante, el verse atrapado debajo de su rígido cuerpo lo enloquecía. No podía controlar sus manos inquietas que no paraban de querer hundirse en la piel tersa de su chico. Sus dígitos se clavaban en su espalda y lo atraían aún más cerca, estaban pegados uno al otro pero seguían sintiéndose lejos.
Cada nueva acción era como oír bombas estallar, se sentían aturdidos por el placer y sus corazones latían desmesuradamente. Estaban volviéndose locos poco a poco.
Yoongi acariciaba con suma delicadeza la piel descubierta de su torso y por momentos lo sentía al borde de perder la cordura porque lo sujetaba contra sí lo más que podía y se ahogaba entre sus labios.
— Eres precioso.— susurró Yoongi sobre los labios de Jimin.
El pelirojo sonrió tímido y lo atrajo en un nuevo beso.
En una nueva oleada de placer adentró sus manos por debajo de la camiseta del mayor levantándola sólo un poco. Sentía los húmedos besos sobre su cuello y se entregó a las sensaciones que estaba expetimentando.
Buscaba sujetarse de alguna parte del cuerpo encima suyo, sentía que en cualquier momento saldría volando, era irreal sentirse así de bien y que fuera tan sólo un simple mortal quien te llevara al maldito paraíso.
Yoongi se enderezó aún ubicado entre sus piernas y se quitó la camiseta dejando a la vista el magnífico tono blanco pálido de su piel que estaba siendo levemente decorada con delgadas líneas rojizas provocadas por la intensidad de sus caricias.
Su cuerpo era precioso ante los ojos de Jimin.
Se sentó en su lugar quedando su rostro a la altura del pecho de su mayor quien posterior a su acción jadeó al sentir su respiración sobre su piel. Subió sus manos y lo sujetó de la cintura para tener a donde aferrarse.
No pudiendo contenerse más, lo besó sobre su esternón y fue lamiendo desde allí hasta llegar lo más abajo que los pantalones de su mayor le permitieron. Sus dientes apresaban la piel enrrojeciéndola para luego ser besada.
Sentía las fuertes manos acariciar su cabello, oía la profunda voz de Yoongi pidiéndole más, los jadeos y bajos gemidos que llegaban a sus oídos estaba llevándolo al límite. Acariciaba el cuerpo ajeno con desmedido deseo y amor.
— Me encanta tu cuerpo, hyung. — le dijo mirándolo a los ojos mientras subía hasta su pecho para después lamer uno de sus pezones.— Tú me encantas.
— Y tú me encantas a mi. — correspondió sonriente.
Yoongi empujó a Jimin hacia atrás volviendo a posicionarse encima de él. Sus bocas se unieron en un apasionado beso ahogándose en su compartido placer.
Jimin rodeó sus caderas con sus piernas atrayéndolo a sí mismo, elevando su propia pelvis comenzó a crear un tortuoso vaivén entre ambas entrepiernas. La fricción era sofocante. Ambos se movían al mismo compás buscando apagar el fuego que los estaba consumiendo.
Jadeaban con sus bocas pegadas y ninguno mostraba indicios de querer detener sus movimientos. Yoongi simulaba embestidas cada vez más firmes, Jimin estaba perdiendo la cabeza con cada golpe.
El menor de los dos metió sus manos entre sus cuerpos y las dirigió hacia el pantalón de su hyung, el mayor se fue quedando quieto de a poco permitiéndole hacer lo que quería con él. Desprendió el botón, bajó la cremallera y a continuación metió sus manos dentro de la ropa interior tomando con una la palpitante erección y a la otra la subió hasta sus omóplatos por donde lo abrazó.
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Fight for blood | yoonmin
FanfictionYoongi está perdidamente enamorado de Jimin, un compañero de universidad con quien comparte algunas de sus clases en la universidad. Jimin esconde un secreto que trae consigo un enorme peligro, nadie en su entorno, salvo su mejor amigo Hoseok, sabe...