Fight for blood | yoonmin

Capítulo 22.

NAMJOON Y SEOKJIN. Segunda parte: la perspectiva de Namjoon.

"VEN A MI DEPARTAMENTO, TENEMOS QUE HABLAR." decía el mensaje. ¿Ahora qué se supone que haría?

Frunció el seño y meditó. Porque era lo único que se le ocurría hacer en ese momento antes de levantarse e ir donde Seokjin lo citó. Creía saber de qué iba todo el asunto, sabía que tarde o temprano llegaría el día en que ambos tuvieran que desnudar sus sentimientos por completo y hablar sobre ellos pero no se imaginaba que ese día llegaría tan pronto.

Namjoon siempre se consideró un cobarde, nada más y nada menos. Un cobarde. Había intentado toda su vida ocultar lo que era demasiado obvio, no existía forma de evadir eso que tanto le molestaba. Porque sí, siempre supo que era homosexual y que su amor le pertenecía únicamente a su mejor amigo, Seokjin.

Pero él realmente lo intentó. Él intentó eliminar esas ideas de su cabeza para siempre, suprimir su locura de una maldita vez. Entonces eligió ser un imbécil. Comenzó saliendo con algunad chicas, nada serio, sólo buscaba buscar un tipo que le llamara más la atención. Buscaba nada en específico pero seguía sin sentirse satisfecho.

Luego comenzó una relación con una conocida del instituto, le parecía muy bonita pero a veces muy poco soportable, hablaba mucho pero para él estaba bien. Posteriormente inició un noviazgo con otra chica, luego con otra, luego con otra y así sucesivamente. Siempre salía con el corazón roto. No porque ellas realmente le hubiesen importado, sino porque siempre terminaba por confirmar lo que él ya sabía, pero siempre volvía a cometer los mismos errores y todo esto porque era un cobarde.

Algo en su interior le decía que debía parar con todo esto, que su amigo estaba siendo lastimado, que ambos estaban siendo lastimados. La situación estaba volviéndose más complicada y no se sentía capaz de lidiar con algo así, estuvo a punto de tirar todo a la basura y seguir con su miserabe vida él sólo, pero luego pasó lo más impensable: ambos habían confesado su amor. Sí, sabía que fue en una situación no totalmente agradable, es decir, su mejor amigo estaba destrozado cuando lo hizo, sus ojos estaban tan rojos y llorosos que se golpearía millones de veces a él mismo por haber permitido que algo así sucediera.

Cuando estuvo con Yoongi y habló sobre esto entendió muchas cosas que antes no. Estaba siendo egoísta al asumir que esa relación que ambos tienen era sólo suya y que si tomaba espacio para él mismo estaba bien. Nunca pensó en el daño que le podía estar haciendo a Seokjin, debiò haber hablado todo esto desde un principio, sin importar cuál hubiera sido el resultado final.

Namjoon amaba a Seokjin, lo amaba con locura y total entrega. Eso era irrefutable, nadie podría negarlo. Admite que fue un imbécil y que aún seguía comportándose de esa manera pero estaba muy cerca de arreglarlo todo. Sabe qué es lo que su amigo necesita, qué es lo que ambos necesitan.

Ya no podía negarse más a esto que sentía, tenía que hacerle frente y dejar de reprimirse tanto. Él quería estar con Seokjin, y sabía que Seokjin quería estar con él. ¿Entonces por qué no? Es decir, no hay nada ni nadie que se lo impida, no hay nada que pudiera grenar esto tan grande que estaba sucediendo en este momento.

Entonces, sin pensarlo más, se puso de pie y a paso decidido fue hasta la casa de su mejor amigo. Los nervios lo estaban comiendo vivo pero se negaba a dar marcha atrás. No dejaba de pensar en qué podía ser lo primero que podría decir cuando llegara, había pasado todo el camino en lo mismo y no se había dado cuenta de que ya estaba a media cuadra del edificio donde vivía Seokjin.

Cuando estuvo frente a su puerta sus miedos se hicieron reales. Él iba con la cabeza dispuesta a hacer algo pero ¿y si Seokjin lo había citado por alguna otra razón? No quería pensar en esas cosas, no ahora.