Capítulo 9.

11 3 2
                                    

🌌

Confundido. Esa era la palabra que abarcaba el cómo se sentía Yoongi en ese momento. Porque ¿cómo pasó de estar besándose con el chico más lindo de todos a estar sentado en un parque luego de que éste se haya apartado y le haya dicho que lo que pasó fue su culpa y que lo disculpara? ¿Que lo disculpara por qué?

¿Cómo podía pedirle disculpas por algo que él no empezó? ¿Acaso tan mal besaba? No, no creía que fuera eso, sino no lo hubiera besado de vuelta, s había sentido menos desastrozo de haberlo besado cuando lo hizo. Realmente llegó a pensar que lo había jodido todo.

Tenía tantas dudas en su cabeza, no sabía si debía sentirse culpable, arrepentido, feliz.

"— Yo... Dísculpame, hyung. Yo, no debí."

Quería gritar, gritar tanto. Había besado a Jimin, al mismísimo Park Jimin. ¡Joder! ¡Y él también lo había besado!

Se había sentido tan bien hacerlo, los suaves belfos del pelorubio se sintieron como el cielo y el infierno sobre los suyos, cada caricia que estos le daban eran su perdición. Amó el sabor de su boca, sentir sus respiraciones mezclándose y haciéndose una. Jamás olvidaría lo que se sintió tener las pequeñas manos de Jimin acariciando la piel de su rostro y cuello, acariciando su cabello.

Fue, sin dudas, una de las mejores cosas que le pasó en la vida.

Por otro lado, Jimin se encontraba recostado en la bañera de su habitación con agua fría hasta el borde y su ropa aún puesta. El miedo era poco a comparación con lo que él estaba sintiendo en ese instante, estaba aterrado. No podía parar de llorar.

No podía involucrarse con alguien como Yoongi, no porque el pelinegro fuera poca cosa a comparación con él, por el contrario, era muchísimo más valioso e importante de lo que él sería en toda su vida. Involucrarse con él significaba que tendría que contarle la verdad, su verdad.

¿Y si nunca llegaba a salir de ese mundo? Sería incapaz de arrastrarlo con él.

Las luchas ilegales eran peligrosas, y más aún si había gente de mucho poder metida en ellas. Gente que podría matar si las cosas no salen como ellos quieren, aunque pocas veces recurrieron a esa herramienta pero nunca sería completamente rechazada.

Las cosas podrían ponerse mal en cualquier punto y Yoongi saldría lastimado por su culpa. Daría su vida para protegerlo de todo ello.

Además, ¿cómo le diría que él hace esas cosas para ganarse la vida? Claro está que tiene sus motivos, motivos que lo atarán hasta el último día. Pero es como si sintiera que no vale lo suficiente como para que esos motivos justificaran su accionar.

Su padre lo obligó a quedarse allí aunque no quisiera, lo ató a ese destino condenándolo a ser quien hoy es. Sabe los planes que su padre tiene para él y a pesar de que tiene una salida no es cien por ciento seguro que pueda conseguir librarse de ello. En el caso de que no lo lograra él tendría que permanecer en el negocio hasta que algo drástico le permitiera hacerlo o que, en el muy lejano de los casos, su padre cambiara sus planes y él dejara de luchar.

Pero de cualquier manera, alguna vez tendría que contarle a Yoongi lo que sucede y sucedió siempre en su vida. Hay muchas cosas que deberá explicarle, y siempre existirá la opción de que Yoongi se aparte de él. Si decidiera quedarse a su lado tendrá que permanecer muy al márgen de todo porque de otro modo podría ser el blanco para que su padre obtenga de Jimin lo que él quiera tener.

No lo condenaría a esa vida. Yoongi se merece más que eso, más de lo que él podrá ofrecerle.

"Para: Yoongi hyung.

Hyung, lamento haberle pedido de esa manera que se fuera, habían algunas cosas que tenía que hacer. Y me disculpo por haberlo besado, no debí haberlo hecho. Por favor, olvídese de que eso pasó.

Gracias por ayudarme. Nos vemos luego."


¿Que si dolió? Joder, leerlo le destrozó el corazón. ¿Cómo podría olvidarse de lo que pasó? Jamás podría.

La verdad es que a Jimin le dolió tanto escribir ese mensaje como a Yoongi le dolió leerlo. Dos corazones gritando desde lo profundo y pidiendo por el amor del otro.

🌌

Hoseok se encontraba en un parque cercano a la universidad esperando por uno de sus compañeros de clases. La tarde era calurosa y el atardecer comenzaba a asomarse en el cielo despejado.

Gente caminado de acá para allá, algunos solos y otros acompañados. De haberse dado cuenta podría haber traído a Solar con él para que jugara un rato en el parque, sabía que a su hermanita le gusta ir al parque en las tardes calurosas como esas.

Su mirada se enfocaba en todo lo que pudieran captar, le agradaban los lugares así, se despejaba y relajaba bastante. Le gustaba ver a la gente, a los niños jugar. Había mucha vida y eso le transmitía tranquilidad.

Su cuerpo se enderezó en su lugar y sólo oudo concentrarse en eso tan lindo que veía. Era una belleza tan única, tan elegante. Su cabello gris cayendo por su frente siendo iluminado por los rayos del sol, su perfil dándole una perfecta perspectiva de su nariz, sus labios y mentón terminando la meticulosa simetría de su rostro.

Ah estaba loco por ese chico, Kim Taehyung.

Nunca se animó a hablar con él más que un par de veces y por que sus horarios de clases coincidieron. Nunca se animó a invitarlo a salir. Ni siquiera sabe si aquel peligris sabe su nombre, o quién es.

Su corazón se detuvo cuando lo vió mirar hacia donde estaba él, la cara de Taehyung expresaba sutilmente sorpresa pero su expresión se relajó y le regaló una enorme sonrisa rectangular y lo saludó con la mano. Tan dulce.

Lo saludó, su amor platónico lo reconoció. le sonrió.

Si tan sólo Hoseok fuera más observador y notara las miradas que Taehyung le daba siempre. Eran dos locos queriéndose creyendo que su amor y admiración es unilateral.

Fight for blood | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora