Fight for blood | yoonmin

Capítulo 6.

Seokjin caminaba a paso apurado por todo el recinto de la universidad mientras que sus ojos viajaban de lado a lado en busca de su moreno amigo.

Desde la última vez que hablaron, antes de que se encontrara con su amigo que llegó a la ciudad, casi no habían pasado tiempo juntos como solían hacerlo. De alguna manera, Seokjin, presentía que a Namjoon le pasaba más de lo que le decía, y eso lo fastidiaba en demasía.

- ¿Buscas a Namjoon? Está en la biblioteca.

- ¿Eh? - dijo volteando hacia donde venía esa voz.- Yoongi...

- ¿Todo en orden? - le preguntó acercándose al mayor mientras lo guiaba a una banca cerca de ellos.

- Algo así, ¿sabes si está enojado conmigo? - cuestionó cabizbajo luego de que se sentaron.- Sé que le pasa algo pero no me lo dice.

- No soy quién para decírtelo, eso es algo que tienen que arreglar ustedes. De todos modos, ¿hiciste algo para que se moleste?

- Quizas se haya molestado porque fui a ver a mi amigo en lugar de pasar la tarde con él. Pensé que entendería, no lo sé. De cualquier manera, ¿por qué se molestaría por ello? Pasamos casi todo el tiempo juntos.

- ¿Y por qué te sientes tan culpable, entonces?

- No lo sé, sólo... no quiero que esté molesto conmigo. Tú sabes lo que siento por él, supongo que entiendes mis razones para sentirme mal. - susurró bajo, cada palabra le dolía y Yoongi se saba cuenta pero realmente esperaba que ambos abrieran los ojos y se dieran cuenta de las cosas.

- Son mejores amigos desde hace años, supongo que sabrán cómo arreglarlo.

- ¿Y si no lo hace? No quiero perderlo.

- No lo perderás. Se quieren demasiado, no podrían vivir el uno sin el otro.

- ¿Qué debería hacer? - levantó la mirada por fin y miró a su amigo como si suplicara que le aconseje.

- Ir a hablar con él. Ya sabes, está en la biblioteca. - mientras decía eso le sonreía para transmitirle calma.

Ambos se miraron unos segundos más y Seokjin abrazó a su amigo como agradecimiento. Recogió las cosas que traía consigo y empezó su recorrido hacia la biblioteca.

Siempre fue conciente de que su relación con Namjoon era diferente a la que tenía con el resto de sus amigos. Ignoró las alarmas que le decían que sus sentimientos estaban yendo demasiado lejos.

Fue inevitable caer ante los encantos de su mejor amigo, Namjoon tenía todo lo que le gusta de una persona. Es inteligente, gracioso, honesto, lo cuidaba, lo apoyaba, y posee una belleza que lo enloquece.

Se guardó sus sentimientos desde que entendió de qué se trataba, no podría decirle todo lo que lo ama y erriesgarse a perderlo. No podría con ello, no sabría cómo seguir con esa pérdida en sus hombros. Y que Namjoon estuviera tan distante con él le hacía sentir al borde del quiebre.

Con el corazón cargado de miedo y la mente llena de dudas siguió caminando para llegar hasta él.

Abrió lentamente la puerta de la biblioteca y con su mirada recorrió todo el lugar para ver dónde se encontraba. A paso lento atravesó los estantes repletos de libros hasta llegar a un espacio más reducido al de la entrada del lugar, un sitio más aislado con sillones color baige y mesitas ratonas dispersos por ahí.

Lo vió sentado en un sofá cerca de una amplia ventada que da hacía la extensión de espacio verde de la universidad. Su mirada estaba tan perdida en lo que estaba leyendo que no cayó en cuenta del cuerpo frente a él hasta que se sentó a su lado.

Namjoon lo miró por breves segundos y siguió con su lectura. El corazón de Seokjin dolió, y dolió mucho.

- Lo siento, Joonie. - le susurró mientras se acomodaba en el sofá para verlo mejor.

- ¿Por qué te disculpas? - luego de preguntarle fijó su vista en sus zapatillas y frunció levemente el ceño.

- Por haberme ido con Jihyun cuando estaba contigo.

- Quédate tranquilo, no estoy molesto contigo.

- ¿Y por qué te alejas de mi? - le preguntó con lágrimas en los ojos. El semblante de Namjoon se suavizó y miró a su hyung.

- Sólo acabo de descubrir algunas cosas y no sé qué hacer con ello. Lo siento Jinie.

- ¿Qué cosas? ¿Por qué no me dijiste nada?

- Creo que estoy enamorado. - susurró colmado de nervios.

- ¿E-enamorado?

- Sí, y no sé qué hacer.

- ¿No sabes que hacer con qué? - Seokjin en ese momento se encontraba tratando de mantener sus sentimientos a raya.

- No quiero que sea un amor unilateral. Nunca me había sentido así antes, tengo miedo de perderlo.

- Así que... enamorado ¿eh?

- Sí, eso parece.

- Entiendo. Me tengo que ir, luego hablamos ¿si?- se recriminó mentalmente por ser tan mal amigo.

- ¿Qué? ¿Por qué te vas? ¿No quieres que hagamos algo?

- Más tarde te llamo. Tengo que irme ahora.

Y se fue, sin esperar respuesta.

Namjoon se quedó en su lugar sin entender qué acababa de pasar. Se preguntaba si su amigo se habría molestado por lo que le contó o si aún se sentía mal por su distanciamiento. Sea lo que sea que le pasaba a Seokjin, él no quería que se lo guardara para sí mismo y confiara en él.

Seokjin corrió por la universidad hasta la parada del bus, una vez allí se sentó e intentó calmarse. Ese día no asistiría a sus clases, no tenía ánimos para verle la cara a nadie.

Tomó el bus y durante todo el recorrido pensó en las palabras dichas por su mejor amigo. Se sentía mal por haberlo dejado solo pero no podía seguir allí.

El amor de su vida estaba enamorado, él ya no tenía chance alguna.

Se bajó en la parada que le correspondía y corrió hasta su departamento. A penas entró cerró y recargó su frente en la puerta de la entrada y finalmente se derrumbó.

Cayó al suelo y lloró desconsoladamente. Le dolía, le dolía tanto sentir lo que sentía. Lo amaba demasiado.

¿Por qué duele tanto amarte?. Se preguntaba todo el tiempo. Si pudiera desearía no sentir nada de lo que sentía en ese momento.

"Para: Joonnie.

Lamento haberme ido tan rápido, tenía algunas cosas que hacer. Estoy contento de que ya estemos bien y me alegra saber que estás enamorado de alguien. Espero que, sea quién sea, seas feliz. Siempre te apoyaré, lo sabes.
Nos vemos luego ¿si? - 10:39 a.m."

"De: Joonnie.

Está bien, no te preocupes. - 10:43 a.m.

¿Te encuentras bien? - 10:43 a.m.

No sigas sintiéndote mal por nuestro distanciamiento. No fue tú culpa, sólo necesitaba aclarar mi cabeza. - 10:44 a.m.

Avisame si necesitas ayuda con algo, ¿de acuerdo? - 10:45 a.m.

Te quiero, Jinnie. - 10:45 a.m."

"Te quiero". Dolía. Pero tendría que parar.

Se permitió llorar hasta que no pudo más y se durmió.