Capítulo 1.

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Tres meses antes...

La clase de Historia de la música era sin dudas una de las peores para Min Yoongi, quien se aburría de sobremanera. Cada Miércoles a las 9 de la mañana le tocaba asistir a esta, odiaba aún más que fuera obligatoria para pasar el semestre.

Yoongi se encontraba sentado en uno de los últimos asientos del salón con su mentón apoyado sobre su mano izquierda, mientras que con la otra hacía pequeños dibujos en los márgenes de las hojas.

Su audición sólo se concentraba cuando se oía esa suave voz, quien la poseía era, posiblemente, el ser humano más delicado y precioso que sus ojos hayan visto.

Su cabello negro caía delicadamente sobre su frente, sus manos pequeñas con sus deditos gordos portando anillos de plata, sus ojitos marrones que se hacían más chiquitos cuando sonreía mientras mostraba a su vez sus dientes blancos, entre ellos uno torcido que, a los ojos de Yoongi, hacía de su sonrisa algo más bello. Todo en él le resultaba bello y etéreo, moría por ser quien provocara una de esas resplandecientes sonrisas al más pequeño, por saber cuán suave era su piel.

Sólo Park Jimin tenía la habilidad de volver loco el corazón de una persona tan distante como lo era él. Sólo Park Jimin podría robarle el aliento.

—Ahora, como sabrán ya, ésta materia es muy importante para su avance académico, y es mi deber como su profesor hacer que ustedes aprendan y yo evaluar su aprendizaje. Por ello habrá un trabajo que constará del cincuenta por ciento de la nota final.— murmullos comenzaron a escucharse por todo el salón.— El trabajo será de a cuatro personas y yo los agruparé a mi gusto.

El profesor había comenzado a armar los grupos y algunos estaban disgustados por no estar con quienes querían, a otros les dio lo mismo y el resto estaba más que conforme con sus compañeros de grupo.

— Wang Jackson, Park Chanyeol, Min Yoongi y Park Jimin. Su tema será sobre la historia de la música clásica.

La cara de Yoongi era inexpresiva, como siempre, pero por dentro su corazón latía muy rápido y quería gritar de felicidad porque por fin tenía la oportunidad de acercarse a él.

La clase terminó y ya era hora del almuerzo, Yoongi aprovechaba esos momentos para estar solo y leer algún libro hasta que comenzara su siguiente clase. El resto de sus compañeros comenzaron a salir del salón dejándolo en silencio.

Yoongi se encontraba tan concentrado en su lectura que no se había dado cuenta de la presencia delante de él.

—Disculpa...—Yoongi levantó y cuando se dio cuenta de quien era se paralizó. Ahí estaba, hablándole a él, dedicándole una suave mirada.—Lamento interrumpirte, soy Jimin.

—Está bien, hola Jimin. — dijo con voz calma y recibió una sonrisa de su parte.

—Venía a hablarte por lo del trabajo grupal. No llegué a hablar con Park y Wang, te vi aquí así que quise aprovechar. Lamento si fui inoportuno.

—Tranquilo, no pasa nada.

—En fin, ¿te parece si me pasas tu número para arreglar para vernos en éstos días y comenzar con el trabajo?

—De acuerdo.— dijo con simpleza mientras escribía su número en un post-it.

—Oye no eres un chico de muchas palabras ¿verdad?— Era cierto, Yoongi no era muy comversador, tampoco era muy usual que entablara conversaciones con facilidad. Ni mencionar el hecho de que no quería hablar mucho para no arruinar todo en frente de él.

—Sí, lo siento Jimin. — Yoongi le sonrió mientras le entregaba el papel al más bajo, quien al recibirlo lo miró y un brillo apareció en sus ojitos.

Fight for blood | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora