Fight for blood | yoonmin

Capítulo 7.

Parado frente a la amplia puerta de madera que tanto conocía se preguntó, nuevamente, si todo el esfuerzo y el trabajo dedicado vale la pena.

Suspira y alza su mirada hacia el frente, toma aire y toca la puerta. Ingresa cuando se le es concedido y de manera cuidadosa entra al despacho de uno de los hombres para quien, gracias al universo, trabaja.

Lo mira cabizbajo y lo ve sonreír en cuanto su persona hace presencia en la habitación. Se acerca al hombre y lo saluda con un fuerte abrazo.

— Lamento no haber ido a la pelea del fin de semana pasado, tuve que viajar a China.— le informó el hombre mientras soltaba su abrazo.

— No se preocupe, Siwon hyung. — le sonrió.

— Toma asiento, pequeño. — le indicó la silla del otro lado del escritorio y ambos se sentaron en sus respectivos lugares.— Me dijo Mark que cuando fuiste a buscar al dinero estabas acompañado. ¿Es eso cierto?

— Lo es, fui con Yoongi huyng. Pero el se quedó en el auto.

— Con que Yoongi ¿eh? — le preguntó alzando su ceja.

— Si, esa mañana nos reunimos para desayunar y aproveché que aún tenía tiempo antes de entrar a la universidad y pasé a recoger el dinero.

— ¿Le contaste la verdad? — lo miró con el entrecejo levemente fruncido.

— No, ni siquiera sabe que era dinero lo que llevaba en el bolso. Ademas, ¿qué va a pensar si llega a saber la verdad? No quiero que se aparte de mi. — su semblante cambió a uno que expresaba preocupación y tristeza.— No puedo decirle la verdad, no ahora.

— Se que es inusual que alguien de tu edad maneje esa cantidad de dinero, y que lo es aún más el cómo te lo ganas. Pero ambos sabemos que tú no tomaste esta decisión, pequeño. No te mortifiques. Y si te quiere tendrá que aceptar esto.

— Supongo que sí, pero ¿y si no lo acepta?

— Lo hará. Además, cada vez falta menos para que podamos librarnos de esto.

— ¿Es así? — su mirada se cargó de esperanza y el corazón de Siwon latió fuerte debido a ello y asintió, realmente amaba tanto al pequeño que tenía al frente suyo.

La relación entre Jimin y Siwon se fue forjando a través de los años, creando un lazo imposible de romper. La confianza y el amor entre ellos era demasiado.

Jimin era muy pequeño aún cuando lo conoció y casi inmediatamente lo tomó como alguien importante para él.

También era debido a la cantidad de tiempo que pasaban juntos lo que favoreció a esa mágnifica relación. Se podría decir que no había otra persona que los conociera más que el otro.

Siwon acompañó a Jimin en cada una de sus peleas, en cada una de sus etapas, y cada momento de su vida que se le fue permitido.

— ¿Hace cuánto que no hablas con él? — le preguntó al pequeño rubio.

— Me llamó cuando llegué a casa después de la pelea, quería saber si había ganado o si debería volver para enseñarme una lección.

— Es un hijo de perra. — espetó enfurecido. — Eres su hijo, ¿cómo puede tratarte de ese modo?

— No lo sé, tampoco quiero saberlo.

— ¿Ya le depositaste el dinero? — lo vió asentir y se sintió inútil al no poder acelerar el proceso para librarse de aquel hombre que hacía de sus vidas una pesadilla.— ¿Te quedó mucho?

— Así es, ¿usted recibió el suyo, hyung?

— Lo hice. ¿Quieres que guarde con tu dinero?