lord of time(Traducción)

capítulo 38

Señor del tiempo

Capítulo 38

Su regreso a la sala común fue silencioso, lo cual no era nada inusual, Tom nunca hablaba realmente a menos que tuviera algo de lo que valiera la pena hablar. Rabastian ya estaba inmerso en el libro que había escrito Hadrian. Hadrian había abierto distraídamente todos los regalos que había recibido de los demás. En su mayoría libros avanzados, lo conocían lo suficientemente bien como para saber que el plan de estudios de Hogwarts no era lo suficientemente desafiante. También sabían que se levantaba temprano para practicar magia, o como él lo llamaba entrenamiento. Tom se había acostumbrado a acompañarlo y mirar en silencio o leer, ya sabía lo que estaba haciendo Hadrian después de todo lo que había admitido. Se aseguró de agradecer a los que vio por los regalos que había recibido. Especialmente la gran caja de dulces de las tres chicas negras, había absolutamente todo allí, incluso dulces que no le gustaban.

Definitivamente se sorprendieron cuando la puerta se abrió y su Jefe de Casa, el Profesor Slughorn entró. Tenía una caja grande flotando detrás de él. "Buenos días, espero que todos estén pasando una maravillosa Navidad", les sonrió, saludándolos felizmente.

"Profesor de la mañana", corearon juntos, y algunos añadieron también "Feliz Navidad".

"¿Hace eso todos los años?" Hadrian le susurró a Rabastian, quien curiosamente había levantado la vista de su libro, estaba sentado en una silla junto al sofá donde él y Tom estaban sentados, el fuego rugiente alejaba el frío del invierno.

"Sí, sin falta, aunque no se queda mucho", respondió Rabastian, marcando su página en el libro como si no lo estuviera leyendo en el corto plazo.

"Ah," fue la única respuesta que Hadrian dio en confirmación de que entendía a Rabastian. Sabía que a Slughorn le importaba; se mostraba en todo lo que hacía, aunque tenía preferencias, nadie se quedaba completamente fuera. Nunca en sus seis años en Hogwarts, su Jefe de Casa había ido a la sala común y les había deseado a todos una Feliz Navidad. No lo malinterpretes, no odiaba particularmente a Minerva McGonagall, solo creía que no era una buena cuidadora de niños. Ella lo había ignorado tantas veces, una vez sobre la piedra y luego no le dejaría contarle sobre la Pluma de Sangre que Umbridge usó con él.

"Sr. Peverell, parece que tiene una gran base de fans", comentó Slughorn mientras le entregaba a Hadrian la gran caja verde.

"¿Qué?" Hadrian se las arregló para soltar un chillido, sus ojos verdes asombrosamente abiertos. Aceptando la caja con una mirada de asombro en su rostro. Los latidos de su corazón se disparaban por las nubes, esto era lo último que quería ... pero se calmó un poco, podrían no ser fans per se, en realidad podrían estar llenos de ridículo. "Pensé ... ¿por qué no le escribieron a la editorial?" ¿Por qué no lo había escrito con un nombre falso? Simplemente no había pensado en nada.

Tom solo se rió entre dientes, sus ojos negros brillando con diversión.

"Es posible que desee contratar publicistas, tengo muchos que podría recomendarle, si desea continuar", le aseguró Slughorn, "Son los mejores en sus campos, podrán pasar por todo esto por usted y envíe las respuestas apropiadas, responder incluso a algunos fanáticos los hará más agradecidos y, a la larga, lo ayudará a aspirar a sus metas ".

"Um ... no tengo ningún deseo de ser famoso ..." murmuró Hadrian, al ver la expresión de incredulidad en el rostro de Slughorn y agregó: "Tener gente tomándome fotos, entrometiéndose en mi vida y pensando que tienen derecho a dirigirla ... no es" t lo que quiero ".

"Ah, pero siempre hay beneficios mucho mayores", se rió Slughorn, pero sus ojos estaban llenos de comprensión.

"Los beneficios no superan a los negativos". Hadrian comentó honestamente.