Creí que me amabas

Capítulo 30: Primer golpe

Narrador Omnisciente

Minutos antes...

El cielo nocturno adornaba el bosque del Rey hada y King, quien había ido a su reino para protegerlo de los ataques de Eliana y Jay se encontraba revisando los alrededores del perímetro, el cual estaba rodeado por una barrera protectora pero aun así no se confiaban del todo. Una ola de energía oscura se aproximaba del norte pero era tan débil que King no le prest el más mínimo de atención y ese fue su gran error, cuando menos lo esperaba una bola de fuego salió disparada hacia un grupo de hadas que se encontraba bailando y cantando alrededor del árbol, no sabían que ese sería el ultimo momento que verían la luz de la luna. El ambiente estaba muy tenso mientras King trataba con todas sus fuerzas de proteger el árbol y evacuar a las hadas heridas no presintió de un ataque que venía directamente dirigido a él, la caída no fue tan dolorosa como el saber que sus amigos estaban siendo masacrados como aquella vez que había dejado su reino a la deriva. Eliana reía como una desquiciada mientras observaba con orgullo la destrucción de una de las razas que ella consideraba tan débil e inútil, látigos de oscuridad cortaban las gruesas raíces del árbol que se resistía a terminar su vida pero como el destino estaba en contra del bien, el árbol cedió ante el inmensurable poder de Eliana quien con un golpe certero incinero hasta la última hoja de aquella parte tan importante para las hadas.

Lágrimas y gritos de impotencia e injusticia estaban siendo derramadas, Jay tan solo alzo su espada mostrando su orgullo y arrogancia ante la gran victoria de esta batalla pero el premio mayor no estaba en ese lugar sino a unos cuantos kilómetros mas allá del espeso bosque que estaba siendo destruido por los seguidores de Eliana. 

Eliana: Jay, creo que es momento de hacerle una visita a m hermana.

Jay: Estoy totalmente de acuerdo pero esta vez déjame ir yo solamente, mientras tanto tu encárgate de recolectar más poder para abrir la entrada hacia la tierra de los muertos.

Eliana: Como quieras pero solo te advierto una cosa...Tráeme la cabeza Elizabeth o mejor no vuelvas porque yo misma te matare.

Jay: Mi hermosa Eliana no te preocupes me encargare de los pecados y traeré a Elizabeth ante ti.

Con un asentimiento de cabeza, Eliana abrió un pequeño portal para dejar salir a una criatura tan grotesca que hasta el más valiente se mojaría en los pantalones por las pesadillas que tendría. Un mutante capaz de tocar el cielo con sus dedos adornados por filosas garras que desprenden la carne del hueso, un cuerpo formado como humano pero con la diferencia de diferentes tipos de escamas que adornaban sus músculos y para rematar una cabeza adornada solamente con una gran boca llena de filosos dientes y unos cuernos enormes lo hacían parecer al mismísimo Rey demonio. King no podía creer lo que sus ojos veían y con la adrenalina corriendo por su cuerpo llevo a los heridos consigo hasta el reino de Liones pero en el camino tuvo que protegerlos de ataques de aquel monstruo que les pisaba los talones tratando de impedirles que llegaran a su destino pero el Rey Hada con toda la fuerza que tenía invoco un muro de espinas para darles un poco de tiempo para alertar a los pecados capitales y al reino ante el inminente ataque.

Actualidad...

Todos los caballeros sacros se encontraban en movimiento tratando de poner barreras alrededor de las entradas y llevando a los ciudadanos a un lugar seguro para evitar más perdidas en esta guerra que comenzó en el momento menos esperado. Los pecados capitales no se quedaban atrás, estaban poniendo su plan en marcha formando trampas alrededor del reino de Liones y poniéndose sus respectivas armaduras y con sus tesoros sagrados a la mano se pusieron en posición de batalla cuando el un leve temblor sacudió la tierra, Elizabeth miraba la lejanía con tanta atención que incluso pudo percibir el sonido de algunos insectos a kilómetros de distancia y cuando el sonido de fuertes pisadas llego a sus oídos cambio su apariencia a su forma de combate, toda su anatomía siendo reemplazada por la luz del poder de la madre del caos y sus ojos volviendo a ser de un azul profundo pero ya no vacíos sino llenos de decisión, con un movimiento de brazos una línea de luz se formo en su brazo derecho dando paso a una hermosa espada con un filo capaz de cortar el metal más duro y grueso que se haya forjado jamás. 

La criatura y Jay había llegado, la tensión en el ambiente era tanta que difícilmente se podría cortar con un cuchillo y cuando el primero dio un pequeño paso hacia la entrada, la trampa espinas venenosas por parte de King salió en acción inmovilizando el enorme cuerpo que se encontraba frente a ellos pero no fue suficiente para evitar que el gigante lanzara un aire oscuro sobre los caballeros haciéndolos ver sus peores pesadillas haciendo que una locura inmensa los alejara de la realidad. Los 7 pecados capitales salieron en acción y junto con Zeldris, quien había invocado a unos demonios rojos y grises para retener a la criatura, se lanzaron a la pelea mientras que Elizabeth viendo la ola de locura que se acrecentaba sobre el reino usó su poder de luz celestial para deshacer el hechizo permitiéndoles regresar a la normalidad y que los caballeros sacros se unieran a la pelea para evitar que la oscuridad volviera a ellos.

Jay: Me da gusto volver a verte linda.

Elizabeth: Creo que es mejor que regreses por donde viniste porque aquí solo encontraras muerte.

Jay: Lo siento pero Eliana me ordeno volver con tu cabeza y pienso cumplir ese deseo.

Elizabeth: ¿Así que ahora haces encargos para Eliana? Que bajo ha caído tu propia dignidad Jay. Deberías rendirte de una vez y dejar que la luz termine tu sufrimiento.

Jay: No me interesa escuchar tus discursos moralistas, ahora lo único que quiero es acabar contigo.

Elizabeth: Si así lo deseas entonces no me dejas más opción.

Con un rápido movimiento Elizabet salió disparada volando directamente hacia Jay quien la esperaba para atacarla pero no fue tan rápido ni tan inteligente para prever un doble ataque de llamas del purgatorio proveniente de Meliodas quien a pesar de estar concentrado en acabar con aquella criatura que luchaba para liberarse de los demonios y los golems de Diane, aún se mantenía atento ante cualquier movimiento que hiciera su amada Elizabeth, al darse cuanta lo que aquel rubio había hecho la albina aprovecho también para lazarle una bola de luz celestial directamente a su corazón lo suficientemente fuerte haciendo que chocara con una de las torre del castillo destruyéndola al instante. Jay con la mirada cegada de furia y humillación, salió disparado hacia Elizabeth comenzando así una dura pelea de espadas y poderes en el cielo nocturno, el cual era iluminado por las explosiones de sus poderes siendo golpeados fuertemente.

Mientras tanto, los pecados resistían lo más que podían ante la fuerza de tan monumental criatura y más cuando se había liberado de sus agarres y ahora avanzaba con gran velocidad hacia la puerta norte del castillo donde algunos caballeros sacros se encontraban luchando con los seguidores de Eliana tan lejanos a lo que se acercaba a su espaldas, Meliodas no perdió el tiempo y se abalanzo sobre el monstruo haciéndolo caer de cara sobre la muralla que rodeaba el castillo dejando libre una columna de humo y escombros pero aún así satisfecho por haberlo hecho caer. Unas sombras empezaron a rodearlos con unas túnicas un poco viejas pero lo suficiente como para cubrir el rostro de aquellos monstruos que le robaban los momentos más felices de los mortales, los dementores volaban alrededor del gigante como si trataran de animarlo para volver a la batalla pero lo que en realidad estaban haciendo era transmitiéndole toda la energía que habían robado para incrementar su fuerza y ser capaz de lanzar lejos a los pecados capitales.

La pelea estaba muy reñida para saber el ganador, por un lado Elizabeth aun peleaba fuertemente contra Jay quien no daba su brazo a torcer y se mantenía de pie a pesar de la fuerza con la que la albina lanzaba sus ataques pareciendo estrellas que luchaban por ver quien debía mantener su puesto en el universo, por otro lado los 7 pecados capitales y los caballeros sacros golpeaban con todo lo que tenían a aquellos invasores que ahora se encontraban en busca de los aldeanos para arrebatarles sus almas y recargar energías para la batalla. El destino aun no estaba escrito y menos se esperaban el cambio de objetivo de uno de ellos dejando por un momento en shock a todos a su alrededor.

Elizabeth: ¡¡¡MELIODAS!!! ¡¡¡NOOOO!!!