Capítulo 28: La calma antes de la tormenta

176 16 1
                                    

Hola chicos lamento tanto la tardanza pero la universidad me ha tenido bastante ocupada y espero que con este capítulo puedan personarme por dejarlos sin actualizar tanto tiempo. Espero poder actualizar más seguido aunque no estoy segura, aunque tal vez actualice pero posiblemente los capítulos serían más cortos pero bueno espero que los disfruten y me den todo su apoyo. Comenten, voten y disfruten del capítulo.



Narrador Omnisciente

El ambiente era pesado alrededor del reino de Liones, el Rey Baltra se encontraba junto a sus hijas mirando con mucha preocupación el dormido rostro de su hija, la habían recuperado por un momento pero nuevamente la apartaban de su lado. Meliodas no se apartaba de su lado aunque sus sentimientos estaban sellados, su hermosa diosa seguía siendo el amor de su vida, un viento frío azotó la ventana y por un momento el rubio pensó que alguien venía a llevársela pero se tranquilizo al ver los destellos de tormenta cubriendo el cielo nocturno del reino. Los golpes en la puerta los sacaron de su momento emocional y al permitir la entrada a la persona tras los golpes, Ban entró con aire serio y preocupante pero aun así trataba de mostrar tranquilidad a pesar de todo lo que estaba pasando y lo que pasará en pocos días.

Ban: ¿Capitán podemos hablar un momento?

Meliodas:...Esta bien. Baltra cualquier cosa que suceda por favor, avíseme.

Baltra: Tranquilo, te mantendré informado.

Ambos pecados salieron de la habitación en dirección a la taberna donde según el albino el resto del equipo se encontraba reunido para una junta que era necesaria después de todo lo que habían visto y experimentado en tan poco tiempo. El viaje al Boar Hat fue llenado de un silencio ensordecedor pero para nada incomodo solo un momento de mejores amigos que trataban de aclarar sus ideas y prepararse para lo que venga. Al atravesar la puerto todo el lugar quedo en silencio esperando a que su Capitán hablara y les diera la siguiente orden para proteger al reino y toda Britannia.

Capitán: Las ultimas horas han sido muy estresantes pero solo quiero prepararnos para la tormenta que se nos viene encima.

Ban: Bueno antes de ponernos a hablar porque no bebemos un poco para aligerar el ambiente.

King: Este no es el momento para andar de borracho, maldito sediento.

Zeldris: King tiene razón es un momento que no podemos tomarlo a la ligera y mucho menos ponernos a beber como si no hubiera un mañana.

Ban: Oye Zeldris hablando de eso ¿Gelda no te dejo seco después de tanto sexo salvaje? 

Zeldris: ¡¿DE QUE DEMONIOS ESTAS HABLANDO?! ¡¿ACASO NOS ESTABAS ESPIANDO?!

Ban: ¿Yo? Para nada. Sencillamente pasaba por ahí y curiosamente escuche su pequeño arranque desenfrenado por estar con el otro. Jamás pensé que Gelda fuera la dominante, tu te ves tan serio Zeldris.

Zeldris: ¡¡ERES UN MALDITO HIJO DE PERRA!!

Meliodas: ¡Suficiente! No es momento para ponernos a jugar, Ban te disculparas con Zeldris por ser un jodido metiche rompe pasiones.

Kiane: ¡¿Que hay de nosotros?!

King: El también se ha metido en momentos de pasión entre nosotros y tu jamás has dicho nada.

Diane: ¡Exijo justicia!

Meliodas: Demonios, esta bien te disculparas con todos aquellos en los que has sido inoportuno.

Ban: Maldición. De acuerdo pero si no quieren que los moleste no sean tan evidentes calenturientos.

Merlín: Bueno dejemos el tema ahí. Lo importante es saber que vamos a hacer con respecto al ataque de hoy. Eliana es más fuerte a cada segundo y este fue el primer ataque hasta que el día del fin llegue.

Meliodas: Tienes razón. Debemos seguir con el plan de Elizabeth pero debemos alterarlo un poco.

Zeldris: Ya movilice a los demonios para proteger algunas aldeas aunque obviamente tuvimos que intervenir para que los aldeanos no salieran corriendo y entendieran la situación. Pensé que sería muy buena idea colocar trampas con veneno del reino demoniaco para detener cualquier ataque sorpresivo.

Meliodas: Es buena idea pero el veneno se puede esparcir y causarnos más problemas que ayuda.

King: Pondré un escudo de polen del jardín para encerrar el veneno y contenerlos por unos minutos.

Merlín: Pondré un escudo alrededor de Liones para proteger a los ciudadanos mientras desviamos los ataques al lado norte lejos del castillo.

Meliodas: De acuerdo ahora solo falta conocer a que poder nos enfrentaremos.

¿¿??: Yo puedo ayudarles con eso.

Todos: ¡¿Elizabeth?!

Meliodas: ¡Eli! ¿T encuentras bien?

Elizabeth: Perfectamente Capitán Meliodas pero ahora debemos concentrarnos en lo que en verdad importa. Me gusta su plan realmente saben como crean un ataque tan fácilmente.

Diane: ¿En que puedes ayudarnos Eli?

Elizabeth: Conozco la mitad de criaturas que Eliana usará durante el ataque, ellos sienten el miedo de las personas es como una energía que rodea cada cuerpo mortal pero aún así busca fuentes de poder.

Gelda: ¿Cómo piensas enfrentar a tu hermana con esos monstruos protegiéndola?

Elizabeth: Tendré que sacarla de su círculo de protección pero necesitaré su ayuda para eso. Mantendremos la estrategia que hice pero obviamente con las mejores que acaban de hacer. Tenemos que seguir entrenando y hacer guardias durante la noche para no tener sorpresas.

Meliodas: De acuerdo iniciare yo...Con Elizabeth.

Elizabeth: ¿Por qué conmigo?

Meliodas: Porque eres de valiosa ayuda en todo momento además te quiero cerca.

Elizabeth: Pero que...

Diane: Bueno ya que aclaramos todo creo que si aceptare el trago que Ban ofreció.

Ban: ¿Ahora si consideras mi amabilidad gigantona?

Diane: ¡No hagas que me arrepienta!

Ban: Que genio...¿Alguien más?

Todos-Diane: ¡Yo!

Meliodas: Elizabeth ¿Estas lista para beber?

Elizabeth: No soy una niña. Me siento lo suficientemente capaz para tomar y más cuando el momento de morir se acerca.

Meliodas: No digas eso, nunca.

Elizabeth no contesto, sabía que para el aun era difícil asimilar la situación pero no esperaba a que siguiera con esa sensación de alivio con esas palabras. El resto de la noche paso lenta pero llena de diversión. juegos, risas y palabras de ánimos de parte de la diosa y el demonio pero la albina aun mantenía su distancia con el rubio por el simple hecho de que la idea de morir se iba a ser realidad y no quería más presión sobre sus hombros. Mientras tanto Meliodas se divertía con su equipo pero no apartaba la mirada de su hermosa diosa, aun con esa actitud fría e indiferente le seguía produciendo mariposas en el estomago y felicidad con tan solo ver sus ojos azules como un zafiro. No se dieron cuenta que una sombra algo deforme los observaba desde la ventana con una sonrisa demasiado tétrica que le daría el miedo al más valiente pero aun con el deseo de entrar y matarlos de una vez decidió volar nuevamente a la cueva entre las montañas donde una muy enojada Eliana seguía absorbiendo el poder mágico de una temblorosa hada que había secuestrado a las afueras del Bosque del Rey Hada.

Creí que me amabasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora