Narradora Eliana
No he sabido nada de mi hermanita desde nuestro afortunado encuentro y el tiempo que falta para que la profecía por fin se realice se está acabando, el hechizo que debo usar para resucitar a los muertos me tomara tiempo y poder mágico que no tengo en estos momentos, tanto tiempo atrapada en el limbo de almas ha sellado por completo la magia que con gran esfuerzo recolecte hace 3.000 años. Ahora estoy en una laguna cerca de las afueras de Liones, Jay me ha dicho que mantendrá vigilados a los pecados mientras que encuentro más criaturas mágicas para extraerles su poder. Cuando estaba a punto de sacarle el corazón a una dulce hada asustada, unos brazos me interrumpen rodeando mi cintura y apretándome muy fuerte.
Eliana: Pensé que estabas vigilando a los pecados...¿Qué demonios haces aquí? Estoy demasiado ocupada.
Jay: Lamentablemente, los pecados no están en Liones. Al parecer nuestra dulce Eli se revelo y fue a buscar el corazón del cielo.
Eliana: ¿Cómo lo sabes?
Jay: Una druida llegó al castillo diciéndole a la familia real que la princesa Elizabeth había destruido un santuario que alaba a las diosas...La Isla druida Istar.
Eliana: Esa fue la ráfaga de poder mágico que sentimos pero ¿A dónde se fue?
Jay: Creo que tengo una idea de a donde pudo a ver ido pero necesito tu ayuda.
Eliana: Dime que es lo que necesitas.
Jay: Este inútil cuerpo humano no me sirve de mucha ayuda, así que quiero que me des algo de poder mágico para cuando los encuentre.
Eliana: Haré algo mejor, iré contigo pero primero despidamos a nuestra invitada.
La sonrisa cómplice de Jay se igualo a la mía y ambos nos acercamos al hada que estaba atada de pies y manos para con la una daga, sacarle su corazón y extraerle el poco poder mágico que su cuerpo poseía. Ahora solo debemos seguir las pequeñas migajas de energía que mi querida hermana dejo de paso y con eso podré detenerla antes de que llegue al corazón del cielo.
Narrador Meliodas
Después de salir del templo, caminamos un poco de nuevo hacia la selva donde nos encontramos con una cueva pero esta vez tuvimos extra cuidado en no encontrarnos con los nativos, cada uno busco el mejor lugar para dormir pero el ruido de las gotas de lluvia me distrajeron por un momento. El sonido era extrañamente relajante y más con el viento soplar las hojas de los árboles con la escasa luz de la luna que entraba en la cueva dando un ambiente sereno y tranquilo para pasar por lo menos una noche lejos del peligro para pensar en todo lo que se viene, me di cuenta que Elizabeth miraba con atención la otra parte del cuarzo con detalle y con un poco de duda la tome de la mano para hablarle firmemente.
Meliodas: Elizabeth ¿Sabes cual es la siguiente prueba?
Elizabeth: Tu ya lo sabes, no que porque me lo preguntas pero aun así estoy nerviosa por lo que vaya a encontrar.
Diane: Tranquila Eli, te apoyaremos y te cubriremos la espalda. ¿Ya sabes que hacer con esa piedra?
Elizabeth: Si pero antes quisiera hablar un momento con todos ustedes.
Elaine: Claro Eli. Ahora si que estamos cómodos, dinos ¿Que pasa?
Elizabeth: Tengo el extraño presentimiento de que Eliana no se quedara tras con con todo esto y lo mas seguro es que venga por mi, así que quiero pedirles que si en algún momento la situación se torna demasiado peligrosa...Huyan.
Ban: Princesa, nosotros nunca huimos de una pelea.
Elizabeth: Lo se Ban pero esta es una pelea entre hermanas y no quiero que salgan heridos, ademas por el hecho de que ella encontrara la forma de hacerme perder el control de nuevo y no quiero eso.
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Creí que me amabas
Fanfiction¿Profecía? Aun después de haber derrotado al Rey Demonio, una gran desgracia hará que los siete pecados capitales se arriesguen. Pero no solo el destino de Elizabeth estará en juego sino también su amor por Meliodas. Un amor de 3.000 años se vera en...