Narrador Omnisciente
El cielo se tornó de un color grisáceo y los vientos golpeaban con fuerza los árboles e incluso arranco algunos de ellos con gran agresividad, los pecados solo podían observar atentamente como Eliana y Jay convocaban materia oscura e incluso hubo un momento en el que sintieron el poder del Clan de los Gigantes pero eso no fue suficiente para sorprender a una diosa que un se encontraba suspendida en el aire con la luz terminando de fusionarse con su cuerpo, ahora el corazón del cielo tenía una nueva portadora pero ella no mostraba ninguna señal de vida solo se quedaba observando como el ambiente a su alrededor se tornaba peligroso hasta que sintió que el momento había llegado se elevó lo más alto que pudo y empuñando las espadas gemelas desprendió un aura de poder lumínico que inundo la playa y gran parte del bosque que estaba a su lado. Todos tuvieron que cerrar los ojos por el brillo que transmitía Elizabeth pero al abrirlos se sorprendieron al ver que ya no estaba la diosa sino que en su lugar había un hermoso Fénix blanco con pequeños destellos azules alrededor de su cuerpo dándole un aire majestuoso y único lleno de belleza y superioridad, Meliodas trato de acercarse a aquella criatura pero rápidamente el Fénix comenzó a volar en círculo alrededor de aquellos intrusos que amenazaban su existencia mientras que Eliana y Jay trataban de salir en vano de aquel tornado de energía que los mantenía encerrados en un agujero que por lo que parecía trataba de succionar su poder mágico pero Jay observo los movimientos del Fénix para saber el momento correcto para atacar y justo antes de que lanzara su espada una daga de energía oscura se había clavado en su brazo derecho sacándole un grito de dolor desgarrador que se fundió con el ruido del tornado haciéndose cada vez más grande y fuerte, pasados unos segundos aquella bolsa de aire exploto liberando una carga de energía tan grande que parecía como si el tiempo mismo se hubiera detenido. Al levantar la vista, Meliodas se sorprendió al no ver a ninguno de los invitados no deseados a este santuario por lo que creyó que habían muerto pero se concentró más en la hermosa ave que volaba con delicadeza sobre ellos y como si se hubieran leído la mente, el Fénix se alejó rápidamente de ellos adentrándose al bosque que había sido parcialmente destruido por el poder destructivo de Eliana, los pecados llegaron a una zona que por el olor y la calidez que sentían eran manantiales con una vista única del atardecer pero no pudieron terminar de admirar el paisaje al mirar como el ave aterrizaba en las tibias aguas para sumergirse completamente y pasados unos segundos una luz desde el fondo del manantial dejo salir una silueta femenina que no se veía por la capa de vapor que desprendía pero Meliodas sabía exactamente de quien se trataba. Al fijar mejor sus enormes ojos verdes en la figura, el blanco y bien esculpido cuerpo de Elizabeth se dejó ver sacándole una sonrisa a aquel rubio quien había estado preocupado por su mujer todo el tiempo y cuando ella comenzó a acercarse sus enormes pechos les dieron la bienvenida a todos.
Meliodas: ¡¡Todos cúbranse los ojos!!
Ban: ¿Es enserio?
Meliodas: ¡¡El único que puede ver a Elizabeth desnuda soy yo!!
Todos obedecieron a regañadientes por la actitud posesiva de su Capitán pero el rubio solo pudo quedarse a contemplar el hermoso cuerpo de su diosa que era resaltado por las brillantes tonalidades de rojo, amarillo y naranja que daban paso a un mágico atardecer. Sus curvas se delineaban a la perfección en contra luz, sus grandes y suaves pechos por alguna razón se veían más grandes por lo que Meliodas no pudo despegar la vista de ellos hasta que Elizabeth estuvo frente a ella.
Elizabeth: ¿Quién eres? ¿Cuál es tu misión?
Meliodas: -Me quede sorprendido por las preguntas de mi diosa ¿Qué está pasando?- Mi nombre es Meliodas y vine aquí por ti Eli...¿No me recuerdas?
Elizabeth: Lo lamento pero las personas que haya conocido antes de volverme la portadora del corazón del cielo fueron completamente eliminadas de mi memoria.
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Creí que me amabas
Fanfiction¿Profecía? Aun después de haber derrotado al Rey Demonio, una gran desgracia hará que los siete pecados capitales se arriesguen. Pero no solo el destino de Elizabeth estará en juego sino también su amor por Meliodas. Un amor de 3.000 años se vera en...