Narrador Omnisciente
La oscuridad era lo único que Elizabeth veía a través de una espesa niebla, lo único que tenía claro era que sus recuerdos estaban tan ocultos que sería difícil volver a la realidad pero un rayo de luz la hizo cambiar de opinión y así como la oscuridad la invadió, la luz se la llevo a lo más profundo de su mente y ahí pudo ver cada momento que fue sepultado injustamente. Los experimentos y peleas con su hermana, los momentos junto a Jay y el momento exacto en el que aquel monstruo la obligo a tener relaciones al punto de dejarla casi muerta, ese último recuerdo la catapulto a un mar de emociones demasiado turbulento para salir, la voz de su madre al momento en el que estaba sellando sus memorias le hicieron entender que lo estaba haciendo por su propia seguridad pero aun así jamás la perdonaría por lo que había hecho tiempo después al poner la maldición sobre Meliodas y ella, el rostro de su padre Arthed aparecía muchas veces consolándola y cuidándola como si fuera el tesoro más preciado que la vida le hubiera brindado pero el corazón de la albina se partió al revivir el recuerdo de su muerte y las palabras de su hermana mencionando el momento intimo que había pasado con Meliodas, y ese fue el detonante para despertar su poder a tal grado que una explosión sacudió la tierra con la misma velocidad que la isla de las druidas era consumida por las llamas. Al abrir los ojos todo a su alrededor estaba inundado de humo negro y llamas que extrañamente tenían una peculiar energía pero al levantarse levemente se dio cuenta de lo que había hecho y con la mirada busco desesperada a Jenna que estaba desmayada con una gran roca aplastando sus piernas, camino hacia ella lentamente y con un ligero movimiento de manos la roca salió a volar dejando libre a la druida que estaba despertando levemente y solo pudo sentir como si su cuerpo volara porque de hecho Elizabeth la traía flotando detrás de ella, al pasar la puerta de entrada a la isla la dejo recostada sobre un árbol que le daba una buena cantidad de luz y sombra donde curiosamente estaba escondida Zaneri.
Zaneri: ¡¡Destruiste nuestro hogar!!
Elizabeth: No era mi intención hacerlo pero los recuerdos que se tienen del pasado siempre serán un peso con el que cargar.
Con una última mirada se dirigió al interior del bosque para tratar de mantener su mente tranquila para no hacer ningún destrozo más, unas pequeñas voces la sacaron de su pequeña discusión mental para mantener la paz y tranquilidad, estas solo eran leves susurros pero lograba entenderlas a la perfección "Bosque del Rey Hada" "Gruta" "Pandora" Después de breves segundos las voces se detuvieron y Elizabeth tenía claro su siguiente destino y sin pensarlo dos veces se puso en marcha al comienzo de una nueva vida.
Narrador Meliodas
Toda la noche recorrimos los bosque con la esperanza de encontrar a Elizabeth refugiada de los truenos, por el simple hecho de que eso la aterraba, pero el rastro de energía se hacía cada vez más débil por la distancia que nos separaba y eso solo aumentaba mi preocupación, de pronto un fuerte temblor golpeo la tierra y un estallido se oyó desde lo lejos con la certeza de que mi diosa era la responsable de eso le pedí a Merlín que nos tele transportara al lugar y al llegar me quedé asombrado de que la isla Istar estaba siendo consumida por las llamas. Trate de ingresar para saber si Jenna y Zaneri estaban bien, puede que esa maldita bruja me haya separado de mi mujer pero aun así la muerte no justifica nada, no fue necesario seguir buscando porque a lo lejos unos movimientos nos llamaron la atención y al acercarnos nos dimos cuenta que ambas druidas estaban remotamente bien.
Meliodas: ¿Qué fue lo que paso?
Zaneri: ¡¡Tu maldita princesa eso fue lo que paso!!
Diane: ¡¡Con ella no te metas zorra!!
Meliodas: ¿De que estas hablando? Elizabeth no es capaz de causar esto.
Jenna: S-si fue capaz...El sello que bloqueaba sus memorias la desestabilizo y todo esto paso.
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Creí que me amabas
Fanfiction¿Profecía? Aun después de haber derrotado al Rey Demonio, una gran desgracia hará que los siete pecados capitales se arriesguen. Pero no solo el destino de Elizabeth estará en juego sino también su amor por Meliodas. Un amor de 3.000 años se vera en...