Capítulo 4: Entrenamiento y respuestas

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Narrador Meliodas

No dejaba de pensar en lo que había hablado con Zaneri, todo este tema de la profecía me está alejando de la persona que más amo y todo por querer problema, aunque suene irónico pero es por el bien de Elizabeth pero ahora la perderé y en 3 semanas será su fiesta de compromiso con ese tal Rey Magnus. No existen palabras suficientes para describir la impotencia que siento en estos momentos pero estoy seguro que encontré el momento adecuado para decirle la verdad pero tengo miedo de que se asuste o reaccione de mal manera, solo espero que mis pensamientos no se vuelvan realidad y la pierda otra vez. Pero supongo que tendré que distraerme un rato en la taberna, aunque los clientes se han quejado porque Elizabeth ya no trabaja aquí y eso ha hecho que disminuyan las ventas.

Hawk: Oye Meliodas, ¿Te has dado cuenta que no hemos tenido demasiados clientes? ¡¡Me quedare sin sobras!!

Meliodas: Si ya lose Hawk, pero supongo que debe ser porque Elizabeth ya no está aquí- Trate de decirlo de la forma más seca y tranquila que pude aunque en realidad me estaba muriendo por dentro- Tendremos que buscar otra mesera para la taberna.

Ban: ¿Enserio planeas reemplazar a Elizabeth tan rápido?- Capitán si me dices que si te mato- Pensé que ella era irremplazable para ti capitán, aunque se casará en unas semanas y se irá para siempre porque un enano infantil y sin sentimientos le rompió el corazón.

Meliodas: Si dices eso, tendré que suponer que no me ayudaras a buscar a una nueva mesera para la taberna- Amigo perdóname pero no puedo decirte la verdad- Además parece que Elizabeth es feliz con ese Rey Magnus.

No me di cuenta que mientras hablábamos el resto de los pecados capitales a excepción de Diane estaban observándonos y no de manera tranquila sino con odio y decepción. Sabía lo que ellos pensaban pero si les decía acerca de la profecía enloquecerían y ahora mismo necesito buscar respuestas, siendo más específicos necesito saber de donde es ese extraño collar que encontró Elizabeth. Estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me di cuenta que mi hermano y Gelda llegaban de una salida "tranquila" por el bosque.

King: Capitán ¿Cómo puedes hablar de Elizabeth como si fuera cualquier persona que se pueda reemplazar? Pensé que después de todo lo que pasaron por fin iban a estar juntos.

Merlín: Capitán normalmente me quedaría con una opinión demasiado neutra pero ahora mismo no puedo evitar sentir odio hacia ti. Mi hermanita te ama demasiado y no entiendo el desprecio que le das. Así que o nos dices la verdad o tendré que pedirle a Gowther que lo averigüe.

Meliodas: No te atrevas a jugar conmigo Merlín, te lo advierto.

Gelda: Meliodas no entiendo esa actitud tan a la defensiva, por lo menos cuando eras el capitán de los 10 Mandamientos eras más directo con las cosas, pero al parecer esa frialdad y misterio que mostrabas con todos no ha cambiado.

Ban: Él no ha entendido que somos un equipo y que cuenta con nosotros para lo que sea. Pero al igual que con lo de la maldición esperara hasta el último momento para decirnos la verdad- Capitán por favor solo queremos ayudarte- Bueno con ese silencio ya me respondiste yo mejor me voy a la cocina.

King: ¿Diane aún no ha llegado? ¿Por qué se estará tardando tanto?

Meliodas: Esta con Elizabeth que esperabas seguramente estarán con sus temas de chicas- Espero que estén hablando de mi- Además no hay muchos clientes así que puede tomarlo como un descanso.

King: Eres un maldito insensible capitán.

Sé que ellos quieren respuestas, pero ahora mismo no las tengo todas y no quiero asustarlos con la idea de que Elizabeth posiblemente muera en un futuro, aun no puedo asimilar las palabras que describen a la perfección la profecía. Tengo que buscar más información. Solo espero poder encontrar lo que busco antes de esa maldita fiesta para correr hacia Elizabeth, abrazarla y besarla como si no hubiera un mañana y gritar a los cuatro vientos que la amo y que ella fue, es y será para toda la vida MI MUJER.

Creí que me amabasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora