I.M -ZODIACO-

31|Expediente

Narra Leo

Me encontraba sentada en una de las camas de la habitación, mi mirada no se despegaba de la nada a través del vidrio de la ventana mientras mis dedos inquietos jugaban descuidadamente con la última de las rosas aparecidas.

Sentía una rara ansiedad desde el final de la tarde, mi animo muy diferente al de la mañana, ahora solo podía esperar por la llegada de las chicas para mejorarlo, pidiendo que fuera antes que tarde.

Me levanté otra vez para recorrer la habitación como tantas veces lo había estado haciendo en estas dos horas, fruncí mi ceño, mi mirada de vez en cuando se dirigía involuntariamente a los papeles sobre el escritorio mientras mis pies tocaban un ritmo lento a cada paso sobre el suelo, el silencio era tanto pesado como aburrido, me era difícil contener los constantes suspiros que dejaban mi boca para evitar enloquecer.

En la tarde después de salir con la rosa en mano del jardín había corrido hasta la biblioteca a toda prisa, las dos conversaciones que había tenido con la chica rondaban mi cabeza sin pausa, la necesidad de leer el articulo tenía una gran prioridad en ese momento, al mismo tiempo me preguntaba si estabamos siendo muy obvios con esto de la investigación.

Siendo un día que tenía algo de suerte había llegado antes del cierre, no me importó revolver todo el lugar ante la mirada descontenta de la conserje, no me detuve hasta encontrar la vieja edición del periódico mencionada, mis manos temblaban ligeramente con el número 394 en mi posesión, pensé que sería un gran problema salir con un artículo antiguo, sin embargo me las había arreglado para esconderlo adecuadamente y dejar la biblioteca sin levantar sospechas.

Desde entonces me mantuve encerrada en la habitación sin mencionar palabra alguna, estaba demasiado ocupada confundiendome como para despegar la mirada de los papeles, «¿qué se suponía que debía encontrar, qué debía de interesarme en todo esto?»

Las preguntas seguían rondando mi cabeza en todo momento tras haber leído un par de veces las veinte hojas del archivo, me enojaba no tener las respuestas.

Para el momento en que me daba por vencida la noche había caído y la pregunta de dónde estaban las demás comenzó a impacientarme, hasta llegar al ahora  en el que me turnaba entre los papeles y la puerta.

Para la alegría de mi salud mental la puerta solo tardó unos minutos más en abrirse, rápidamente miré al par que llegaba tratando de reunir la suficiente paciencia para aguantar el no saber que habían encontrado, sus expresiones no eran mucho mejores que la mía, comenzaba a pensar que solo conseguirían deprimirme.

El rostro de Tauro estaba un poco pálido y su mirada era distraída y pensativa, lo que me preocupó, mi ceño se frunció automáticamente pasando mi mirada a Virgo, quien por otro lado lucia indiferente mientras cargaba con un par de carpetas, cuando notó mi mirada alzó una de sus cejas.

—¿Por qué pareces loca?— preguntó directamente sacando a Tauro de sus pensamientos, le di una mirada confundida antes de observar mi aspecto, no me había dado cuenta de mi estado desaliñado actual.

—Yo...no importa, ¿consiguieron algo?— dije ya sin poder aguantar más, Virgo me dirigió una breve mirada extraña para luego señalar a Tauro.

—Espabila—

—Oh si claro— Tauro tomó la primera carpeta en las manos de Virgo y me la pasó, era fina, solo tenía dos hojas dentro lo que me decepcionó rápidamente —es un expediente corto, sabía que lo más probable es que eliminaran la parte de su desaparición sin embargo borraron más que eso—

—¿Qué quieres decir?— mi ceño fruncido se profundizó mientras leía por encima el contenido, la expresión de Tauro era seria.

—Los altercados que tengan los estudiantes a lo largo de los años serán guardados en el expediente, serán explicados detalladamente y contados en una lista, la lista de Anne es larga sin embargo no hay mayor explicación de alguno de ellos—

—Nada raro considerando su posición— mencionó Virgo rodando los ojos.

—Era problemática— mencioné pensativa leyendo detenidamente la lista de al menos quince altercados ese año  —Es posible que una de sus víctimas este detrás de su desaparición—

—Era lo más lógico, probablemente es la razón por la que el archivo está incompleto— habló Tauro, su cansancio era evidente.

—Es el expediente de su último año aquí, ¿qué hay de años anteriores?— pregunté observando la información personal, la última anotación en el expediente era de hace veinte años, Anne iba en penúltimo año, el informe solo incluía el año de su desaparición.

—Nada interesante— soltó Tauro entregándome otra carpeta, esta vez con más información —más conflictos sin mayor explicación, notas académicas, comentarios y reuniones— era realmente decepcionante.

Abandoné los papeles inservibles sobre el escritorio con un ligero golpe mientras veía la foto que había separado, jugué con ella un rato hasta fijar mi mirada en Tauro.

—¿Qué tienes en mente?— la distracción de la chica no había pasado desapercibida, eso más su estado al llegar, no era algo que podía ignorar y dejar pasar.

Noté como Virgo inclinaba su cabeza en otra dirección mientras Tauro se mostraba un poco insegura antes de hablar.

—La chica de la foto, es la misma de mi sueño del otro día— soltó en voz baja, me quedé en blanco durante varios segundos realmente sorprendida mientras buscaba sentido a sus palabra, le miré seria.

—¿La habías visto antes?— negó directamente, no parecía conocer a la chica en su sueño hasta ahora.

Lo había dicho aquella vez cuando nos habló al respecto, ahora observando la foto de Anne con más cuidado, notaba que encajaba bastante bien con la descripción anterior de Tauro, eso era interesante, algo bueno teniendo en cuenta el par de decepciones del día.

—Este no es un lugar normal— comentó Virgo seria volviendo su cara en nuestra dirección llamando nuestra atención.

Las palabras se asentaron dramáticamente en la habitación por un largo y pensativo tiempo, siendo interrumpidas únicamente por la puerta ahora abierta, las tres miramos rápidamente a los recién llegados encontrándonos una aturdida Escorpio y un perplejo Acuario

—¿Y a ustedes qué les pasó vieron un fantasma?—