32|Presencia fantasma

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Narra Escorpio

Un pesado silencio se instaló en la habitación ante nuestra falta de respuesta, las tres se sorprendieron al instante.

Ignoré las miradas desconcertadas y solo me tiré con fuerza en la cama posando uno de mis brazos sobre mis ojos, estaba lo suficientemente cansada como para no poder mantenerme en pie mucho más tiempo.

Sentía las miradas curiosas de las demás sobre mí por lo que no tardé mucho más en empezar a hablar, claro que no dije nada que las demás esperaran, en cambió me dirigí únicamente a Acuario un poco perdida.

—¿A caso viste lo mismo que yo?— esta vez todas las miradas se posaron en el chico quien después de unos eternos segundos de pensarlo terminó por asentir lentamente —eso es muy bueno, chicas les tengo una buena noticia— sonreí cambiando rápidamente mi tono con una energía renovada mientras me sentaba juguetona en el borde de la cama agravando la confusión del resto —ganamos la apuesta— informé felíz.

Las chicas me miraron extrañadas sin comprender nada de lo que decía, por otro lado el rostro de Acuario se desencajó, descomponiendose cada vez más a medida que asimilaba mis palabras.

—Mierda—

—Oh si nene, tendremos sirviente— festejé dirigiendole una de mis mejores miradas burlonas.

—Bueno, alto, alto ¿Alguno puede explicar lo qué ocurrió?— me detuvo Tauro seria, mi sonrisa se volvió más grande mientras aumentaba el suspenso.

—¿Quién dijo que no encontraríamos nada? ¿qué eran puros cuentos?— dramatice, una vez más todas las mirada cayeron no muy dimuladamente sobre Acuario quién ya lucia una expresión fastidiada mientras llevaba una de sus manos a su cabeza exasperado —pues si enserio no es nada ¿por qué nos perseguiria un fantasma?—

Mis palabras tuvieron un gran impacto en la habitación, manteniéndose por un largo rato desencajando la expresión de las tres, entendía perfectamente, a ambos nos había llevado un rato como para poder bromear por lo que no interrumpí su tiempo de asimilación centrandome en el acto de Acuario.

—Bueno no lo sé, para ser sincero y en mi defensa no me extrañaría que con ese carácter tuyo consiguieras ofender a los del más allá—

—Tienes que hacerte responsable de tus errores Acuario, una apuesta es una apuesta—

—Lo mismo digo Escor, no puedes ir perturbando el descanso eterno de los demás así como así para ganar una apuesta tan deshonrosamente, responsabilidad y honestidad ante todo—

—Sigue así y lo descubrirás—

—Eh...sería de gran ayuda una explicación en este momento— nos interrumpió una seria Virgo mientras el otro par lucia incrédulo.

—Oh claro— se me adelantó Acuario burlón —hay que ser amable, tener algo de educación— soltó con una pausa significativa mirando disimuladamente en mi dirección antes de continuar —iba caminando de regreso a mi habitación cuando noté a una descuidada Escorpio saliendo de la torre C, la llamé muchas veces pero la sorda no me escuchaba muy metida en su cabeza como para prestarme atención, solo veía frente a ella ahí atravesada en el camino por lo que me dije que debía acercarme y ayudar a su alma perdida, y claro, no podía desaprovechar la oportunidad de fastidiarla un poco—

—Idiota—

—Shhh ya será tu turno, ¿Por dónde iba?—

—Ibas a fastidiarla...— continuó irritada Leo.

—Cierto, me acerqué y en ese momento sentí una fría corriente bastante extraña, ya me estaba arrepintiendo de no haber llevado conmigo mi sueter...—

—Al punto Acuario— le apuré fastidiada recibiendo una de sus malas miradas.

—Ahí comencé a alucinar pues noté a la chica blanca corriendo a gran velocidad hacia Escorpio, estaba por gritarle para avisarle pero fue una gran sorpresa que la atravesara y dejara con el rabo en el suelo—

Más allá de las bromas la seriedad del asunto llegó a las tres, mientras, mi codo terminó en el estómago de Acuario.

—¿Y bien? ¿qué dicen?— apresuré sin saber muy bien que pensar dirigiendo mi mirada a las tres.

Virgo fue la primera en salir del aturdimiento y con tranquilidad tomó lo que parecía una foto de las manos de Leo.

—Bueno Tauro ya descubrió a la chica en su sueño— comentó entregandonos la imagen de una chica castaña, miré a Acuario, se notaba tan confundido como yo por el cambio de tema.

—¿Quién es?— pregunté observando a la chica de la imagen, apesar de no distinguir por completo el rostro de la aparición sabía con certeza que no era la misma de la foto.

—Es la foto del expediente de Anne— respondió Virgo seria sorprendiendonos, miré extrañada a  Tauro sin embargo no obtuve palabra de su parte.

Solo se limitó a encogerse de hombros, al parecer como yo, no tenía mayor explicación al respecto.

—Virgo tiene razón, este no es un lugar normal y por lo visto ya nos hemos metido mucho en esto— opinó Leo poniéndose de pie después del largo silencio —debemos reconsiderar nuestra seriedad y posición en este asunto—

—Me parece que la oportunidad de reconsiderar ya pasó hace mucho— soltó Tauro sentándose sobre el escritorio recogiendo sus piernas entre sus brazos.

—¿Pensabas reconsiderarlo?— preguntó Virgo alzando una de sus cejas recostada contra la pared de brazos cruzados.

—No— negó simple sin pensárselo mucho —lo decidimos esa vez—

—Claro que en ese momento no esperabamos ser seguidas por fantasmas...— agregué recibiendo una mirada desconcertada de las otras tres, simplemente alcé mis manos desinteresada sentándome en el suelo —ahora solo es más interesante—

—Saben que hablamos de una desaparición, de una persona como nosotros que pudo haber tenido un terrible final ¿cierto?— soltó Acuario con el ceño fruncido recibiendo un bufido de mi parte.

—Recuerdo haberte oído decir cosas peores— le recordé con los ojos en blanco,  Acuario fue incapaz de contener su sonrisa por mucho tiempo, no podía contradecirme.

—Bueno estoy dentro— dijo por fin recibiendo una mirada extrañamente confundida de Leo.

—Por supuesto que lo estás, si somos embrujadas nuestro mayordomo debe ser fiel a nosotras— sonreí ante el comentario divirtiendome con la expresión herida del chico, debía resignarse a su destino.

En ese momento recordé algo importante, el porque habíamos decidido reunirnos esta noche.

—¿Por cierto qué encontraron ustedes?— pregunté curiosa centrandome en las tres.

—Bueno, la cara del sueño, otra rosa, al parecer información de la biblioteca, los registros de renovaciones y recibí un envio de un desconocido—

I.M -ZODIACO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora