I.M -ZODIACO-

4|Primer día

Narra Virgo

—No estoy acostumbrada a decir esto pero Tauro me cae bien— comenté satisfecha saliendo de la habitación.

—¡Por supuesto! Te dio comida y es otaku, ¿qué mejor noticia que esas?— me limité a sacarle la lengua antes de ponernos en marcha, resulta que Tauro tiene un refrigerador en su cuarto lo que ayudo a nuestro problema del comedor cerrado, ahora si que podría dormir.

Ambas entramos a la horrenda habitación arrastrando los pies y cayendo directas en las almohadas, no sé en que momento paso pero me quedé completamente rendida.

[...]

BIP BIP...BIP BIP...BIP BIP...

«Por favor basta...no quiero»

—Vir levántate ya vamos tarde— escuché la voz distorsionada de Leo en el fondo.

—No quiero, ve tu— respondí como pude dándome la vuelta entre las sabanas.

—Es el primer día, no puedes faltar el primer día—

—¿Quién dice?— no tenía ninguna intención de ponerme de pie y salir de aquí, la habitación incluso comenzaba a parecer decente.

—Ahg si te vieran como eres en realidad— podía sentir su aura de frustración acercándose peligrosamente, no me dio tiempo de reaccionar cuando ya había tomando mi pie y con su súper fuerza secreta ya me arrastraba hasta el baño.

—¡Oye! Que asco— grité poniéndome de pie en cuanto llegamos a las baldosas del baño del terror.

—Te lo mereces, ahora apúrate, tu uniforme esta colgado— le miré mal mientras terminaba de entrar y estrellaba la puerta en su marco.

«Esperen alto,  alto, alto, ¿escuche bien?»

Me frene en seco cuando las palabras fueron procesadas.

—Espera...¿qué? ¿UNIFORME?— grité abriendo la puerta apresuradamente.

—Si, y no tenemos tiempo para esto, póntelo y critica más tarde— bufé entrando al baño, ahí colgado en un gancho se encontraba esa cosa asquerosa que pensé que jamás volvería a usar.

El diseño consistía en una falda azul marino a la rodilla, una camisa de vestir blanca, medias blancas hasta la rodilla, chaqueta tipo saco blanca «pésima idea se ensuciará», moño o corbata rojo según la preferencia y por último como si no fuera suficiente, zapatillas negras con tacón, claro que eso no iba a pasar, dejé la chaqueta colgada y después de luchar con la corbata fui por mis converse y unas medias negras, ya lista salí y me encontré con Leo, claro que el uniforme le lucia mejor.

—¿Qué demonios Virgo?— podía predecir el reclamo por lo que rápidamente la interrumpí.

—Hey agradece que por lo menos me puse la falda, la camisa y la corbata, deberías conformarte porque no iré más de ahí— no hacía falta decir que mi cara reflejaba mi terrible humor, Leo suspiro con rendición y tomando las llaves de la habitación ambas salimos con cinco minutos de adelanto.

[...]

Esta era una escuela enorme de escasas indicaciones, ya no tenía idea de por cual ala íbamos, cosa negativa considerando los cinco minutos que teníamos para llegar...ahora que lo pienso...«¿a donde íbamos?»

—Leo ¿a dónde se supone que vamos?—

—En serio no sé como pasas— me encogí de hombros, era magia y la maga no revela sus trucos —al auditorio, cada mañana todos los alumnos se reúnen ahí, luego a secretaria por los horarios de esta semana—

—¿Qué de útil tiene cambiar los horarios todas las semanas?— Leo solo se encogió de hombros aburrida.

—Eh chicas buenos días— Tauro venía luciendo su uniforme en perfectas condiciones, «¿qué todos estaban de acuerdo con esto?»

—De buenos un coño me tenían que haber informado que debía usar esta cosa— solté negando.

—No la escuches anda de mal humor, ¿qué tal?—

—Eh bien, bien, cierto, quería presentarles a alguien— señaló a sus espaldas, atrás de la rubia se encontraba una chica pelinegra de cabello largo —ella es Escorpio—

—Hola, ¿así que ustedes son las nuevas? Un gusto, soy lo más bajo en la cadena de por aquí— dijo con gracia, bueno al fin alguien que no usa el uniforme perfecto.

—Soy Leo y ella es Virgo, ¿a qué te refieres con lo más bajo?— Escorpio estaba apunto de hablar cuando fuimos interrumpidas.

—Eh becada ¿haciendo amigas de tu clase?— apareció un chico pelinegro de ojos grises con pinta de idiota, «genial»

—A eso me refiero— señaló Escorpio ignorando al chico.

—Uhh hermano te acaba de ignorar la peste, ¿qué se siente ser tan patético?— y un segundos idiota apareció, esta vez un pelinegro ojos verdes.

—Ustedes dos ¿ya fastidiando a las nuevas?— y...un tercero castaño ojos verdes al que todavía no sabía donde clasificar...