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Narra Tauro

Miré fijamente el reloj soltando mi octavo suspiro de la hora antes de devolver nuevamente la cabeza a la computadora frente a mí. Por alguna razón hoy era el tipo de día que mi cabeza no estaba en su lugar, concentrarse en algo durante mucho tiempo era imposible, tendía a vagar por un millón de cosas que podrían pasar de inútiles dependiendo del ojo de quien opinara, igual era sumamente peligroso, las torpezas a cometer eran considerables.

Me rendí con la pantalla, no era un día para permanecer encerrada en la sala del club. Recogiendo mis cosas más rápido de lo que nunca lo había hecho, me retiré con una leve despedida sin mayor explicación.

Un nuevo suspiro dejó mis labios, esta vez en la punta de la escalera del edificio, realmente tampoco es como si hubiese pensado en que hacer ahora, dudé un poco tocando con cierto ritmo la barandilla antes de notar como Leo corría unas calles más arriba. La observé fijamente con curiosidad antes de tomar mis cosas con fuerza y seguirla.

Mis habilidades deportivas dejaban mucho que desear por lo que no pude alcanzarla sin antes llamarla a gritos desde el otro lado de la calle, la veo mantener el equilibrio milagrosamente tras haber frenado abruptamente y mirar desconcertada a su espalda.

Respirando con algo de dificultad empezando a sudar caminé a paso moderado hasta ella, levantando una ceja en su dirección cuando al fin la tuve de frente, parecía un tanto perdida, completamente distraída, aún así su mirada estaba atenta en mi,  no pude resistirme a preguntar.

—¿Pasó algo?—

El silencio perduró unos segundos, su cabeza se agitó con fuerza de un lado a otro como sacudiéndose mientras pestañaba repetidamente como reiniciando su sistema.

—¿Leo?—

—Nada, solo creí no haber despertado esta mañana—

—Entiendo, creo— me estire empezando a caminar a su lado —este a sido un día realmente pesado— me queje con fastidio, no podía esperar a que terminara de una buena vez.

—Muy raro— confirmó mirando a nuestro al rededor —¿Escorpio?— me escogí de hombros.

—Hablamos antes del almuerzo, debería estar en clases, ¿Virgo?—

—Andaba correteando con Acuario desde la mañana, me imagino que se habrán cansado ya—

—¿Algo importante?—

—Espero avance y no juego—

Cinco minutos después ya nos encontrábamos frente a la puerta de la habitación, Leo sacó la llave y abrió tranquilamente sin embargo nada nos había preparado para la imagen frente a nosotras.

—¿Qué demonios?— exclame dejando mis cosas a un lado de la puerta, Leo se mantenía perpleja a mi lado mirando fijamente los hoyos en la pared.

Mi ceño fruncido escaneo a los tres culpables en la habitación, Acuario mantenía un martillo sobre uno de sus hombros concentrado en la pared, Escorpio por otro lado dibujaba varias equis con un lápiz y Virgo revisaba el interior de la pared.

—Una explicación, ahora— pidió Leo seria cruzada de brazos.

—Es una caja fuerte— dijo Virgo desde la pared.

—Esta en este edificio— añadió Escorpio dando algunos golpes con un pequeño martillo escuchando atentamente.

—Hasta donde sabemos no hay cajas fuertes en las habitaciones, ahora estamos revisando— finalizó Acuario dando un fuerte golpe a una nueva equis abriendo un nuevo hueco.

Miré a Leo desconcertada esperando que ella hubiese entendido.

—Por cierto debemos averiguar quienes viven en la habitación 324— comentó Acuario tranquilamente.

—¿Piensan entrar?— pregunté seria.

—Después de encontrar la de esta habitación— explicó Escorpio.

—Quiero oír su plan para arreglar este desastre— frunció el ceño Leo, en ese momento tocaron la puerta de la habitación, todos nos congelamos por un instante.

—Mmm...realmente pensé que iban a ignorar el ruido— refunfuñó Escorpio, Virgo la miró murmurando un bajo te lo dije.

Acuario las miró indiferente antes de adelantarnos y asomar su cabeza por la puerta, unos segundos después dio un portazo y nos miró a cada una serio.

—Es Capricornio— y tras sus palabras todos los ojos serios cayeron sobre mi.

Me tense un instante mientras pensaba rápidamente.

—Mierda— susurré cuando la iluminación llegó a mí, me di un golpe en la frente, se me había olvidado que había pensado que se me olvidaba algo importante, ahora dicho asunto estaba parado tras la puerta. —opps— sonreí inocentemente.

—¿Qué hace aquí?— preguntó Escorpio.

—Tal vez debí haber mencionado que nos reuniríamos hoy...— ahora sentía una mala mirada en todas direcciones, suspiré viendo el desastre en la habitación antes de dirigirme a la puerta susurrando —piensen rápido en una excusa—

Esperé unos segundos antes de abrir la puerta dándome de frente con su mirada extrañada, con un breve saludo me corrí a un lado para dejarle pasar, la mirada de todos sobre nosotros cuando la puerta se cerró nuevamente, su expresión era claramente sorprendida mientras veía la habitación.

—¿Algún día entraré y será normal?— comentó serio con cierta burla en su leve sonrisa.

Negué indiferente sentándome sobre el escritorio.

—¿Y bien Cap, te decidiste?— pregunté queriendo llegar al punto.

Su mirada permaneció en mi durante varios segundos, recorrió al resto y cuando regresó, sacó un viejo papel tendiéndolo en mi dirección.

Algo desconcertada lo tomé dándole una hojeada, era una versión muy vieja impresa del periódico escolar, ya bastante desgastada aunque legible.

—"Anne Foster: un misterio maldito"— leí en voz alta antes de mirar confundida a Capricornio.

—Les llama la atención lo raro del caso, querían saber de donde vino la historia y todos esos rumores. Ese año hubo muchas teorías sobre lo ocurrido, el mismo periódico abrió su propia sección para contar sobre lo ocurrido, un toque sobrenatural se apoderó de las páginas, el ambiente no fue bueno, los relatos pusieron nerviosos a todos, finalmente la sección fue cerrada, a nadie le gustaba hablar sobre lo ocurrido lo que agregó mucho más misterio al asunto, las historias del periódico perduraron— hizo una pausa evaluando nuestra reacción —la gente siempre sintió que había algo de verdad en las palabras del autor de la sección, algo más allá que suposiciones vacías, como si realmente lo supiera todo y pensar en lo escrito como una realidad, era ciertamente inquietante para todos—

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Bueno venía publicando cada viernes, fueron dos semanas de retraso, pero sin Internet no hay mucho que hacer, así que ahora aprovechando la señal, los dos capítulos atrasados y el del viernes, tres capítulos para esta semana.

I.M -ZODIACO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora