40|Entre pasado y presente

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Narra Escorpio

Me miré fijamente al espejo con el ceño fruncido sintiéndome bastante ridícula.

—¿Enserio crees que este estúpido plan va a funcionar?— alcé una de mis cejas posando mi mirada sobre Acuario quien lucia bastante cómodo.

—Pues no estoy a un 100% seguro pero al menos nos divertiremos— una gran sonrisa brillante estaba en sus labios, llevó sus manos a mi cara amasando mis cachetes cual plastilina tratando de deshacerse de mis dudas, fruncí mis cejas descontenta alejándolas de un manotazo, su sonrisa se volvió más suave —además el uniforme te luce, deberías considerar usarlo más seguido—

Le di una mirada nuevamente a mi reflejo, el ancho overol azul rey de cuerpo completo estaba relleno con dos de sus almohadas, las grandes botas podrían salirse de mis pies al caminar y sobre mi cabello bien amarrado había una gorra de dudosa procedencia con un olor no identificado que no estaba segura de querer identificar. Regresé mi mirada a Acuario observándolo como quien mira a un loco.

—Tus estándares se están arrastrando en el barro y más allá—

—Eres el conserje travesti más lindo que he visto en mi vida—

—No estoy segura de querer saber como pasabas esos días de tu vida para haber conocido a otros—

—Mmmm...nunca me esperé que fuera tan común— soltó seriamente pensantivo —o ya sé— le miré confundida mientras corría hasta la mochila sobre su cama y sacaba dos bolsitas extendiéndolas en mi dirección —¿bigote o barba?—

—¿Es enserio?— me miró lo más serio que me había mirado en toda su vida, suspire pesadamente acercando mi mano hacia la bolsa con el bigote falso, sin embargo cuando estaba por tomarlo lo apartó de mi abriéndolo él mismo ante mi mirada confundida.

—Bien quedate quieta…— y sin más se inclinó frente a mí acomodando el bigote con delicadeza sobre mis labios, sonrió satisfecho antes de girarse e ir por la otra bolsa.

—Acuario...— solté suavemente.

—Mmm...— contestó aún de espaldas con su mirada centrada en el espejo mientras se acomodaba la barba, su expresión era realmente divertida.

—Nada, olvidalo— una sonrisa involuntaria se dibujo en mis labios, me miró confundido yo solo negué con la cabeza consiguiendo un encogimiento de hombros de su parte.

«¿Cómo vivir sin este tarado?»

Le di una mirada, el mismo overol que yo usaba le quedaba un poco menos ancho que a mí, no necesitaba de almohadas, las botas de su talla y una barba naciente, hacían una imagen graciosa frente a mí.

—¿Estás lista?— se giró hacia mi con una escoba y un trapeador, asentí firme tomando una cesta de varios desinfectantes y algunas herramientas.

Juntos salimos de la habitación dirigiéndonos hacía la torre D, teníamos una misión que cumplir.

Después de dos días de abrir agujeros en las paredes por fin habíamos dado con la ubicación de esta en la habitación, para nuestra gran sorpresa esta aún seguía ahí enterrada tras el muro en la parte baja del armario, claro que abrirla sería complicado para nosotras, aún así lo importante es que seguía ahí, por lo que era bastante probable que la caja de la habitación 324 siguiese ahí, tenía un buen presentimiento al respecto, por lo que nos apresuramos a montar el plan, el cual ejecutamos en este momento cortesía de Acuario, realmente no se nos ocurrieron muchas opciones, aún así, tanto como para decir que este era el mejor...me lo llevaría a la tumba.

Me enderece lanzándole una que otra mirada a Acuario para intentar imitar su caminar, me miró como quién mira a un estúpido y las ganas de golpearlo con la escoba en sus manos nacieron en mi.

Después de unos cortos minutos ya nos encontrábamos subiendo las escaleras hacia el sexto piso, mientras tanto pensaba en el acto que estábamos apunto de montar, cada vez encontraba más fallos en este plan, para empezar, en mi vida había visto que los conserjes entraran a limpiar el basurero que era la torre D.

Respire profundamente dándome ánimos mentalmente cuando llegamos frente a la puerta, Acuario me dio una mirada antes de asentir y tocar la puerta. Esperamos durante varios segundos sin obtener respuesta, tocamos nuevamente antes de agacharnos y pegar nuestro oído a la puerta, nada.

Un suspiro de alivio dejó mis labios antes de centrarme en Acuario.

—¿Y bien? No podremos averiguar quien duerme aquí ni entrar— y ahí estaba su mirada de superioridad que aveces también me provocaba ganas de golpearlo —¿qué?—

—Entremos— lo miré confundida hasta que sonrió sacando un par de llaves de su bolsillo, me puse de pie cruzada de brazos —las tomé de secretaría—

—¿Si tenías la maldita llave del cuarto para que toda esta mierda del disfraz?— le reproche.

—Para divertirnos— negué con la cabeza sin tener nada más que decir.

—Abre la puerta— sonrió divertido haciendo lo que le dije.

Pronto ambos estábamos en la habitación, no era muy diferente a todos los cuartos de la torre, estaba bastante ordenada, no había la gran cosa, una habitación de estudiantes común con decoración floral. Sin perder más el tiempo nos dirigimos al armario sacando las herramientas.

Vigile la puerta mientras Acuario se encargaba de romper la pared en el mismo lugar que en el cuarto de las chicas, después de unos 15 minutos ambos mirábamos sonrientes la caja fuerte dentro de la pared, era un momento realmente emocionante, veinte años atrás de la maldita pared y podría contener pistas sobre la desaparición de Anne, este era un importante avance.

En ese instante el momento se vio arruinado cuando la puerta se abrió a nuestras espaldas.

—Mierda—

—¿Quienes son ustedes?—

🌹🐍🌹
No sé los que leen esto pero realmente amo a Acuario y Escorpio.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2021 ⏰

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