I.M -ZODIACO-

24|Dos a uno

Narra Escorpio

—A ver si entendí, ¿entraron a su habitación y se robaron su armario?— dije un tanto confundida observando a Leo quien iba vestida como Tauro, no pude evitar reír consiguiendo una mala mirada de la chica y un par de reproche por parte de las otras dos, me encogí de hombros.

—Así que tenemos que hacerles una visita— dijo Virgo con el ceño fruncido mientras Leo asentía —bien, no hay que perder el tiempo, ¿qué estén enterados o no?—

Empezó a caminar hacia la torre A, todas nosotras nos limitamos a seguirla sin comentarios, acabábamos de salir de detención, eran las ocho y no conseguimos ningún avance con las pistas, todo lo que quería era acostarme a dormir, claro que apenas vi a Leo y Tauro en la puerta supe que mis planes serían frustrados.

Entramos a la torre como si nada, algunos que se encontraban por los pasillos nos lanzaron cierta mirada la cual no era de mi gusto, ignorándolas subimos al último piso sin que nadie nos detuviera, ya frente a la puerta Leo empujó a Virgo tomando la delantera.

—¡A ver idiotas abran la maldita puerta!— gritó lanzando unas cuantas patadas a la puerta, su ira había sido reprimida por mucho tiempo.

—Leo trata de...— mencionó Tauro cuidadosamente pero no pudo terminar pues Virgo la detuvo antes de susurrarle.

—Es esa puerta o tu si terminas esa oración— sonreí por sus palabras antes de fijar mi mirada en la puerta por la que ya se escuchaban unos cuantos pasos.

—¡¿Pero qué demonios les sucede?! ¿Por qué todo este escándalo..?— gritó un muy molesto Capricornio abriendo la puerta y observandonos fijamente.

—A un lado idiota, mataré a tus hermanos— dijo Leo dándole un empujón para entrar al apartamento ante la mirada incrédula del castaño.

—¿Qué hicieron ahora?— preguntó observando seriamente a cada una hasta posar su mirada en Tauro un tanto más relajado, las tres seguíamos a fuera y como no vi la intención de Leo a contestar me le adelante.

—Tus hermanos se llevaron su ropa— señalé tanto a Virgo como a Leo que estaba como una fiera volteando el apartamento buscando al par de tarados, el castaño asintió dejándonos espacio para pasar antes de cerrar la puerta, ahora que lo veía el chico solo usaba la parte inferior de su pijama —¿y te vas a vestir? Estoy segura que sabes que no es muy educado aun ante la porqueria— el chico negó un tanto avergonzado buscando una camisa mientras Virgo y Tauro solo sonreían burlonas.

—¡Los encontré malditas escorias devuélvanme mi ropa!— se escuchó el grito de leo en el pasillo acompañado de unos cuantos reproches, las tres nos acercamos para ver mejor la sitúacion —¡me vale mierda que estés en la ducha, tápate al minigéminis y sal! Y tu idiota apúrate y busca mi ropa— salió por la puerta dando un portazo.

—¡¿Qué demonios?! ¿Acaso estas mal de la cabeza?— gritó Géminis saliendo de la habitación en una toalla y empapado acompañado por un malhumorado Aries que parecía que acababa de despertar.

—¿Yo? ¿Mal de la cabeza? ¡¿Quién fue el imbécil al que se le ocurrió tomar mi ropa?!— se acercó Leo para golpear al chico.

—¡Entraste al baño mientras me estaba duchando!—

—Ni que fuera la primera, además tampoco es como si hubiese mucho que ver, clara decepción— Géminis parecía ofendido mientras nosotras reíamos.

—Como sea, ya que resolvimos el "pequeño" problema, tomemos la ropa y vámonos, ya tengo sueño— mencionó Tauro aburrida con cierta burla en su mirada, apoyé mi codo en su hombro con una sonrisa que se borró con las palabras del chico.

—Pierden el tiempo, no esta aquí— soltó aburrido Aries, vi como Virgo frunció el ceño.

—¿Qué hicieron idiotas?— preguntó con molestia lo que consiguió sacarle una sonrisa a Aries que se volvió mas grande ante nuestra ira y confusión.

—Pues, si quieren su ropa de vuelta, esta en el vestuario masculino que como deben saber por la hora ya debe estar cerrado— miró distraído su reloj  con cierta pena —además necesitan de nosotros para abrir el casillero así que les sugiero que empiecen a comportarse— Leo estaba que hervía y Virgo no podía apretar más los dientes.

—Estas las van a pagar caro— apuntó Leo fuertemente a Géminis.

—No ayudan mucho a su situación pequeña— sonrió, Leo le dio un empujón que aunque no lo tumbó consiguió moverlo un poco.

—Mejor empiecen a dormir con el ojo abierto— soltó sería Virgo emprendiendo rumbo a la entrada siendo frenada por Aries.

—Hey se te olvida algo— cuando se giró ya el chico le había aventado un balde lleno de...no estaba realmente segura de que sustancia, pero ya estaba completamente empapada —a ver que te pones mañana—

—Te mato— entre Tauro y yo la paramos como pudimos, claro que no teníamos las suficientes extremidades para detener a Leo quien dio un golpe al chico —y lo que te espera cuando te ponga las manos encima imbécil— gritó aún tratando de liberarse, Leo se giró con toda la gracia del mundo claramente cabreada dejando la habitación con ambas atrás arrastrando a Virgo —los mataré— dijo ya afuera levantando una de sus mangas.

—Necesitaremos una buena respuesta— asintió Leo pensativa.

—Claro, después de que recuperen su ropa— comentó Tauro recibiendo una mala mirada del par.

—Esto no nos va a gustar ¿cierto?— suspiró Virgo entrando a nuestra torre.

—me parece que no será tan malo a como hueles ahora— mencioné obteniendo su ceño fruncido.

—Necesitaré un muy largo baño— juntas entramos a su habitación, Leo solo se puso su pijama mientras Virgo entraba al baño.

—Me parece que sería una buena idea asegurar la habitación— dijo Tauro apoyándose en el escritorio mientras yo revisaba las pistas.

—¿Servirá de algo con esta gente?— preguntó Leo cansada, Tauro se encogió de hombros.

—Probablemente no, pero por lo menos les hará más difícil el trabajo— negué sonriendo guardando las cosas.

—Bien ¿cómo proseguimos?—

—Hasta ahora creo que el único con avances es Acuario, habrá que esperar a que aparezca y por sus caras creo que primero lidiaremos con los Mcallister ¿cierto?— habló Tauro mirando a Leo la cual parecía distraída observando la ventana —¿Leo?—

—Cuando recuperemos nuestra ropa nos encargaremos de eso, ahora me parece que lo importante es avanzar todo lo posible con la investigación...— dijo volteandose hacia nosotras, en sus manos, una cuarta flor marchita.