34|Viejos amigos

134 18 36
                                    

Narra Tauro

Había transcurrido una semana desde nuestra última reunión, la misteriosa llave seguía colgada al cuello de Virgo esperando el momento de ser útil, en cuanto a la nota, no había mucho que pudiéramos hacer para encontrar al remitente, desconocíamos su identidad o el papel que creía tener en todo esto, no era de fiar y debíamos ser cuidadosas al respecto, Virgo aseguraba que podría encargarse llegado el momento.

Leo esperaba impaciente el momento de volver a hablar con Piscis, creía firmemente que se trataría de una gran pista, un punto clave en la investigación, se notaba distraída y todo su tiempo libre se iba encerrada en la biblioteca.

Por otro lado estaba el inmobiliario misterioso con el indicador, el archivo de renovaciones era realmente extenso y no estaba precisamente bien organizado, por el momento solo podíamos buscar de que se trataba entre cada una de las páginas hasta dar con el 72j, era un trabajo tedioso y con nuestro tiempo recortado por el inicio de exámenes era imposible ponerse por completo a ello.

Escorpio era la más ocupada en este momento, se tomaba los exámenes muy enserio, el promedio de estos era muy influyente sobre su situación como becada, se había pasado todas estas tardes estudiando con Simon sin excepción.

En cuanto a mí, el estudio no era realmente un problema, el peso disminuía a medida que transcurría la semana lo que me dejaba más tiempo que el presionado resto, había pasado el tiempo almorzando tranquilamente con las chicas, repasando la materia unas dos horas al día y hablando con Acuario en los tiempos libres, eramos los mas activos en este momento con la investigación, la mayoría de información la cargábamos con nosotros, incluyendo la foto de Anne que no había abandonado mi lado desde la otra noche.

Era realmente confuso e irritante, podría estar loca como pensé al momento del sueño, sin embargo ahora, con el fantasma atravesando gente, bueno, tal vez las cosas tenían otra explicación más allá de exigirnos demasiado, y eso, era un tanto preocupante. Ahora me preguntaba por la existencia de la otra cara en mi sueño.

Me terminé de acostar sobre el suelo aburrida, mis horas de estudio acababan de concluir y ahora solo me encontraba acostada en la grama comiendo papas a un lado del bosque, Acuario tenía un encargo con el que cumplir por lo que no podría acompañarme hoy, esperaba que Leo y Virgo terminaran antes sus clases, fue una decepción cuando se hicieron las cuatro y aún no había rastro del par.

Suspiré atrayendo el libro a un lado abriendo la página marcada. Después de nuestra última reunión había recogido el anuario de hace 19 años, ante mí nuevamente estaba una foto de la rubia ojos cafés, esperaba encontrar a un Bertier entre sus compañeros, sin embargo el apellido nunca apareció. Este había sido el año de la desaparición de Anne y probablemente su última foto, saqué la foto del expediente de mi bolsillo, no había cambiado mucho entre año y año.

—¿De dónde sacaste eso?— me volví confundida hacia la persona detrás de mí que había arrancado la foto en mi mano.

—¿Qué crees que haces?— grité irritada con el ceño fruncido notando que se trataba de Capricornio —devuelvemela en este momento—

—¿De dónde la sacaste?— su tono era enojado y su expresión era mortalmente sería, me sorprendió, era la primera vez que lo veía así —Tauro— mencionó lenta y peligrosamente.

—Es mi asunto—

—Maldición ¿Por qué tienes que ser tan terca? Te dije que no era nada y que lo dejaras— estaba realmente molesto mirándome con reproche, no baje mi mirada pero tampoco pensaba alterarme a su nivel.

—¿Crees qué soy una idiota?— mi tono bajo pareció sorprenderle.

—¿Qué? Por supuesto que no—

—¿En serio? Es la única explicación que tengo a que creas que puedes engañarme con tan patética explicación—

—Tauro...—

—No estoy teniendo esta conversación contigo nuevamente— solté cansada, nuestras últimas conversaciones no habían sido tranquilas —esta bien que tengas tus razones para callar, que no me quieras explicar nada de esto, trato de entender, pero tampoco dejaré que interfieras, así que o paras o terminemos con todo esto de una buena vez— soltó un suspiro, mis palabras no parecieron caerle muy bien.

—Esta bien— soltó por fin después de un largo silencio.

—¿En serio lo esta?— alce una ceja poco convencida, era demasiado fácil para toda la discusión.

—¿Qué quieres que diga? igual lo harás—

—No estás equivocado— bufó dándome una de sus pequeñas sonrisas que me produjo un escalofrío.

—Pero quiero que las cosas sean como antes— le miré confundida sin comprender a donde iba —quiero que vuelvas a contarme lo que te sucede—

—Ya no somos niños Capricornio—

—Era bueno cuando lo eramos, ahora estaría mejor a como estamos— fruncí mi ceño pensativa, notaba los nervios en su mirada ante mi silencio.

—Bueno, no parece algo imposible Cap— note como el alivio lo recorría, parecía haber perdido un gran peso de su espalda, sonreí satisfecha.

—Extrañé esa sonrisa— afirmó aturdiendome, notó mi incomodidad ya que rápidamente cambió el tema —ahora debes ponerme al día con su investigación—

—¿De qué estás hablando?—

—Bueno tampoco sé mucho sobre el caso y tengo que estar al día si voy a estar en el equipo—

—¿Qué?— mi boca estaba abierta y si fuera posible caería hasta el suelo en este momento, me miró confundido antes de disminuir la distancia entre nosotros.

—Realmente no entiendo cual es la sorpresa, ya te dije que estaba bien, pienso apoyarte, de cerca— levantó mi barbilla cerrando mi boca ante mi todavía sorprendida mirada, «¿En qué momento había cambiado tanto?» —recuerda siempre estaré a tu lado—

Sus acciones me habían dejado aún más perpleja, el ambiente había cambiado demasiado rápido para mi gusto.

—¿Entonces?— preguntó mirándome directamente, elimine su distracción tratando de pensar coherentemente, un par de manos no sería perdida, sin embargo...

—Las pagarás si tratas de engañarme— advertí seria.

—Wow tu opinión sobre mi realmente ha caído— me encogí de hombros.

—Ambos hemos cambiado mucho— asentí decidida —bien, andando—

—¿A dónde?—

—Al cuartel secreto por supuesto—

Ignoré su confusión y lo tomé del brazo tirando de él mientras comenzaba a contarle todo lo que habíamos encontrado hasta el momento, no parecía muy feliz escuchando en todo lo que nos habíamos metido, aún así se mantuvo en silencio atento a cada una de mis palabras, se sintió bien, había recuperado a mi viejo amigo después de mucho tiempo, traía cierta estabilidad a mi cabeza en este momento.

—Bueno y ahí me di cuenta de que era la misma chica de mi sueño, no parecía tan improbable después de que el fantasma atravesara a Escor— dije ingresando a la habitación de las chicas sorprendiéndome con la imagen frente a mí —ustedes par de traidoras ¿qué no estaban en clase?—

—Terminamos antes— respondió Leo tranquila.

—Que buenas amigas que tengo, me dejaron tirada esperando en vano— bufé fastidiada —¿y qué se supone que están haciendo?— pregunté enojada mirándolas fijamente.

Leo usaba gafas y una bata de laboratorio, se veía ocupada con una gran cantidad de cosas desconocidas sobre el escritorio, mientras, Virgo revolvía con una pala una sustancia desconocida en un gran balde en medio de la habitación.

—Nuestra receta especial— respondió Virgo como si eso lo explicara todo —por cierto ¿Qué hace el hermano de los bichos aquí?—

I.M -ZODIACO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora