♘𝟚♞

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Tᴇ ϙᴜɪᴇʀᴏ﹐ ᴘᴀᴘɪ

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𝟷𝟿𝟼𝟹 (𝟷𝟻 𝑎𝑛̃𝑜𝑠)

    —¡Cumpleaños feliz! —terminaron de cantar Jack y Emma al unísono antes de aplaudir.

Una Rose adolescente soplaba las velas de una tarta de fresa, perfectamente decorada con nata, que decía "Felicidades Rosie". Era el cumpleaños número quince de la no tan pequeña Rose, había dejado atrás ese horrible corte de pelo de orfanato y ahora lucía una larga y sedosa cabellera castaña con ondas.

Rose aplaudió también al ver cómo todas las velas se apagaban. Como era tradición, había pedido un deseo al soplarlas, siempre pedía el mismo deseo. Llevaba años pidiendo lo mismo y, hasta la fecha, nunca se había cumplido.

Pero aquel año, eso iba a cambiar, e iba a suceder mucho antes de lo que creía.

Jack abandonó la amplia sala durante un momento para volver con una gran caja de madera que tenía que arrastrar por el suelo porque no podía alzarla en el aire de lo pesada que era.

Rose miró a sus padres con confusión, pues, normalmente, los regalos de cumpleaños solían estar perfectamente envueltos con papel de regalo brillante y con lazos. Una gran caja de madera destartalada no era el empaquetado habitual de sus regalos.

    —Sabemos cuántos años llevas pidiéndonos lo mismo... —comenzó a decir Jack con una amplia sonrisa.

    —No puede ser —respondió Rose totalmente emocionada mientras se llevaba las manos a la boca.

Jack destapó la caja y unas pequeñas patas peludas asomaron por ella. Rose comenzó a chillar de emoción y su padre cogió al pequeño animal para que pudiera salir de la caja. Era un perro de tamaño mediano, no parecía cachorro, más bien, parecía ser un perro adulto. Era marrón, con pequeñas manchas negras y blancas y no era de ninguna raza en concreto, pues parecía ser mestizo. Una vez en el suelo, el perro comenzó a ladrar emocionado y a dar vueltas sobre sí mismo con rapidez.

Rose se agachó frente al perro y lo calmó acariciándolo para después abrazarlo.

    —Muchas gracias —dijo mirando a sus padres—. Sabéis que lo que más ilusión me hacía en el mundo era tener un perrito.

    —De nada, hija —contestó Emma mientras acariciaba el pelo de Rose—. Te mereces tener todo lo que desees.

    —¿Sabes qué es lo mejor? —añadió Jack sonriendo— Que es un perro rescatado de una perrera. Es decir, es como tú, Rosie.

    —Es perfecto, papi. Gracias.

    —¿Cómo lo vas a llamar? —preguntó Emma.

    —Benny —respondió Rose sin dudar. Los padres no respondieron, tan solo se miraron entre ellos un poco sorprendidos por el nombre que su hija había elegido para la mascota—. Vamos, Benny. ¿Quieres jugar en el jardín?

El perro no respondió al nombre de Benny, pues ya era demasiado mayor y, posiblemente, tuviese otro nombre; o puede que incluso nunca hubiese sido llamado por ningún nombre. Pero en cuanto Rose cogió una pequeña pelota de tenis y se la enseñó al animal, éste entendió perfectamente lo que aquello significaba y comenzó a dar saltos en el sitio completamente excitado.

I HATE YOU, BETH  ♕  [ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ'ꜱ ɢᴀᴍʙɪᴛ] ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora