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Nᴏ ϙᴜɪᴇʀᴏ ᴍᴀ́s ᴅᴏʟᴏʀ﹐ ᴘᴀᴘɪ

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𝟷𝟿𝟼𝟽 (𝟷𝟿 𝑎𝑛̃𝑜𝑠)

Los días iban pasando y Rose apenas salía de su habitación. Se tiraba las horas tumbada en la cama leyendo cada día un libro diferente. La frase de Benny le rondaba la mente a menudo y se preguntaba si de verdad podría dedicar su vida a la lectura de una manera más profesional.

En cuanto a la situación en su casa; su madre seguía sin hablarle y, aunque Jack intentaba unirlas de nuevo de alguna forma, Rose estaba más tranquila sin sus hirientes comentarios.

Por el contrario, quien no paraba de intentar comunicarse con ella era su hermana, pues Beth la llamaba cada dos días sin falta.

Rose se asustó al escuchar que alguien aporreaba su puerta, pues estaba tan inmersa en su lectura que se había evadido del mundo real. Rodó los ojos mientras cerraba su libro y se ponía en pie, deseando desaparecer de este planeta y apareciendo en el lugar ficticio de la Tierra Media. Aunque, si ella estuviese en el lugar de Frodo, iría ella sola a la Grieta del Destino, jamás aceptaría compartir un viaje tan largo con tantos miembros de la comunidad del anillo.

Abrió la puerta para encontrarse con una de las empleadas del hogar que la miraba con la cabeza levemente gacha y sus manos entrelazadas en su bajo vientre.

    —Beth ha vuelto a llamar.

Rose le dedicó una sonrisa tensa y salió de la habitación cerrando la puerta tras ella.

Por supuesto, Rose no quería hablar con Beth y sus intenciones eran colgarle la llamada sin siquiera responder. Para esta acción había tomado como costumbre ir al dormitorio de sus padres, pues ahí estaba el teléfono más cercano y la chica consideraba que bajar hasta la cocina para simplemente colgar, era demasiado esfuerzo, más del que Beth se merecía.

Pero, por desgracia, al entrar a la habitación se dio cuenta de que tenía compañía. Emma se estaba colocando las joyas para culminar su atuendo de salir a pasear.

    —Ha llamado mi hermana —se excusó Rose. Emma no respondió e, ignorándola, comenzó a colocarse sus anillos.

Rose caminó hacia el teléfono y, a la vez que cogió el auricular que descansaba sobre la superficie de madera, presionó con su dedo índice el interruptor que cortaría la llamada. Realizó esta acción con cuidado de que su madre no la viera y, luego, se llevó el aparato al oído.

    —¡Hola, Beth! —exclamó con una falsa simpatía mientras escuchaba un pitido constante a través del altavoz—. ¿Has participado en otro concurso? ¿¡Y has ganado?! Me alegro mucho. Oh, ¿te tienes que ir ya? —añadió realizando la mejor interpretación de su vida—. Está bien. Te quiero. Adiós.

Dejó el auricular sobre el aparato y, como si nada, empezó a caminar hacia la salida. Se sentía orgullosa de lo que había hecho, si no fuera porque tendría que estar rodeada de gente, se plantearía una carrera como actriz.

    —Rose —dijo su madre antes de que la mencionada saliera de la habitación.

Rose no contestó pero se giró para mirarla ligeramente sorprendida.

    —No había llamado nadie.

«¿Qué?» pensó Rose entre asustada y confundida.

I HATE YOU, BETH  ♕  [ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ'ꜱ ɢᴀᴍʙɪᴛ] ♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora