I HATE YOU, BETH ♕ [ᴛʜᴇ Qᴜᴇᴇɴ'ꜱ ɢᴀᴍʙɪᴛ] ♕

♘𝟚𝟚♞

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¡Nᴏ ᴛᴇ ᴠᴀʏᴀs﹐ Bᴇɴɴʏ!

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𝟷𝟿𝟼𝟽 (𝟷𝟿 𝑎𝑛̃𝑜𝑠)

Rose se despertó a las horas, la habitación estaba a oscuras y supuso que sería de noche o de madrugada. La tenue luz que penetraba por la ventana abierta fue suficiente para que Rose pudiese mirar el reloj y comprobar que eran las tres de la mañana. Luego, miró a su compañero de habitación, éste también estaba despierto, mirando el techo.

Cuando notó el movimiento de Rose, se giró para mirarla. Ambos se quedaron unos segundos mirándose a los ojos, pero ninguna palabra salió de sus labios, a pesar de que lo necesitaban.

Ella se incorporó e, inmediatamente, se llevó la mano al cuello con una mueca de dolor. El haber dormido sin almohada no había sido una buena decisión.

Benny se puso en pie y se acercó a la cama de Rose sin decir nada. La chica lo miraba recelosa, pero no protestó cuando éste se sentó a su lado.

Benny apartó el pelo del hombro de Rose con delicadeza y comenzó a masajear la zona. Ella se tensó, dejando su cuerpo totalmente erguido.

    —¿Esta es tu forma de pedir perdón? —preguntó Rose intentando disminuir la tensión.

    —Puede.

Rose giró la cabeza para mirarlo, debido a que la única luz que iluminaba la estancia era la que entraba por la ventana, solo podía apreciar medio rostro del ajedrecista. Observó sus labios, levemente curvados hacia arriba. Después de mirar su boca durante unos largos segundos, suspiró y alzó la vista encontrándose con sus ojos. Esos ojos marrones que, debido a la oscuridad, parecían completamente negros.

Rose tuvo que apartar la mirada de él cuando notó un calor expandiéndose por su cuerpo. Benny seguía masajeando con delicadeza el cuello de Rose y ella estaba segura de que el chico podría notar cómo todos los vellos de su cuerpo se habían erizado.

No entendía cuáles eran las intenciones de Benny para hacer aquello. Tal vez, solo intentaba aliviar el dolor de Rose de verdad, o, tal vez, realmente tenía planeado provocar en Rose lo que estaba consiguiendo.

Rose no aguantó más la tensión y giró su cuerpo bruscamente para después estampar sus labios contra los del chico. Benny no se sorprendió, pues, en realidad, lo estaba deseando.

Ambos comenzaron a besarse lentamente y a explorar sus lenguas sin ninguna prisa.

La chica notó que Benny ejercía una leve fuerza en su cuerpo para obligarla a tumbarse en el colchón. Ella no se opuso a aquel movimiento y acabó con el chico tumbado sobre ella.

Benny comenzó a besar la mandíbula de Rose, bajando por su cuello y deteniéndose en el cuello del vestido. La chica soltó un pesado suspiro y Benny la miró a los ojos. Rose movió la cabeza, asintiendo rápida y desesperadamente.

    —Sigue —pidió ella con un hilo de voz.

Benny le pidió que se diera la vuelta y, aunque Rose obedeció, se sintió desprotegida e indefensa al estar tumbada boca abajo, con el chico sobre ella.

Benny comenzó a desabrochar los botones del vestido mientras iba depositando besos en la columna vertebral de Rose conforme se iba abriendo paso entre la tela.