CAPITULO 33

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Arrojaba piedras al lago cuando escucho que mi tío me grito desde su balcón occidental . Yo corrí a su llamado y fui hasta su habitación. Abrí las puertas de su habitación lo vi,  el se encontraba irreconocible, sus ojos se encontraban rojos he hinchados,  tenia esa apariencia de ansiedad y frustración, cuando me vio se puso de rodillas y comenzó a llorar .

—¡Amelia ! ¡ Amelia ! — gritaba sin consuelo alguno .

—¿Qué sucede tío ? — le pregunte muy asustada.

 —¡Amelia ! —sollozaba en mi vestido.

— ¿¡Tío !? — el me abrazaba fuertemente de la cintura.

 — ¡ Amelia!  ¡ella esta muerta ! 

— ¿Quién ? ¿De quien hablas?— pregunte asustada por saber la respuesta a mi pregunta.

—Tu Nana —grito en un sollozo .

Cuando el dijo esto mi alma cayo al suelo, mis piernas y manos comenzaron a tambalearse , las lagrimas comenzaron a correr, me hinqué con el y lo abrase fuertemente, el me atrapo con sus brazos. El no paraba de llorar, pero yo no podía dejar de pensar que esto era una mentira , una terrible mentira .

Abroche el ultimo botón de mi vestido negro , me puse un sombrero negro y baje las escaleras , Edgar lucia perfecto he impecable .

— ¿Lista ? — dijo Edgar aguardando en las escaleras.  Intente sonreírle pero la tristeza no me dejo, me tomo de la mano y subimos al coche; mi tío Calvin ya nos esperaba ahí . 

Personas se presentaron y todos se iban rápido , mientras yo me quede sufriendo de dolor cerca del ataúd, el sol se comenzó a ocultar, mire el cuerpo de Nana y lucia impecable , su cabello se encontraba recogido , llevaba unos zapatos de terciopelo negros y un vestido negro .

— Iré por algo de café  ¿ quieres algo ?— me pregunto Edgar a un costado mío . 

— No lo creo, gracias de todas maneras creo que me quedare aquí —dije derramando una lagrima , el me acaricio el hombro y se fue , yo regrese mi mirada al ataúd y un pequeño resplandor llamo mi atención, me acerque mas al cuerpo y pude ver que el resplandor provenía de su mano, la abrí lentamente y pude ver que era una perla , el collar de perla , el de mi tía abuela Elizabeth .

Me seque las lagrimas y tome el collar , me di la media vuelta y fui a la recepción .

— ¿Disculpe ? — me pare frente a la recepción 

— ¿Si ? — dijo una señorita de piel morena y labios rojos .

— Me preguntaba ... si sabe ... 

—¿Qué cosa señorita ? — la mire a los ojos y tan solo las palabras no salían, la recepcionista me miraba en busca de una repuesta pero yo tenia miedo de hablar —¿Si ? — dijo nueva mente

—Lo siento es que no estoy acostumbrada a hablar con extraños— la señorita me miro raro y no dijo nada.

— Bueno en realidad he venido ha preguntar sobre una persona que están velando .

—Si dígame ¿ que sucede con la persona?

—Pues quisiera saber quien fue la persona que arreglo a la señora ¡ Diana ! 

—¿Diana ? ¿ Diana que ? 

— Diana ... — Me quede pensando frente a la desesperada mujer , pero ahora que lo pensaba bien , no sabia el nombre de Nana .

— Thompson — dijo la voz que se encontraba atrás de mi, mire de reojo y vi que era Edgar .

— Lo siento pero eso es confidencial, no lo puedo decir señorita— dijo la recepcionista

 — ¡Por favor ! es muy importante para mi señorita— Intente hacer una cara tierna pero la mujer hizo una extraña mueca , lo intente una vez mas pero la mujer  solo miraba a Edgar .

— ¿Sucede algo extraño con la vestimenta de la difunta?— pregunto la recepcionista

No supe que contestar, debía decirle que me intrigaba un objeto que encontré en el cuerpo... en realidad no había nada malo. Pensaba en silencio cuando Edgar hablo 

—En lo absoluto, gracias por su tiempo 

— Si me disculpan tengo que tomar una llamada— dijo la mujer.

 Me di la media vuelta y mire a Edgar.

—¿ Por que deseabas saber quien arreglo a tu Nana ? 

—Por algo sin importancia— dije mirando al vacío . 

Edgar se acerco a mi y me dijo al oído— A veces las sorpresas vienen de simples hombres con corbata— al decir esto el se alejo y se fue .

Mire la perla en mis manos y sin dudarlo mas la colgué en mi cuello, mire a mi alrededor y seguí mi camino hacia el ataúd .

Pasamos todo el día allí hasta que comenzó el entierro , yo no pude mirar y solo me aferre a los brazos de mi tío , el lloraba , todos los que se encontraban ahí lloraban , la única persona que no soltó ninguna lagrima fue Edgar .

Edgar un hombre de fuertes sentimiento , con un corazón de piedra, un verdadero corazón de piedra que solo se volvía de carne cuando yo estaba con el.



EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora