CAPITULO 25

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Era una tarde calurosa, el sol pegaba en mi cara y el reloj con su tic toc me des concentraba un poco. Hacia unos problemas de álgebra, contaba con los dedos y el grafito de mi lápiz se desgastaba; solo me faltaba trazar el punto en la '' i '' de mi nombre cuando de pronto veo una silueta en el patio, deje mi lápiz en la mesa y camine hacia la ventana, era Edgar vestía una camisa azul con un pantalón blanco, llevaba un anillo de oro en su dedo indice y sus lentes oscuros que lo hacían verse a un mas guapo. Llevaba una pala en la mano y con esta cavaba en la tierra .

Había volteado hacia mi, sus ojos debajo de esos lentes oscuros me observaban fijamente, su boca no sonreía y sus manos detuvieron su movimiento con la pala, entonces baje mi mirada un tanto sorprendida. Parpadee unas cuantas veces y volví a mirar, el aun me observa, pero ahora sonreía con unos hoyuelos en sus mejillas y sin perder mas tiempo siguió cavando, sacaba y sacaba tierra de su gran hoyo hasta que se fue .

¿ A donde a ido ? me susurre a mi misma. Regreso con una bolsa negra y la comenzó a enterrar, cuando vi aquello retrocedí dos pasos y solo pase saliva para evitar cualquier movimiento brusco. 

¿De quien era ese cuerpo ? ¿por qué lo había matado ? pense rapido, sin hacer un gran escándalo, regrese a mi asiento y dirigí mi mirada a mi mesa de trabajo, entonces recogí mi libreta y mi lápiz para después ir hasta la oficina de mi tío .

— Ya he acabado — dije mirando mis zapatos, el me miro y dijo— De acuerdo, puedes irte 

Camine hasta la puerta y salí de ahí. Corrí a mi habitación y me encerré con llave, mi corazón latía fuerte, mi cabeza quería estallar, mi cuerpo no daba para mas y termine sentada en el sillón de mi tocador, un sillón rosa de terciopelo .

Observe mi habitación cuando mi mirada se fijo en esa prenda, mi "abrigo amarillo" me gritaba que fuera por el y lo modelara. Lo cogí y me lo puse, me pare delante del espejo, yo me miraba pero sentia que algo faltaba, vi mi joyero y saque el búho, lo colgué en mi cuello descubierto y me sonreí a mi misma.

 Me quite mis zapatos y salí de mi habitación, comencé a caminar descalza por todo el pasillo , cambie de dirección y fui a ''la mitad oscura '' La madera rechinaba y solo había luz de las lamparas que colgaban del techo, abrí una puerta y era un cuarto grande todo era antiguo,  contaba con una gran ventana, de ella colgaban unas grandes cortinas viejas y había una telaraña en el techo era pequeña pero muy elegante, hace muchos años el cuarto debió ser realmente hermoso ahora estaba lleno de polvo y soledad. Cerré la puerta cuidadosamente y me aventé a la cama, esta tenía muchas almohadas, mi pelo volaba en los aires mientras yo saltaba.

Me quede quieta por unos instantes cuando voltee a un buró de madera que atrajo mi atención , abrí el primer cajón y dentro había unas fotos. Era una mujer de cabello castaño rubio, ella cargaba a un pequeño de ojos azules, mientras que mi tio Calvin se encontraba a un lado de la mujer. Las fotos lucían viejas y desgastadas. El sol se comenzaba a ocultar, deje las fotos en el cajón y lo cerré cuidadosamente, cuando escuche pasos acercándose, me aleje del buró sigilosamente  y me quede quieta en la cama. La puerta se comenzó a abrir yo no hice ni el mínimo movimiento, pero vi aquellos zapatos de piel y ese hombre bien vestido, entonces supe que era Edgar .

— Amelia— dijo sonriendo mientras la puerta se cerraba, no respondí a su llamado y solo lo miraba, el miedo me atacaba — ¿Por que no hablas ?— dijo acercándose, me miro dudoso y dijo de nuevo — No quieres hablar por lo visto eh—  yo solo baje la mirada — ¿ Acaso te ha sorprendido lo que viste?— dijo enfrente de la cama

— No, no me ha sorprendido en lo absoluto— dije un poco nerviosa

El sonrió y sus manos comenzaron a acariciar mis piernas — Amelia acaso nunca has sentido ese poder de manipular las cosa o sentir la carne con pulso rogando piedad, que tus manos se ensucien al igual que tu cuerpo, que el odio, las ganas de sentir ese ultimo suspiro te grita ¡hazlo !—  el se subió a la cama y se aproximaba cada vez mas a mi pecho, así acariciando mi cuerpo como la nieve a la tierra como cuando cae del cielo .

— Acaso nunca has tenido esos pensamientos enfermizos donde tu eres el protagonista y otro es la víctima , donde tu acabas terminando con la vida de aquella insignificante... víctima— el se acercaba a mi cada vez mas, me sonrió levemente y puso su cabeza en mi pecho, mi corazón latía fuerte y el siguió hablando — Esa atracción hacia la sangre, ese odio infinito hacia la humanidad ... amada mía aquello que tus ojos miraron no fue nada mas que ¡ justicia ! 

Su rostro se alejo de mi pecho y se acerco a mi rostro, sus penetrantes ojos negros me observaban y su sonrisa enferma me hipnotizaba .

— ¿Tienes miedo ?—  me cuestiono sin escrúpulos

Lo mire a los ojos pero ya era demasiado tarde sus suaves labios rosas ya estaban sobre mi , abrazaban los míos. Primero era un cálido beso, pero se comenzó a tornar mas fuerte y excitante , sus manos se unieron a las mías el las comenzó a apretar y se detuvo para mirarme. Se separo de mi para deshacerse de mi roa de forma violenta, yo me deshacia de la de el, mientras mis manos temblorosas por el deseo tocaban su piel.  Apretó mi mano devuelta y se introdujo en mi, un grito de excitación salio de mi y el sonrió con gran placer al verme gemir ...

La luna nos alumbraba en nuestra noche mágica donde el temor y la excitación nos afectaba .

EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora