CAPITULO 14

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—¡Nana han sanado— grite desde mi habitación, mientras me quitaba aquellas vendas de los brazos.

 Logre escuchar como Nana subía los escalones para venir —¿Lo han hecho ? — dijo entrando de manera rápida a mi habitación. 

—Si— le dije quitándome las sabanas de encima — Ya podre salir al bosque — dije mirándola con una sonrisa en el rostro.

Mi Nana me observo cuidadosamente y comento —Casi lo olvido Amelia, la señorita Rumsfeld me encargo que dibujaras un cuadro , mas bien que hicieras lo que siempre haces, solo que esta vez podrías hacerlo en un lienzo.

—¿Pintar ? 

—Si, dijo que seria una lección nueva que aprender.

— Podría ser —dije levantándome y poniéndome las zapatillas de dormir—¿Dónde esta el lienzo Nana? 

— ¡En el sótano ! 

Mi Nana salió de mi habitación, me acerque a mi ropero y saque una camisa blanca con unos cuantos botones y una falda gris, trence mi cabello y  baje a la cocina, ahí se encontraba la puerta al sótano, una puerta de color verde esmeralda de un tamaño no muy grande. Baje los escalones al sótano, este era tan frío y oscuro que los rayos del sol no alcanzaban a llegar hasta ahí abajo

Me detuve a encender un foco, ahí se encontraban los pinceles , cuadros y pinturas. Agarre lo necesario he intente salir de ahí lo mas pronto posible, casi subía cuando en un rincón oscuro y ya viejo por la humedad, se encontraba un perchero de madera viejo, pero eso no fue lo que llamo mi atención sino ese delicado y bello abrigo amarillo, me gustaba tanto que lo tome,  lo observe por un pequeño rato y salí de ahí apagando el fúnebre foco.

Me dirigí a la salida , así nadie me vio y yo salí victoriosa , antes de salir al bosque subí a mi habitación y lo deje sobre mi cama de colchas blancas, para asi despues salir al bosque con mi lienzo y equipo para pintar. 

EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora