Había pasado una semana, durante esta Edgar me visitaba a diario para saber como estaba, Nana me llevaba las comidas y aquellas gotas que según ella y mi tío Calvin tenia que tomar ''por mi bien''. Mientras que Calvin solo se atrevía a enviar un buque de flores diario pues el remordimiento le comía pero tenia mas pena de verme frente a frente.
Me levante de la cama, ya con poco dolor, los medicamento que Nana me daba ayudaban contra el dolo y los moretones en mi abdomen y piernas cada vez se hacían notar menos. Mientras lavaba mi rostro note que no había ruido de afuero, por lo que entendí que no había nadie en casa. Me puse un vestido negro y recogí mi cabello en una coleta baja, añadiendo un listón negro que daba forma a un moño.
Sali de la habitación, recorrí el largo pasillo, comencé a bajar los escalones cuando alguien sujeto mi hombro, me detuve en seco y sujete la mano de aquel extraño .
— Amelia— me di la media vuelta y me tope con los ojos de Edgar —Ya estas fuera de cama
— ¿Edgar ? ¿no habías salido tu también ? — le cuestione sorprendida de verlo.
Edgar me miro serio y dijo— Tenemos que hacer algo con los cuerpos — Los cuerpos ... aún están en el maletero —mire sus rostro, el pensaba tanto que cerro los ojos y comenzó a decir cosas entre dientes, yo solo lo observaba pensar hasta que abrió sus ojos veloz mente y dijo — Solo sígueme y has lo que te diga
Salimos al patio, el iba y regresaba del garaje con utensilios que ni siquiera sabia que teníamos. Se deshizo de su chaqueta de cuero negra y comenzó a cavar hoyos en el césped perfectamente cortado. Abrí el maletero y me tope con los tres cuerpos, lucían ya descompuestos y olían mal, terriblemente mal. Me hice a un lado para evitar vomitar y fue cuando Edgar se acerco a mi, me alejo de los cuerpo y cerro brevemente el maletero.
—Yo los sacare— dijo comprendiendo la situación, entonces el comenzó a arrastrar uno por uno, mientras me daba indicaciones.
Comencé a limpiar el maletero con limpiadores y otros productos de casa, el enterraba los cuerpos en los hoyuelos de el césped, fregué la sangre del maletero, también limpie los asiento de enfrente que aun tenían mi sangre y lodo de aquella noche. Tire todo en una bolsa negra la cual Edgar quemo ahí en el patio. Terminadas las tareas me acerque a el ya un tanto cansada, el ya había terminado de enterrar a el de piel morena así terminando su trabajo .
—Listo — dijo Edgar mientras se quitaba aquellos guantes de cuero y los echaba al fuego. Se paro a un costado mío y me volteo a ver con una sonrisa de loco, sus lentes oscuros cubrían sus ojos pero sabia que estos demostraban locura.
No dije nada y tome asiento en el pasto, mientras que enfrente tenia los tres hoyos que habían sido cubiertos con tierra fresca. El se sentó a un lado de mi y nos quedamos en completo silencio admirando aquellas sepulturas .
—¿Desde cuando asesinas ?— le dije sin siquiera mirarlo.
—¿Asesinar ?
—Si , esto no lo hace un novato como yo— dije aun sin voltear a ver aquel perfecto rostro.
—No Amelia lo he aprendido de mis libros — dijo volteando a verme
—Edgar he visto cosas raras en ti, las mismas que me suceden a mi—lo mire por un segundo y regrese mi mirada a las sepulturas— Esas sonrisas de locura, aquellas melodías que atormentan mi cabeza con recuerdos que no regresan, admirar las cosas simples como un cuchillo o un serillo y tan solo pensar en lo que podrías hacer, ser un perfecto y silencioso espía y actuar de manera enferma y no normal
—¿Amelia de que hablas ?
Voltee y lo mire a los ojos, le quite los lentes de sol y me los puse, tome su brazo izquierdo y lo puse alrededor de mi, nos acostamos en la cálida hierba, mientras que el aire nos rosaba la piel y la luz del cálido sol nos abrazaba. El me junto mas a el y comenzamos a mirar el cielo con la misma cara de locura y felicidad.
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EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIA
HorrorESTA TOTALMENTE PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE ESTA OBRA .