CAPITULO 23

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No dije nada, mis ojos solo lo miraron con gran impresión y con las manos temblando abrí la puerta, me cambie a mi antiguo asiento al de copiloto, el encendió el auto y comenzamos a avanzar. Ya era tarde y aun no llegábamos— Amelia ¿por qué estas tan callada ?

Lo voltee a ver y dije tranquilamente— Solo disfruto del silencio—  el rió 

—  Amelia lo que acabas de presenciar es un jueves normal para mi— regrese mi mirada al paisaje y no dije nada mas.

Llegamos a la casa,  yo me quede unos minutos en el auto pensando en lo sucedido. Edgar había asesinado... nuevamente.

Me baje del auto, Edgar cavaba hoyos en la tierra, saco los cuerpos de las dos chicas y los comenzó a sepultar, me pare frente a el y lo comencé a observar en silencio — Amelia podrías traer el trapo naranja del pórtico —  camine hasta el pórtico y cogí el trapo, se lo entregue y comenzó a limpiar la sangre del asiento, se quito la camisa, se limpio la cara y las manos, me aventó el trapo y dijo —Toma limpia tu rostro — Saco una gabardina negra de el auto y me la dio en la mano— Toma póntela así no verán la sangre 

Mire mi vestido y me puse la gabardina, era suya lo supe por su olor,  ese delicioso olor a tan el . Sujeto mi mano, como dos enamorados y caminamos hacia adentro de la casa .

—¿Amelia eres tú?— se escucho una voz cuando entramos a la mansion. 

—¡Si Nana! hemos llegado

Nana llego y nos sonrió a los dos, miro a Edgar con extrañeza ya que no contaba con ninguna camisa cubriendo su pecho— Tienes visitas —  voltee a ver a Edgar y el solo me miro con cara de duda, solté la mano de Edgar y camine hasta la sala, era el sherif .

—Señorita Buenas noches— dijo levantándose de su asiento

—Buenas noches sherif

— He venido por que tengo noticias de la señorita Rumsfeld

—¿Qué ha sucedido con ella ?— dije alarmada y el oficial bajo la mirada.

— Hemos encontrado su cuerpo cerca del lago "North Graden " — mis ojos se comenzaron a humedecer y mi barbilla no dejaba de temblar .

—Fue muerte instantánea, la golpearon con una roca en la cabeza nueve veces— cubrí mi rostro y me voltee para comenzar a sollozar .

—¿Señorita sabe de alguien qué le quisiera hacer daño ? 

—No, nunca hablaba de su vida privada

—¿Algo raro en ella últimamente ?

—No claro que no , siempre se comporto igual, educada y gentil

—Esta bien creo que es todo — el sheriff sujeto mi mano y dijo — Mis condolencias señorita Stewart, se que ha pasado momentos dificiles.

Le sonreí con los ojos tristes, pero el bajo su mirada y observaba mi ropa — Veo que se ha ensuciado de un rojo vivo —dijo señalando mi vestido, mire el vestido y mis manos comenzaron a temblar, mis ojos no paraban de soltar agua, no podía procesar lo que había visto y escuchado hace unos momentos atras. En eso Edgar vino del obscuro pasillo, con una camisa puesta para salvarme de aquella situación.

—¡ Hemos pintado su habitación—  dijo Edgar como si hubiese sido cierto, el sheriff nos observo por unos segundos con un gesto de duda y después hizo una sonrisa

—  Bueno creo que ya es tarde, hasta luego señorita— el se coloco su sombrero, salió por la puerta y se fue 

— Amelia me iré a dormir — dijo Edgar 

—Si claro, descansa — dije quitándome las lagrimas .

El se acerco a mi y me dio un beso en la frente—  Buenas noches— me susurro en el oído. 

Tocaba el violín en la sala. Después de aquella devastadora noticia, mi tío decidió que seria bueno el mismo ser mi tutor mientras encontraban a alguien mas para sustituir a la señorita Rumsfeld.

— ¡Más alto no te escucho !—  grito mi tío desde su oficina.

Comencé a tocar mas alto y velozmente, podía sentir como las cuerdas me rozaban la piel y la música entraba en mis oídos como un cálido susurro.

— ¡Amelia para! ¡te estas lastimando ! —  dijo mi Nana mientras me arrebataba el violín de las manos — ¡Te has sacado sangre ! — su rostro hacia una expresión de disgusto mientras sus ojos me miraban extrañada .

— No es nada —  replique.

— Ven te curare —  me tomo del brazo y me llevo hasta la sala, me sentó y comenzó a quitar la sangre, puso alcohol a las pequeñas heridas y  se levanto por unas vendas. Yo me quede quieta y comencé a tararear la melodía que se encontraba en el lado oscuro de mi mente enferma .

— ¿Por qué cantas eso ? 

La mire y no conteste nada tan solo seguí cantando—  Vasta ¡no lo hagas ! 

La mire con unos ojos de odio y seguí cantando mas fuerte

— ¡Amelia he dicho que te callaras !—  comencé a subir mí volumen más y más

— Vete a tu habitación y no bajaras hasta la cena

— ¿Tú quien eres para impedirlo? es solo una canción

— Amelia no, no solo es eso,  has lo dicho o no cenaras por una semana 

— Ah— grite furiosa.

Corrí a mi habitación tome una almohada de mi cama y me tire en el suelo, comencé a gritar en ella hasta sacar la ultima gota de odio. Después de tanto llorar y gritar me dormí súbitamente. Habia pasado un corto tiempo cuando volvi a abrir los ojos, todo era borroso ... alguien llamaba a la puerta, por lo que me levante del suelo.

— ¿Quien es ? — dije detrás de la puerta

— Baja a cenar— abrí la puerta y era mi Nana

— Ya voy — dije colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja .

Me sentía cansada y mis ojos se encontraban hinchados de tanto llorar ; entre al comedor, ahí estaba Edgar comiendo sopa y bebía  vino. Ni siquiera lo salude, solo me senté en una silla y puse mi rostro demacrado y rojo sobre la mesa, no había ruido alguno solo mi respiración y mi conciencia que no paraba de hablar.

— ¿Amelia te encuentras bien ? — dijo Edgar un poco asustado .

— Tranquilo—  le dije sin levantar mi rostro de la mesa, el se levanto de su asiento y se sentó aun lado mío .

— ¿Qué sucede Amelia ?—  dijo acariciando mi cabello.

— Edgar ¿por qué todos tienen que ser tan crueles conmigo?

Edgar me acerco a el y me comenzó a abrazar — Amelia yo jamás seré cruel contigo — me aleje un poco de el y le dije mirándolo a la cara.

— ¿Lo juras ?

— ¡Sí cariño !

Ya era tarde y la lluvia no cesaba, caían truenos y relámpagos. Comence a sentir miedo al ver mi habitación oscura y me asustaba pensar en lo que le había sucedido a Rumsfeld. Aventé mis colchas y salí de la cama, el pasillo era oscuro y los relámpagos iluminaban por corto tiempo , Camine hasta la habitación de Edgar, me coloque enfrente de su puerta y con el miedo a flor de piel, la abrí lentamente y entre a la habitación , era oscura y las cortinas se encontraban abiertas.

— Edgar — dije abrazándome a mi misma

— ¿Amelia ?  ¿ que haces aquí ?

— ¿Puedo dormir contigo ? — el me miro y sonrió como un pequeño cachorro

— ¡ Claro Amelia ! — se hizo a un lado y me metí entre las sabanas, el frió de afuera no me hacia efecto estando a un lado de el, pues el era cálido y su olor agradable me hacia querer estar junto a el por la eternidad .

— Buenas noches Amelia— dijo besando mi cabellera

— Buenas noches Edgar — susurre abrazando su fuerte pecho .

EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora