CAPITULO 31

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Edgar me sujetaba en la silla del cuarto azul , antes de meter la aguja por mi cuello me miro a los ojos por unos segundos, pero pareció que duro mas, sus ojos me querían decir algo, algo que el no podía, pues mi tío estaba en la habitación de alado supervisando que las medicinas se me dieran al pie de la letra , Edgar hizo todo el procedimiento y al  finalizar fue cundo por fin hablo.  — Listo Amelia 

Yo me intente levantar pero como siempre el mareo se hizo presente y me quede sentada por unos minutos mas . Edgar guardo y acomodo todo en su lugar , me hizo una ligera sonrisa y salió del cuarto azul para después ir a hablar con mi tío , me levante y me dirigí a la puerta para ir al bosque , pero escuche que alguien susurraba , los sonidos venían de la cocina , me acerque mas y mire era mi Nana .

— ¿Nana sucede algo ? — le dije mientras me acercaba a ella, quien se encontraba sentada en una de las sillas del desayunador, me miro y sonriendo dijo— Nada solo pensaba en voz alta .

— ¿Segura ? ¿Todo esta bien ?— Le dije ya frente a frente .

— Si , es solo que ... pues ... sabes Amelia hoy me siento libre , eso es todo .

— ¿Libre ?—  pregunte con un gesto de extrañeza

 — Si , es algo que pasaría tarde o temprano .

— ¿De qué hablas ?

— De nada , olvídalo— sonrió y después añadió — Vi que ibas a salir, así que ve, sal mi pequeño pájaro , sal y se libre— Después de decir eso ella se levanto de su asiento y se dirigió a su habitación .

Salí al bosque, mi bosque, comencé a correr entre las hierbas y el viento , me tire al suelo y estire mis manos por toda esa hierba , comencé a destruir las pequeñas flores silvestres con mis manos, me sentía feliz por aquellas palabras de Nana , me hicieron sentir libre , algo que no sucedía en mi vida actual .

 Cuando llamo mi atención el garaje , me levante y camine hasta el , ahí no había buscado mi abrigo amarillo , ni mi collar , así que podrían estar ahí. Comencé a buscar entre herramientas , cajas y cosas viejas , cuando en un estante de madera viejo vi una bolsa negra de plástico , la tome y la abrí y ahí estaba. Era mi abrigo amarillo, se encontraba igual de reluciente y bello .

Guarde la calma y opte por no usarlo pues si alguien me lo veía me lo volverían a arrebatar como la ultima vez, lo metí de nuevo en la bolsa negra y me lo lleve a mi habitación ; Me encerré en mi habitación con llave , lo saque de la bolsa y lo puse en mi cama para así poder admirarlo mejor , di unos brinquitos y lo tome , hice un espacio en mi armario y lo escondí en lo mas profundo de el, así nadie lo vería .

Cerré las puertas del armario, me estire un poco y me deshice de mis zapatos azul marino y camine hasta mi ventana, la abrí y el viento fresco comenzó a correr, me recargue en ella y comencé a admirar la vista del bosque cuando vi a una mujer vestida de negro , se dirigía al portón y llevaba equipaje. Mi mente lo pensó un poco y después todo tuvo sentido, era Nana , ¿ pero adonde se dirigía?

— ¡¡Nana !!— le grite desde la ventana , ella volteo y se cubrió la cara rápidamente, para seguir caminando.

¿Nana ?  me cuestione en un susurro y entonces me di la media vuelta y comencé a correr hacia la puerta de la entrada ; salí corriendo y mis pies descalzos hacían saltar la tierra , yo corría hacia ella y gritaba su nombre pero ella no volteaba , tan solo caminaba mas y mas  rápido , cuando pude ver que ella ya estaba saliendo por la reja y le ponía el candado para después irse . 

— ¡Nana! — grite estirando mi brazo hacia el frente, ella me miro, se dio la media vuelta y se comenzó a alejar, llegue hasta el portón y la pude ver alejarse, me dejaba, se iba .

— ¡¡Nana no!!— gritaba desesperada mientras tomaba los fierros del portón y los empujaba. Parecía como si un tornado estuviera consumiendo el portón, lo jaloneba una y otra vez , mientras gritaba de la desesperación .

— Regresa , no te vayas —  por mas que gritara y protestara ella jamas volteo ; Entonces un miedo se comenzó a apoderar de mi , haciendo que las lagrimas comenzaran a brotar— Tu prometiste que jamas me abandonarías—  grite tan furiosa que casi creo que mi grito se escucho a kilómetros de distancia , entonces pude ver como ella se detuvo de golpe y después de unos segundos siguió su camino .

— Demonios Nana , ¡no me haga esto! regresa aquí y cumple tu promesa—  rugi —  Lo prometiste— dije con la voz quebrada , gritando al viento pues Nana ya se había ido ; Yo lloraba mas y mas , hasta que vi como su silueta se desaparecía en la densa niebla . El cansancio me poseyó  y un profundo sueño se apodero de mi dejándome tirada en el suelo donde la mujer que me crió y me cuido , me abandono de la manera mas cruel que pueda existir , sin explicación alguna y ninguna despedida .

Despertaba de un profundo sueño , alguien me cargaba en sus brazos ,  abrí mis ojos y lo primero que vi fue el oscuro cielo; ya era de noche y la plateada luna nos iluminaba , voltee a mirar quien me cargaba y era Edgar , al ver que había despertado sonrió y siguió caminando. Me llevo a su habitación y me metió en su cama , me cobijo con un edredón de algodón y el se metió al baño , después de unos minutos el salió  , vestía una pijama negra , comenzó a acomodar sus cosas , caminaba de un lado a otro , acomodaba esto y aquello.

— Ella se ha ido— dije con la voz quebrada , el dejo de moverse y  se acerco a el regazo de la cama.  

—  Algunas veces tenemos que dejar lo que mas queremos — no dije nada y me voltee para que el no viera mi rostro , mis lagrimas se deslizaban por mi rostro y caían en la cama , el apago la luz y todo se quedo callado y oscuro , el se metió en el cobertor y se acurruco a un lado mío .

— Tranquila Amelia todo estará bien— dijo mientras comenzaba a jugar con mi cabello . 

— Sabes Amelia , siempre me ha encantado tu cabello y ese dulce olor que desprende , me encanta —  no dije nada y seguí llorando en silencio , el se detuvo y me dijo — Amelia si tu lloras yo lloro , si tu gritas yo grito , si tu te enojas yo me enojo — me voltee hacia el, ahora nos encontrábamos frente a frente , el sujeto mi mano y le dio un beso y dijo— Recuerda somos uno solo.

Los dos nos miramos a los ojos y el añadió — Te amo Amelia— le sonreí y el me acerco mas a el .

— ¿Edgar crees que volverá ? —  le pregunte mientras sujetaba su cálida mano.

El me miro a los ojos y dijo — Creo que alguien que ha hecho dolor pagara con dolor — al terminar su frase el beso mi frente y cerro sus ojos para así dormir .

EL LADO OSCURO DE LA INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora