CAPITULO 3

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Emily sostuvo entre las manos la taza con la infusión que Morgan le había preparado con la esperanza de que la relajara. Le dirigió una mirada agradecida y tomó un sorbo. Morgan había desistido de convencerla por el momento de llevarla a un hospital. Fue una especie de trato para impedir que se duchara, como pretendía en un principio. Ahora estaba sentada en el sillón del salón, envuelta en la manta, después de arrancarle la promesa de que la llevaría con él a su casa.

-Emily... Aunque no vayas al hospital hay que procesarte....Puedes tener restos biológicos de él en tu cuerpo....

Emily no había querido hablar del tema con detalle. Nada más le había proporcionado un par de pinceladas de lo sucedido. Morgan sospechaba que justamente las que necesitaba para que él no tuviera duda alguna de que el agresor no había conseguido su objetivo.

- Y tenemos que llamar al equipo....- Añadió con cautela.

No estaba seguro de que ella fuera consciente de que no podrían ocultar algo así. Además, él tenía información de la que ella carecía. Charlie lo había dejado muy claro: no era la primera vez que ese sujeto visitaba el edificio de apartamentos.

Ella amplió sus ojos. La taza tembló en sus manos, y Morgan tuvo que sostenerla y apartarla a un lado para que no derramara su contenido.

-No...- Jadeó a punto de romper a llorar- No quiero, Derek...

Él la silenció con un suave siseo, mientras le acariciaba la mejilla.

-Sabes que tenemos que hacerlo... Pero te prometo que me quedaré contigo todo el tiempo que quieras... No te dejaré sola... - Enredó uno de los bucles de su cabello entre sus dedos, y lo apartó de su rostro magullado- ¿De acuerdo?

Bajó la cabeza en señal de asentimiento, mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

-Llamaré primero a J.J. para que venga...- Le dijo después de pensarlo. Omitió deliberadamente que teniendo en cuenta su relación personal debía mostrarse precavido con su intervención en el caso. Y ante su negativa a ir al hospital, J.J. era la única opción viable para procesarla.- ¿Te parece bien?

De nuevo asintió, resignada a que tarde o temprano tendría que enfrentar los hechos.

Morgan buscó un poco de privacidad en la cocina. Desde allí, aún podía verla, acurrucada en el sillón, aferrada a la manta como si le fuera la vida en ello.

Localizó el contacto de J.J. y esperó con nerviosismo a que contestara.

-J.J....- Pronunció su nombre incluso antes de que ella misma se identificara.

-Morgan... Son casi las cinco de la mañana....¿Qué ocurre?

Derek comprobó la hora. Ni siquiera se le había pasado por la cabeza que aún pudiera estar durmiendo. Sin embargo, no había nada de somnolencia en su voz. Parecía sorprendida.

-Necesito que vengas a casa de Emily...

Un silencio al otro lado de la línea.

-¿Ha ocurrido algo?- Preguntó alarmada. No era normal la hora, no era normal el tono angustiado que había detectado en su voz, y no era normal aquella petición que implicaba claramente que él ya estaba en casa de Emily.

- Trae el kit de pruebas....

J.J. decidió que no era el momento de entrar en detalles.

- Estaré allí en veinte minutos...- Le aseguró antes de cortar. Y Morgan no tuvo dudas de que sería así.

Cuando sonó el timbre de la puerta, Derek tuvo que contenerse para no abalanzarse a abrir. Emily, que había conseguido cerrar los ojos y adormecerse de puro cansancio, volvió a abrirlos con el temor reflejado en ellos.

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