CAPITULO 26

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El tiempo pareció detenerse mientras se concentraba en mantener el contenido de su estómago en su interior. Se obligó a pausar cada inspiración y cada expiración, exhalando el aire lentamente para recuperar el control de su cuerpo y de su mente. Cuando la sensación de náuseas pasó, desplegó el expediente sobre la mesa. Tenía que encontrar algo más en aquel caso que lo vinculara con el suyo.

O algo que lo desvinculara totalmente.

Y para eso tenía que actuar como una criminóloga, no como una víctima. Se fijó primero en ésta. La mujer asesinada tenía más o menos su misma edad, pero físicamente no coincidían. Era rubia, de ojos claros. Trabajaba como auxiliar de veterinaria y hacía poco que se había mudado a la ciudad. Había aparecido muerta en su apartamento y la habían violado, pero para sorpresa de Emily, descubrió que habían detenido a alguien que para nada se parecía al sujeto que la había agredido a ella.

Ni siquiera sabía muy bien cómo aquel expediente había caído en manos de Morgan. Se trababa de un hombre negro, de algo más de cuarenta años. Las pruebas de laboratorio y un testigo lo habían señalado sin género de dudas. Lo habían visto salir de una cafetería juntos, y habían encontrado sus huellas y su semen en el cuerpo de la víctima. Estaba cumpliendo condena, lo cual lo descartaba por completo.

Emily, te estás volviendo loca, se dijo a sí misma.

Resopló con gesto resignado y cerró el expediente.

Justo en ese momento, dos golpecitos en la puerta la devolvieron a la realidad. Acto seguido, ésta se abrió y una sonriente García entró en el despacho.

- Hay un caso- Le anunció.

Emily tardó un rato en contestar. Se levantó al tiempo que volvía a colocar todos los expedientes que había estado ojeando.

- ¿Dónde es?

- En Portland. Tenemos un pirómano- Le explicó someramente. Luego señaló hacia la mesa- Esos son los informes que Derek me pidió.

Aquello no le sorprendió a Emily. Por supuesto, ya había asumido que García lo había ayudado en su investigación. Se dio cuenta, sin embargo, que más allá de mencionar lo evidente, la analista parecía un poco inquieta por el hecho de que ella hubiera estado husmeando.

- Derek sabe que estoy haciendo esto...- La tranquilizó Emily. Sus ojos se detuvieron de nuevo en el expediente que había llamado su atención- He visto que en éste ya habían identificado al sujeto. ¿Por qué le interesó?

García se acercó y lo comprobó.

- Morgan me pidió que buscara todos los casos de agresiones sexuales del último año. No discriminé si habían o no encontrado al responsable.

¿Todas las agresiones sexuales del último año? Emily ni siquiera podía imaginar cuántas horas habría pasado estudiando cada detalle de cada caso, buscando una coincidencia que tal vez nunca encontraría. Nada podía asegurarles que, quien la había atacado, fuera un asesino o un violador en serie. Tal vez, nunca volvería a repetirlo. Tal vez, nunca lo encontrarían.

Siguió a García fuera del despacho y poco después, volaban hacia Portland donde un sudes, al que sí podían capturar, los esperaba.

Emily se concentró en el caso y unas horas después ya se había convencido a sí misma de que las palabras que habían llamado su atención en aquel informe antiguo, tal vez habían sido sólo una casualidad.

Regresaba junto a Morgan del depósito de cadáveres después de examinar a la segunda víctima. El depósito no estaba lejos de la Comisaría de Policía, así que habían ido hasta allí andando. Emily notó la mano de Morgan rozar la suya y se volvió hacia él. Le hizo una seña hacia una cafetería cercana.

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