Derek no se sentía cómodo con la idea de que Emily regresara a su apartamento, pero poco podía hacer para convencerla de que aceptara alguna otra alternativa. Parecía demasiado dispuesta a demostrar que era lo suficientemente fuerte como para dormir en el mismo lugar donde la habían agredido de una forma tan traumática.
Se detuvo en el hall del edificio, donde Charlie, como siempre, cubría el turno de noche.
- ¿No se quedará usted esta noche?
Morgan conocía lo suficientemente a Charlie como para saber que detrás de su pregunta no había ninguna intencionalidad de inmiscuirse en la vida privada de Emily, sino una genuina preocupación que compartía completamente con él.
- No. Me temo que es demasiado terca para aceptar ayuda de nadie.- Respondió Morgan esbozando una sonrisa cómplice- Sin embargo...- Se detuvo un instante antes de continuar. Un pensamiento había cruzado por su mente tan pronto el amable conserje le devolvió la sonrisa- Tal vez pueda ayudarme.
Las cejas de Charlie se hundieron sobre su nariz, en un gesto de curiosidad.
- Lo que necesite Agente Morgan.
- Puede llamarme Derek- Señaló acercándose un poco a la mesa tras la cual se encontraba Charlie. Buscó en el interior del bolsillo de su chaqueta y sacó una tarjeta que dejó sobre la mesa- Este es mi teléfono. ¿Querrá avisarme si nota algo extraño? Lo que sea.... Una persona que no sea habitual en el edificio, o alguien que pregunte por Emily o quiera visitarla... O cualquier entrega de flores, regalos o cualquier cosa que sea para ella... Y especialmente si nota algo en ella que le cause inquietud... Puede llamarme a cualquiera hora, de día o de noche.
Charlie cogió la tarjeta y la sostuvo ante sus ojos. De algún modo se sentía orgulloso de poder servir de ayuda al FBI. Y al fin y al cabo, él se había encariñado con Emily, y el hombre que tenía ante él sólo quería protegerla. Era evidente que sentía algo profundo por ella, no necesitaba ser perfilador para saber eso. En cualquier caso, desde la primera vez que lo había visto, acompañando a Emily a su apartamento, había sentido simpatía por él.
- Por supuesto, Derek. Puede contar conmigo para mantenerla a salvo.
Morgan asintió en un gesto de agradecimiento, y se despidió de Charlie un poco más tranquilo de lo que se había sentido al dejar a Emily sola en el apartamento.
No la volvió a ver hasta el día siguiente.
Emily había llegado a la oficina temprano. Esta vez en su propio coche, que había dejado aparcado dentro del garaje del edificio. La vio sentarse en su escritorio, después de saludar a J.J. y Reid con tanta naturalidad que nadie hubiera dicho que apenas hacía dos días que había regresado.
Luego coincidió con ella en la reunión de coordinación del equipo. Fue allí cuando percibió las sutiles ojeras que surcaban su rostro a pesar de su elaborado maquillaje. Supo que no debía haber sido una noche sencilla para ella, pero optó por no comentarle nada al respecto. Después de la reunión, Morgan se encerró en su despacho. Tenía toneladas de trabajo atrasado. Durante aquellos meses había estado más concentrado en encontrar al sudes que había atacado a Emily que en actualizar sus informes. Todo el equipo lo sabía, y dada su implicación personal con el caso, Hotch había optado por encargarse él mismo de parte del trabajo que le correspondía a Morgan.
Sin embargo, ni siquiera eso había impedido que la mesa de Morgan tuviera apilados más expedientes de los que nunca había tenido.
Cerró de golpe uno de ellos cuando alguien tocó a la puerta.
Antes de que pudiera decir "adelante", ya García había entrado.
Por supuesto, él sabía a qué había venido. No era un secreto para nadie que la había acompañado a su casa el día anterior.
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CENIZAS
FanfictionUna historia de Demily. NOTA: No soy dueña de mentes criminales, sólo uso sus personajes por pura diversión. ADVERTENCIA: Clasificada con contenido adulto por la temática.